Comprar un castillo en Argentina es algo posible. Si bien este tipo de construcciones no abundan en el país y quedan pocas reliquias de este tipo, para aquellos amantes de estos edificios históricos. Eso sí, su costo es elevado, y recién se puede acceder a uno con 400 mil dólares. Además, solo hay cinco a la venta en toda la Argentina.
De hecho, el castillo más económico es el de Astelarra en Quequén, ubicado en la provincia de Buenos Aires. La construcción tiene más de 100 años, se levantó en 1904, y perteneció al escritor Martín Coronado.
Con espacios amplios, según publicó Bae tiene tres pisos y un mirador 360 grados. En total, tiene 649 metros cuadrados, 8 dormitorios y 4 baños y el precio de publicación es de 400 mil dólares.
Más al norte, y más caro, está disponible el Castillo de San Possidonio, en Villa Allende, en Córdoba. Un poco más moderno, el caserón fue construido entre 1932 y 1936 por el arquitecto italiano César Augusto Ferrari.
De hecho, el edificio fue bautizado con el mismo nombre de la ciudad en la que nació. Ferrari tuvo cinco hijos, entre ellos el artista plástico León Ferrari, que durante las vacaciones frecuentaba propiedad.
Su gran tamaño hizo que en los años 80 funcionara como un hotel. Tiene tres pisos y dos bajo tierra. Pero años más tarde el lugar quedó abandonado hasta que en 2021 un empresario cordobés lo compró y puso una cafetería.
Por el lugar, una inmobiliaria cordobesa pide 500 mil dólares por el castillo de 868 metros cuadrados totales, de los cuales alrededor de 500 son cubiertos.
También en Córdoba, pero en Capilla del Monte, está el Castillo Mudejar. Está en una zona conocida como Pueblo Encantado, un sitio que fue convertido en un complejo turístico y cultural de 14 hectáreas,
El edificio, que comenzó a construirse en la última década de 1800 y se terminó en 1927, se vende a 2.400.000 dólares.
Esto se debe, en parte, a su gran tamaño: se emplaza en una superficie de más de 14 hectáreas, bordeada por el río Calabalumba durante más de 600 metros.
Su primer propietario fue el "Conde" Odilo Estévez Yánez, un empresario de la yerba mate. A finales de los 70, lo compró el poeta Sebastián Alejandro Lusianzoff y su hijo lo puso a la venta.
En el corazón de Villa La Angostura se emplaza El Castillo del Caballero, que desde hace unos meses tiene cartel de venta. Aunque la propiedad no tiene más de una década, su dueño es fanático de los castillos y decidió construir uno. Desde su origen funcionó como hotel, ahora está abierto y alquilado.
Ya en el sur del país, está el Castillo del Caballero, de casi mil metros cuadrados y otros 3.500 de jardín en el Faldeo del Cerro Bayo.
Sin austeridad, el lugar cuenta con 20 amplias habitaciones y una pileta cubierta. De todos modos, el dato clave es un imponente jardín, con parrillas y asadores para todos los gustos. Sus dueños piden 3 millones de dólares y todavía no consiguieron comprador.
Nuevamente en tierras chuncanas se vende el castillo más caro del país, el llamado Castillo Mandl de La Cumbre.
De hecho, es una de las 127 propiedades argentinas de lujo ofrecidas por la famosa casa Christie’s International Real State.
Su último dueño fue Fritz Mandl, el heredero de la mayor fábrica de municiones de Austria.
El edificio fue construido en 1920 y se vende a 3.800.000 dólares. El precio cobra sentido si se tienen en cuenta sus tres plantas, 16 habitaciones y su privilegiada ubicación a 1.200 metros del nivel del mar en una superficie de 97.124 metros cuadrados