Quedaron en un virtual empate. Horacio Rodríguez Larreta consiguió meter en la alianza opositora a José Luis Espert, que no baja sus intenciones de competir en las presidenciales. Y Patricia Bullrich celebró haber bloqueado el ingreso en la coalición del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, a quien mandaron al freezer. En el larretismo, ya admitían que no habrá alianza previa a las PASO con el cordobés, aunque el jefe del gobierno porteño sigue sin querer dar por cerrado el tema. De paso, Larreta lo toreó al ex presidente Mauricio Macri y le pidió que explique públicamente por qué no quiere sumar a Schiaretti. En tanto, el gobernador cordobés ya tomó nota de que no habrá acuerdo y se prepara para lanzar su candidatura por afuera.
Schiaretti ya pasó la página al ver que se cortaban las comunicaciones con el sector de Juntos por el Cambio que buscaba sumarlo, que incluye a Larreta, pero también a Elisa Carrió, a Gerardo Morales y a Miguel Angel Pichetto. De hecho, camina a anunciar su candidatura a presidente a comienzos de la semana próxima por un frente que se va a llamar Hacemos Unidos. Y a otra cosa.
Habrá que ver si en el medio lo recupera a Juan Manuel Urtubey, que ya bajó su sociedad con el gobernador de Córdoba y se fue silbando bajito.
"Que la expliquen"
No obstante, Larreta no está dispuesto a reconocer la derrota: “Nunca doy una discusión por cerrada, hay distintas etapas para sumar, puede haber mecanismos diferentes, pero yo no voy a cambiar mi vocación de sumar”, afirmó. En su entorno, dicen algo similar: que es dificil lograr sumar a Schiaretti en una alianza previa a las PASO como pretendían, pero que no descartan buscar acuerdos más adelante.
“Yo sigo teniendo la vocación de sumar, sea ahora, la semana que viene, después de las PASO, después de las elecciones, en todo momento tenemos que tener esta actitud”, remarcó Larreta, dejando en claro que si le gana a Bullrich la interna ese será el camino que recorrerá.
De paso, aprovechó, como quien no quiere la cosa, para limar al expresidente: "Si Macri está en desacuerdo con sumar, que explique las razones. Pichetto, Morales, Lousteau y Carrió están todos de acuerdo en sumar", le contó los porotos. Y dijo algo más que quizás pasó inadvertido: "Yo resisto el archivo". Es la segunda vez que Larreta alude a esto. El contexto es que Macri hace no tanto defendía aliarse con Schiaretti y hoy está en contra.
"Para ganarle al kirchnerismo hay que sumar. Ayer dimos un paso importante con José Luis Espert. Eso es sumar. Como hicimos hace unos años con Miguel Pichetto. En el caso del gobernador de Córdoba, yo nunca doy una discusión por cerrada. Hay distintas etapas para sumarse, distintas formas", retrocedió cautelosamente Larreta.
"Ya no se discute"
Bullrich se siente victoriosa tras una semana en la que le empantanó una reunión de los presidentes de partido con visitas inesperadas, como las de Luis Juez o Ricardo López Murphy, y le complicó el escenario hasta trabar la entrada de Schiaretti. En su entorno dicen que esta pelea fue "todo pérdida para Larreta".
"Ya quedó claro. Todo el país sabe que es absolutamente inoportuna esa decisión, eso ya no se discute más", cortó el tema Bullrich. "No vamos a entregar ese espíritu de lucha de los cordobeses que han apoyado nuestro proyecto siempre", dijo en una recorrida por La Matanza.
"No quiero un cambio partidocrático, de políticos con políticos. No queremos que Juntos por el Cambio se convierta en una herramienta para que nada cambie", le tiró a Larreta, siempre en la línea de plantearse como el verdadero cambio. "No queremos que nos metan por la ventana a los que no quieren cambiar absolutamente nada", insistió. Bullrich considera que cuestionar un intento de acuerdo con Schiaretti no hace más que apuntalarla ante su electorado.
No obstante, Bullrich olvida de forma deliverada que esta semana no fue todo ganancia para ella: debió aceptar la incorporación de Espert, que no baja su candidatura a presidente y probablemente le coma algunos votos a ella, de esos que pueden ser esenciales en la pelea con Larreta.
Foto sin Bullrich
La presentación de la alianza con Espert fue con una foto en la que estuvieron dirigentes de todos los sectores menos los de Bullrich. El liberal se ocupó de decir que llega "sin ningún tipo de condicionamientos a las candidaturas" (verbigracia: eludió el veto de Bullrich a su postulación a presidente). No estuvo el titular del PRO, Federico Angelini, quien se ocupó de frenar todo lo que pudo el arribo de Espert e intentó condicionarlo para que fuera candidato a gobernador o a otra cosa.
Sentado a su lado, Morales dejó en claro que ganaron una batalla con Espert, pero que van por más en el futuro: “Lo de Schiaretti nos comprometimos a repensar y rediscutir. Es un tema que vamos a seguir analizando y la consigna va a ser la unidad. No está en riesgo la unidad de Juntos por el Cambio”, enfatizó. Lo mismo dijo el secretario general del PRO, Eduardo Macchiavelli (línea Larreta): "Lo vamos a seguir pensando después de las elecciones en Córdoba". Como las elecciones son el 25 de junio, es posterior al cierre de alianzas y de listas.
Para completar el juego de presiones, la Coalición Cívica tuvo un plenario federal, a cuyo término plantearon: "Nuestra vocación será siempre fortalecer la unidad, ampliar y potenciar nuestra coalición". Y añadieron: "En tiempos en que algunos buscan fragmentar y polarizar a los argentinos, sabemos que hay una inmensa mayoría de ellos que reclama una salida justa y no violenta". Fue en línea con las palabras de Carrió, quien aseguró que Macri quiere un gobierno con ajuste, represión y violaciones a los derechos humanos.