En 2013, el director Carlos Lascano filmó junto a un grupo de amigos de Mar del Plata “Lila”, un cortometraje que narra en animación y live-action la historia de una joven que, a través de sus dibujos y de su imaginación, aprende a modificar el sórdido mundo que la rodea. Como tantos directores jóvenes, Lascano aplicó su cortometraje a diversos festivales y lo compartió en las redes sociales con la esperanza de recibir algún reconocimiento, algo que no se hizo espectar. Pronto empezaron a llegar las selecciones en festivales y, poco a poco, su obra se hizo viral. Diez años después, Lila acumula más de 300 selecciones, 180 premios internacionales y 25 millones de reproducciones online. Basta con leer los comentarios que tiene su cortometraje en plataformas como YouTube, para comprender el fenómeno de alcance global que es su historia. De todos los países del mundo, y en todos los idiomas, se comunican con él para agradecerle por su película. “Lila tuvo un éxito inesperadísimo ¡Y sigue sumando reconocimientos! Hace una semana me llamaron para decirme que había ganado un premio en otro festival de Italia.” afirmó Carlos Lascano en diálogo con este medio.

En mayo de 2023, el director marplatense fue seleccionado para participar del espacio de Showcase del Mercado de Industrias Culturales Argentinas (MICA) que se realizó el fin de semana pasado en el Centro Cultural Kirchner. MICA es un mercado donde distintos artistas y trabajadores de la cultura encuentran un espacio para vender sus proyectos a productores nacionales e internacionales. El proyecto que Carlos Lascano presentó se titula: “Lila: el despertar de la magia” y es un largometraje basado en este primer proyecto de 2013 que pretende narrar la génesis de su protagonista. Desde Página 12 nos contactamos con él antes de este evento para preguntarle qué era lo que esperaba de MICA y Lascano nos contó que buscaba completar la coproducción internacional del largometraje incluyendo a productores y realizadores argentinos: “Lila es un proyecto filmado en Mar del Plata, mi ciudad de origen. Fue una forma de exportar talento. Eso es lo que más me alegra del corto. Trabajar con amigos y poder compartirlo en el mundo, que ese talento trascienda las fronteras de mi ciudad. Eso es parte del diferenciante que, para mí, tiene este proyecto. Es por eso, también, que con el largometraje es muy importante conseguir productores locales que posibiliten que la película también se filme acá, algo que me gustaría mucho”.

Finalizado el MICA, regresamos para consultarle los resultados que obtuvo en esta edición y si se habían cumplido sus expectativas, a lo que nos respondió: “Sí, totalmente, se cumplieron nuestras expectativas. Este es un proyecto que ya logró parte de su coproducción. Teníamos un productor ya en Colombia. Entonces, yo vine con ese bagaje. Estuvimos hablando y estamos ultimando detalles con una productora argentina que va a trabajar para conseguir financiación local. Lo cual, es super positivo y nos permitiría filmar en el país.”

La selección a Showcase del MICA tiene un funcionamiento en dos etapas. Primero, una etapa de lo que se denomina “pitching” en la que los realizadores tienen un tiempo limitado para presentar sus proyectos a distintos productores. “Es raro, te pone bastante tenso. Lo primero que te dicen es que tenes 5 minutos para vender el proyecto, para decirle a los productores que tenés enfrente cuál es el punto diferencial del proyecto y por qué es importante hacerlo. Me hacía acordar a cuando estaba en la facultad. Yo estudié Derecho y me acuerdo de la situación de ir a dar los exámenes libres sabiendo que estaba el titular de cátedra ahí y que esperaba que yo dijera algo concreto para aprobar. (ríe). Es muy parecido. Uno nunca sabe cómo le está yendo. Los productores toman nota, te agradecen y ahí termina la presentación“ explicó el director marplatense. La segunda etapa del MICA es el Showcase propiamente dicho. Una proyección en un cine donde se proyectaron sólo 8 proyectos, entre ellos estaba Lila, frente a un público proveniente de la industria audiovisual. “Fue muy emocionante. Lila tiene más de 300 festivales recorridos, yo fui a muchos y siempre veo cómo el público empieza a lagrimear. Me gusta no por una cuestión “artística”, sino porque me doy cuenta de que logré transmitir lo que buscaba. En el Showcase lo noté y me alegró mucho. Todos al final lo que buscamos es que llegue nuestro mensaje, y poder verlo es muy emocionante” contó el director.

Estas dos etapas, y los distintos espacios de intercambio que genera el MICA, fueron los espacios que tuvo el proyecto de largometraje de Carlos Lascano para venderse y cumplir con su objetivo de insertarse en la industria local. “Lo más interesante del MICA es algo que no sólo lo pienso yo, sino que lo conversamos con mucha gente y es la posibilidad de ponerse en contacto entre todos. El pitching puede ir bien o mal. Pero el hecho de ponerse en contacto con realizadores y productores, es el punto claramente más positivo. El cine es colaborativo y estos espacios son necesarios para entablar alianzas con gente con objetivos similares. “ afirmó.

Hoy, el proyecto originado en Mar del Plata hace 10 años está cada vez más cerca de convertirse en largometraje. “El próximo objetivo es ver si podemos completar una financiación para encarar la preproducción. Estamos en esa etapa previa. Es un recorrido que a veces es largo y tedioso, pero que es necesario. Ya estamos trabajando en equipo con el objetivo de encontrar la financiación que nos permita filmar en Argentina, que es de lo que trata el largometraje: una joven que vuelve de vivir en el exterior y que encuentra en este país una magia que había perdido y que vivió sólo en su niñez. Por eso su formato de coproducción.” afirmó.