Cerrada durante el mandato de Mauricio Macri como presidente y de María Eugenia Vidal como gobernadora bonaerense, la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos (Fanazul) tuvo este viernes su acto de reapertura, una suerte de reivindicación para los trabajadores que habían sido despedidos: "Fue una política que cerró muchas industrias, convencidos de que
Argentina no es un país llamado a industrializarse sino que, en el mejor
de los casos, podía ser el supermercado del mundo", dijo Alberto Fernández en la reinauguración de la planta de Fabricaciones Militares en la localidad de Azul. "No nos avergüenza decir que queremos un Estado fuerte, presente, que
intervenga allí donde los desequilibrios sociales se producen, queremos un Estado promotor de la economía", destacó el Presidente.
Acompañado en el estrado por el jefe de Gabinete y precandidato del FdT, Agustín Rossi, y por el ministro de Defensa, Jorge Taiana, Fernández dijo que Fanazul y Fabricaciones Militares son empresas muy importantes que el gobierno de Macri entendía que sobraban. A partir de ahí, intentó mostrar las diferencias con las políticas promovidas por su administración e insistió en el rol del Estado como promotor de la economía: "Desarrollamos obra pública, construimos viviendas, generamos 550 mil puestos de trabajo registrados y en Argentina los cuatro años últimos 1.100.000 personas se inscribieron en el Anses como trabajadores nuevos", detalló.
El Presidente recordó que en diciembre de 2019, Rossi -entonces ministro de Defensa- le planteó la necesidad de reabrir la fábrica de explosivos: "Veo sellado un objetivo ¿terminó acá la tarea? No, acá empieza. Acá no llegamos, estamos empezando", dijo Fernández. Además del beneficio social para los trabajadores reincorporados, subrayó el interés nacional de "poner en valor la industria de la defensa".
Una cuestión nada menor que destacó el mandatario es que ya está comprometida para la exportación toda la producción conseguida hasta el momento por Fanazul y que, al producir explosivos que se usan para la minería, "esa demanda va a seguir en toda América Latina y también en Argentina". "Estamos haciendo un buen negocio como sociedad volviendo a recuperar el trabajo para Azul. Estamos haciendo un buen negocio como argentinos", añadió Fernández.
Antes, el ministro de Defensa repasó la historia de la empresa y dijo que se trata de "una recuperación importante" ya que en el lugar "se progresa, se avanza, se capacita gente, se produce". Taiana valoró que la recuperación de las capacidades de FM es "fundamental" para la defensa y para el fomento de la pequeña y mediana empresa. También comentó que Argentina deberá encara la fabricación del trotyl necesario para la producción de municiones de gran calibre.
Rossi, por su parte, contó que en 2018, recorriendo Azul, mantuvo un encuentro con quienes habían sido despedidos de Fanazul. "Vendían empanadas y locro para sobrevivir al macrismo. Les prometí que si llegábamos al gobierno íbamos a reabrir la fábrica", recordó. Más tarde, comentó su "emoción" por estar devolviéndole "al pueblo azuleño una fuente de trabajo y desarrollo fundamental". "El abrazo de los compañeros con quienes me comprometí hace cuatro años es el mejor reconocimiento que puede recibir un político por su gestión", destacó.
La reapertura oficial se concretó a cinco años del cierre que impulsó la administración de Vidal, que implicó el despido de más de 200 empelados, situación que convirtió a esa fábrica en un caso emblemático de lucha por los derechos de los trabajadores. Ollas populares, más de mil días de acampe, cortes en las rutas 51, la 3 y la 226; grandes movilizaciones desde Azul hasta la Ciudad de Buenos Aires, y la conformación de un comité de crisis fueron parte de esa resistencia.
Ubicada a unos 32 kilómetros del centro de Azul, Fanazul fue inaugurada en 1946 y desde sus inicios estuvo destinada a producir bienes y servicios para la defensa, la minería y otras actividades. Incluso llegó a ser la única productora de trinitrotolueno (TNT) de Sudamérica. Durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, Fanazul se reactivó luego de un fallido intento de privatización en la gestión de Carlos Menem. El proceso se interrumpió en 2017, cuando el gobierno de Cambiemos determinó el cierre de la fábrica para "achicar gastos" del Estado.