Fue egresado de la exigente Escuela Nacional de Cine del Incaa, trabajó como técnico y guionista, produjo y dirigió videoclips, un corto y un largometraje, además de escribir crítica de cine regularmente en Ambito Financiero. Pero la huella que deja el periodista, investigador y docente Diego Curubeto (fallecido en la noche del jueves, a los 58 años) fue como autor de un puñado de libros que consiguieron una legión de lectores devotos y que, plenos de erudición en la materia, impusieron la noción de “cine bizarro”, sistemáticamente excluido del panteón académico pero al que él revalorizó como nadie.
Casi tres décadas atrás, Curubeto publicó el seminal Cine Bizarro (Sudamericana), al que le siguieron Babilonia Gaucha (Planeta); Babilonia Gaucha ataca de nuevo (Sudamericana) y de Cine de Súper Acción, co-escrito con Fernando Martín Peña (Norma Kapelusz). En 2020, justo antes de la pandemia, volvió a publicar –a través del sello Mansalva- una reedición ampliada y corregida de Cine bizarro, que nunca perdió vigencia y sigue siendo un libro de referencia en el campo del cine fantástico y de terror clase B y de todo lo que se salía de la norma y que Curubeto calificaba de "extraordinario".
“El libro original, editado por Sudamericana en 1996, lo hice para mí. Eran tiempos que no había IMDb (Internet Movie Database) y para escribir una nota tenía que treparme a la biblioteca y desempolvar catorce libros que estaban ahí guardados. Lo que yo quería era tener la data básica de todos esos libros, en uno solo. Es decir quería un libro que se pudiera consultar hasta en el baño”, declaró Curubeto a Página/12. Y ampliaba en el prólogo: “A diferencia de 1996, actualmente millones de espectadores saben perfectamente qué es el cine bizarro, a pesar de que sigue siendo un concepto totalmente subjetivo que se nos ocurrió con (Fabio) Manes. En todo caso, lo que es seguro es que mientras escribo estas líneas el cine bizarro ya es parte del establishment: todas las semanas se estrenan en los cines de todo el mundo películas bizarras de todo tipo y calibre, probablemente más de lo que sería necesario”.
Tal como detalla el sitio GPS Audiovisual, Curubeto había nacido el 9 de abril de 1965. Cursó el secundario en el Carlos Pellegrini, donde dirigió la revista literaria LSD (Letras Sin Dimensiones). Egresado del ENERC, fue docente en la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños, Cuba. Trabajó como técnico en varios largometrajes, incluyendo algunas producciones de Roger Corman filmadas en la Argentina y películas nacionales como Asesinato en el Senado de la Nación. Fue productor de videoclips de artistas de rock como Andrés Calamaro y Virus.
En 2007 estrenó como director el documental Carne sobre carne, trabajo de archivo en el que rescató escenas borradas, material censurado, anécdotas, ensayos y entrevistas a Isabel Sarli, que sirvieron para contextualizar la obra del director Armando Bó y de su musa. No fue su primera incursión como realizador: en 1986 había dirigido el corto Soghoth, de naturaleza fantástica, que era el cine al que se sentía más afín.
También fue guionista en la frustrada La casa de Tourneur, dirigida por Jorge Caterbona en 1997 según un argumento de Robin Wood, que tuvo como actores principales a Darío Grandinetti, Virginia Innocenti, Eusebio Poncela y Adrián Yospe. Nunca se estrenó comercialmente; originalmente fue concebido como un piloto para una serie de televisión. El rodaje duró tres semanas y media. Entre las posibles protagonistas femeninas en las que se pensó estaban Cecilia Roth, Inés Estévez y Emilia Mazer. Fue preestrenada en abril de 1999 en el Bafici y en la Maratón Bizarra Nacional que la Filmoteca Buenos Aires organizó en mayo del mismo año. Luego se perdieron sus rastros.
A partir de 1986, comenzó su labor como crítico de cine en el diario Ambito Financiero. Entre otros medios periodísticos, escribió en los suplementos culturales de El País de Montevideo y La Vanguardia de Barcelona, además de ser colaborador en revistas icónicas de la cultura popular argentina como Expreso imaginario y Pelo. Y en el número 8 de la revista argentina Film (Junio-Julio 1994) publicó una recordada entrevista cinéfila al rockero Johnny Ramone.
En 1995 condujo con Marcelo Zapata y Ricardo Salton un ciclo televisivo de semblanzas artísticas, producido por la Secretaría de Cultura de la Nación y que puso en el aire ATC. También fue conductor y productor del programa de radio FM Road Movie Soundtrack Show, dedicado a la música de cine. Su última aparición pública fue en el documental Otra película maldita, de Alberto Andrés Fasce y Mario Varela –estrenada en abril pasado en el Bafici-, hablando de uno de los tantos tópicos que dominaba como pocos: el cine de terror.