Unas diecinueve personas –entre ellas cinco agentes de la Policía de Santa Fe– fueron detenidos ayer a la mañana, cuando se realizaron unos veintiséis allanamientos en Rosario y la región, en el marco de una investigación a una banda que trafica drogas y que además captaba a menores de las localidades santafesinas de Coronda y Gálvez para someterlos, prostituirlos y obligarlos a trabajar en sus búnkeres. Los detenidos son doce mujeres y siete hombres. La investigación del caso está a cargo de la la Fiscalía Federal Nº2, liderada por el fiscal federal Claudio Kishimoto, y su auxiliar Franco Benetti.
La banda engañaba a menores de la región de Coronda y Gálvez ofreciéndoles trabajo en Rosario y las obligaba a consumir droga y a prostituirse con los soldaditos amenazándolas de muerte. La investigación comenzó cuando una menor de Coronda denunció que un grupo de mujeres había secuestrado a una amiga. Al alertar a la policía, se logró rescatar a la joven del vehículo y se detuvo a las tres mujeres.
En los operativos –que se realizaron en las localidades de Rosario, Ricardone, Funes, en la cárcel de Coronda y en el Instituto de Recuperación del Adolescente de Rosario (IRAR)– trabajaron de forma conjunta Benetti, agentes de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y personal de Trata de Santa Fe.
El responsable de la AIC, Darío Monti, explicó ante la prensa que en los allanamientos se secuestró droga, como marihuana y cocaína, además de documentación de interés para la causa y teléfonos celulares. Para los operativos se movilizó a unos 300 agentes, en una investigación que está a cargo de la Dirección de Investigaciones contra el Narcotráfico de la AIC.
Por su parte, Benetti, apuntó que “la fuerza actuó en la investigación con la utilización de drones. Fue una operación bastante relámpago, desde que se formalizó la denuncia a la fecha pasó un lapso muy corto de tiempo donde la policía hizo quince informes muy contundentes sobre la operatividad. Nos demoramos en el inicio para obtener una mayor cantidad de testimonios”.
En este sentido, indicó que la investigación de esta banda comenzó a raíz del testimonio de dos chicas que habrían sido sometidas por esta organización. Además, precisó que las testigos se encuentran protegidas.
Fue el fiscal federal Claudio Kishimoto quien contó que "se pudo corroborar la operatoria de esta organización, que no es grande en su extensión de personas, pero sí es importante por cómo estaba conformada y cómo hacían las operaciones de compra y venta de estupefacientes”. Al respecto, indicó que las órdenes eran emitidas por un hombre que está preso en la cárcel de Coronda. Además, puntualizó que las personas captados por esta banda –adolescentes varones y mujeres– eran sometidos a trata laboral y sexual.
Consultado por los policías de la provincia involucrados en esta red, Kishimoto explicó: “Las víctimas habían asegurado que había personal policial que estaba vulnerando sus derechos en todo sentido. Pudimos corroborarlo y logramos las detenciones de esas personas. Hay cinco policías involucrados, que prestaban servicio en la Policía santafesina, en el comando y en Rosario”.