“La obra se fue armando fragmentadamente. Es un mundo, una civilización encontrada, con su sistema de valores, de creencias, su forma de vida. Tiene sus rituales, sus deidades, sus lugares, que arman el universo de personajes que lo habitan”, explica a Las12 la arquitecta y artista Ana Rascovsky sobre Acrilia, que se puede ver hasta el 13 de agosto en el Centro Cultural Borges (Viamonte 525) con entrada libre y gratuita de miércoles a domingos de 14 a 20.
Personajes de fábulas, hongos, bosques encantados en miniatura pueden recorrerse en todo el espacio. El material utilizado está compuesto por acrílico cortado a láser que forma escenas conectadas entre sí que cuentan una historia. También hay un circo, un zoológico y un parque de diversiones. Ana creó este mundo en consonancia con la propuesta temporaria del Centro Cultural en torno a Ficciones de Jorge Luis Borges y la curaduría es de Máximo Jacoby. La totalidad de las obras que conforman Acrilia son realizadas con sobrantes, retazos y descartes de acrílico que la empresa Paolini le cede a la artista. Con maestría, Rascovsky reutiliza además su propio sobrante o los propios negativos de sus obras.
“Acrilia nace hace muchos años, es un derivado de mi estudio de arquitectura - donde siempre hacemos maquetas- pero en este caso, la obra es la maqueta, y no solo una representación de lo que va a venir. Acá opero con la mayor de las libertades y todo entra dentro de este mundo de fantasía: todas las disciplinas, mis memorias, noticias de actualidad, obras de arte, cuentos, personajes, futuros posibles. Todo en un micromundo de acrílico”, dice Ana.
La artista cuenta también que siempre le interesó mucho el juego y en la obra se nota: “Yo lo hilvano con la narración del Mito creacional de la civilización, pero cada uno podrá armar su propia historia. Son escenas que dispararán a cada cual otra historia. Yo busco que condensen significados”.
Ana Rascovsky es arquitecta por la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, Master por el Berlage Institute Rotterdam (Holanda, 2002) y diplomada por l’Ecole de Architecture de Versailles (Francia, 2001). Es actualmente profesora adjunta en la Universidad de Buenos Aires, fue profesora titular de Introducción al Proyecto Urbano y de Arquitectura II en la Universidad Di Tella, profesora titular de Urbanismo en la Universidad de Palermo y profesora invitada en diversas universidades en el extranjero (Venecia, Chile, entre otras). Su obra fue varias veces premiada: Primer Premio SCA-CPAU 2010, premio Puro Diseño 2009, Primer Premio de la Bienal de Arquitectura de Rotterdam.
En sus palabras: “Lo mágico tiene que ver con un deseo y una convicción de querer vivir en el mundo que imaginamos y que existe en la medida que lo creemos. El sistema de creencias es particular a cada cultura donde uno se inserta, no es universal (y la sociedad no cree estrictamente en la ciencia), entonces yo creo uno que habito en algún lugar y momento. Es un juego, como de niños, y lo tomo en serio”.
Rascovsky dice además que en su trabajo como arquitecta se dedica a crear mundos reales, concretos, sólidos, con problemas estructurales y de impacto en la vida real. “En mi obra artística, en cambio, me libero de estas restricciones para crear mundos que se construyen a través de la ficción. Los personajes son inventados o traídos de otras referencias del mundo de la imaginación como la literatura, el cine, el comic y la música. El acrílico es un material que siempre estuvo presente en mi historia familiar. Mi madre en alguna época produjo unos llaveros de acrílico que yo adoraba. En la arquitectura las maquetas son solo la representación de la obra que va a ser, pero acá se vuelven la obra misma”.