El serbio Novak Djokovic, número 3 del mundo, se metió este viernes en la final de Roland Garros tras vencer al español Carlos Alcaraz (1º), quien después de ganar el segundo set sufrió una lesión en una pierna y, aunque se mantuvo en cancha, no pudo mantener su nivel: fue triunfo para Nole por 6-3, 5-7, 6-1 y 6-1 en tres horas y 22 minutos.
Será la séptima final del serbio en el polvo de ladrillo parisino, en busca de su tercera corona para completar así su Grand Slam número 23 y quedarse con el récord en el circuito masculino, por ahora empatado con el español Rafael Nadal en 22. Vale recordar que la marca absoluta corresponde a la australiana Margaret Court (24), seguida de la estadounidense Serena Williams (23) y la alemana Steffi Graff (22).
"Todo mi respeto para Alcaraz, que ha logrado acabar el partido pese a los problemas físicos. Le he dicho que es joven y que tiene toda la vida por delante, que es una pena, lo último que quieres es tener problemas físicos en este tipo de partidos", señaló el serbio al final del duelo.
"Esto no ha terminado, me queda un partido, estoy muy orgulloso de haber alcanzado esta final, pero el trabajo no ha acabado", agregó el serbio, quien de ganar la final recuperará el número 1 del mundo en detrimento de Alcaraz.
El joven maravilla español, de 20 años, solo pudo dar lucha por dos sets, antes de sufrir un pinchazo en la pierna izquierda que le dejó imposibilitado deseguir compitiendo, aunque se negó a retirarse y completó el partido, ganándose el reconocimiento del público.
La final, contra Casper Ruud
Djokovic se medirá este domingo desde las 10 (hora argentina) contra el noruego Casper Ruud (4º), quien en el segundo turno despachó al alemán Alexander Zverev (22º) por 6-3, 6-4 y 6-0. Será la segunda final consecutiva del nórdico en Roland Garros, ya que el año pasado fue subcampeón tras caer ante Nadal por 6-3, 6-3 y 6-0. Ruud, de 24 años, todavía no tiene títulos de Grand Slam y también fue subcampeón en 2022 del US Open (derrota con Alcaraz en cuatro sets).
Djokovic, infalible
En el primer set, el serbio supo maniatar a Alcaraz, quien le había ganado su único cruce previo, en Madrid el año pasado en tres sets. Cada ataque del español encontró una respuesta adecuada de un Djokovic que supo colocar así en dificultades al número 1 del mundo y se llevó el primer parcial por un sólido 6-3.
El mejor Alcaraz y un punto para la historia
En el segundo, el partido entró en su fase más intensa, con los golpes más festejados por los espectadores, incluido un fantástico tiro de espaldas de Alcaraz, acaso el mejor punto del torneo ante el que Djokovic no tuvo más que sonreír -con dientes apretados- y aplaudir.
El serbio llegó a levantar tres puntos para set cuando estaba el español arriba por 5-4 y 40-0, pero Alcaraz se recuperó del bajón y, con el apoyo del público, se llevó el segundo set por 7-5 y la cosa estaba como empezó.
La lesión de Alcaraz
El partido arrancaba de nuevo, solo que con dos horas en las piernas de ambos tenistas. La resistencia comenzaba a ser un factor, en medio del calor parisino.
Pero apenas arrancado el tercer set, en el último punto del segundo juego, Alcaraz sufrió un pinchazo en una pierna. Tras varios minutos probando en la cancha, decidió pedir asistencia médica, algo solo permitido en los intercambios de lado.
Por ello, la árbitra le informó de que en ese caso perdería todos los puntos hasta el siguiente intercambio. Alcaraz aceptó y eso colocó el marcador en 2-1 a favor del serbio y servicio.
Visiblemente tocado, el español regresó al campo pero prácticamente no podía competir. Quiso probarse para esperar el siguiente intercambio y recibir de nuevo asistenca del fisioterapeuta, que llegó tras entregar su saque en cero.
Alcaraz forzó para seguir pero apenas podía correr y responder al juego del serbio, que se fue apuntando los games mientras el drama de Alcaraz seguía su curso.
Alcaraz entró unos minutos al vestuario antes del inicio del quinto y regresó entre gritos de "¡Carlos, Carlos!". Mejoró algo su nivel, tuvo dos pelotas para quiebre en el segundo y hasta ganó un juego, mientras Djokovic hacía lo justo para ganar el set ante un obstáculo mayor que su rival: la incómoda situación de jugar contra un lesionado, con un público que además nunca fue devoto suyo.