Publicidades que se convierten en espeluznantes cortos de alienación y terror psicológico. Cámaras de seguridad hogareñas que, en un circuito cerrado de nueve monitores, juegan tanto a Hitchcock como a The Blair Witch Project. Espacios de televenta para amas de casa insomnes que amagan con dar risa y terminan dando escalofríos. Presentaciones interminables de series televisivas familiares de los ‘80 que nunca viste ni vas a ver y que, sin embargo, te resultan incómodamente conocidas.
Todo eso que estamos acostumbrados a pescar en una pantalla de TV sin considerarlo “contenido televisivo” es el fango en el que chapotea Infomercials, un segmento de producciones bizarras que se suma al menú de humor extraño de la franquicia Adult Swim (jueves y viernes desde las 22 por I.Sat). Infomercials está conformado por 24 piezas impredecibles –virtualmente cortos unitarios– de distintos autores y protagonistas, en las que formatos, géneros y climas cambian a volantazo limpio.
Puede contar un argumento desencajado y subliminal en la intro de una sitcom apócrifa y vintage de elenco infinito (la sensacional Too Many Cooks). Puede intentar vendernos durante 10 minutos un dron lanzador de flatos (el Fartcopter o “pedocóptero”) bajo el inquietante eslogan “Cuando los chicos se aburren, los chicos se vuelven violentos”. Puede jugar con recursos web (los convenientes falsos botones de “Skip ad” para saltear publicidades). Pueden aparecer estrellas invitadas, como Aziz Anzari –el crack de origen indio de Master of None– que se burla de un backstage de espectadores en Dangerously Delicious: Paid Advertisment. O hasta puede convertir el aviso comercial de un medicamento de venta libre en una pesadilla para madres con identidad disociada en Unedited Footage of a Bear. Todo es cuestión de qué infomercial te toque esta noche.