El índice de precios al consumidor de la Ciudad de Buenos Aires subió 1,8 por ciento en julio. El alza en los combustibles, el ajuste en el valor del taxi, las subas en los pasajes aéreos, el aumento en las tarifas hoteleras, el incremento en las cuotas de la medicina prepaga y las mayores remuneraciones previstas para las trabajadoras de casas particulares explicaron 1,42 puntos porcentuales de la suba mensual. Durante los primeros siete meses del año el indicador elaborado por las autoridades estadísticas porteñas acumula un alza del 15 por ciento. La variación interanual, por su parte, arroja un salto del 22,9 por ciento que supera ampliamente el límite superior de la meta establecida por el Banco Central.
La medición porteña es la más baja de las que se conocieron para julio. El IPC Congreso que promedia las estimaciones de un conjunto de consultoras privadas arrojó una suba del 2,1 por ciento. El indicador elaborado por el Instituto Estadístico de los Trabajadores de la UMET, que releva los aumentos experimentados por los trabajadores registrados, marcó un incremento del 2,0 por ciento. En la comparación interanual todas las mediciones superan no solo la meta autoimpuesta por el BCRA sino que se ubican significativamente por encima del 20 por ciento que comenzaron a publicitar como objetivo desde el Poder Ejecutivo. El Indec difunde hoy su informe de precios correspondiente a julio. El registro oficial de junio marcó una suba de 1,2 por ciento.
En la Ciudad de Buenos Aires el rubro transporte promedió un incremento del 3,1 por ciento, que realizó el mayor aporte individual a la inflación al sumar 0,35 puntos porcentuales. El incremento se explica por el alza de los combustibles, el ajuste en el valor de la tarifa de taxi –esa suba terminará de impactar en agosto– y las alzas en los pasajes aéreos por motivos turísticos. El subítem titulado Servicios de transporte aéreo escaló 13,8 por ciento. Los precios en los restaurantes y hoteles también expresaron una escalada durante el receso invernal. Anotaron subas del 3,3 por ciento que sumaron 0,3 puntos al IPC de julio. Por su parte, la última suba habilitada por la Secretaría de Comercio en el precio del servicio de medicina prepaga resultó en un alza del 3,4 por ciento del rubro salud y añadió 0,29 puntos al indicador global el mes pasado.
Vinculado a las vacaciones de invierno también mostraron incrementos relevantes los ítems que componen el capítulo Recreación y cultura. El alza global fue del 2,7 por ciento con una incidencia de 0,26 puntos sobre la inflación total mensual. Esa dinámica estuvo impulsada por las alzas en los valores de los paquetes turísticos que escalaron 19,4 por ciento. Para las autoridades estadísticas porteñas los precios de la indumentaria y el calzado registraron una caída del 1,3 por ciento “al comenzar las liquidaciones de la temporada otoño-invierno”.
En términos interanuales, las divisiones Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles donde se computan los tarifazos de los servicios públicos representan el rubro de mayor peso. Explican 4,82 puntos porcentuales del 22,9 por ciento que marcó el IPC porteño en julio. Alimentos y bebidas no alcohólicas, el rubro más importante para los sectores de menores ingresos, aporta 3,22 puntos a la escalada de precios interanual. Cuando a esos dos rubros se suman los aumentos registrados en Restaurantes y hoteles, Recreación y cultura, y Salud se explica el 62,5 por ciento de la variación total que anotaron los precios minoristas el mes pasado.