El cirujano plástico Aníbal Lotocki, denunciado por Silvina Luna, Stefanía Xipolitakis y Pamela Sosa por mala praxis, quedó aún más complicado en una causa que se le sigue por la muerte del paciente Rodolfo Cristian Zárate. El juez Luis Schelgel resolvió cambiar la calificación legal que pesaba contra Lotocki de "homicidio culposo" a "homicidio simple por dolo eventual", luego del requerimiento del fiscal Pablo Recchini. Aunque permanecerá en libertad, deberá presentarse cada 15 días en el juzgado y se amplió el embargo.
El fiscal volvió a indagar al cirujano plástico a mediados de abril con nuevas pruebas que surgieron de las conclusiones de la junta médica, que ampliaban las responsabilidades de Loctocki en la muerte de Zárate. Los resultados de las pruebas periciales mostraron nuevas irregularidades en los estudios de clínica médica y la decisión de obviar los antecedentes del paciente que representaban un "alto riesgo de muerte".
"En efecto, como quedó acreditado según la valoración probatoria realizada, el fallecimiento de Zárate fue probablemente causado por la pluralidad de las graves acciones que Lotocki cometió, antes, durante y después, de la intervención quirúrgica del paciente que tenía bajo su responsabilidad", señaló el titular del Juzgado Nacional en los Correccional Nº 11 al cambiar la calificación procesal.
De todas formas, el magistrado no solicitó la prisión preventiva, pero si le impuso la obligatoriedad de presentarse personalmente en el juzgado cada 15 días, los primeros y terceros viernes de cada mes. Además, dispuso ampliar el embargo sobre los bienes de Lotocki hasta cubrir la suma de 4.804.700 de pesos.
También decidió llamar a prestar declaración indagatoria a Daniel Eduardo García Zambrano (médico cirujano ayudante), a Santiago Olguín (médico anestesista), a Juan Pablo Forcacio (anestesiólogo), a Georgina Pilar Bianchi (médica especialista en terapia intensiva) y, a Florencia Marina Kreczeck (instrumentadora quirúrgica).
"A pesar de tener conciencia de los múltiples riesgos a los que sometía a su paciente, Lotocki fue más allá de lo que se conoce como una violación objetiva al deber de cuidado en el ámbito quirúrgico, y no sólo previó la posibilidad de la muerte de Zárate sino que la aceptó y actuó según sus propios intereses, que consistían en operarlo a toda costa antes de una eventual restricción (por la pandemia de Covid-19) y para asegurarse terminar de cobrar sus honorarios", sostuvo el juez Schelgel.
La causa estaba calificada con el delito de "homicidio culposo", que prevé penas de prisión de uno a cinco años, pero al ser modificada como "dolo eventual", de ser culpable podría por corresponderle una condena "homicidio simple", que prevé penas de prisión de ocho a veinticinco años.