Heather Antos es una joven editora de Marvel que vive y trabaja en Nueva York, y que en sus más de 2 años laburando para el titán de las historietas, ha estado involucrada en la realización de cómics como StarWars, DarthVader, Deadpool, Gwenpool, entre tantísimos otros. No por su buen desempeño, sin embargo, la muchacha se ha vuelto noticia viral. Sucede que, hace poco más de una semana, Heather devino marcado target de un batallón de trolls que dedicaron horas, ¡días! a agredirla insistentemente, con frases o epítetos rebosantes de tirria, saña. ¿Cuál fue la “razón” que prendió la llama misógina de tantos fervorosos fans del cómic? ¿Cuál fue el catalizador que avivó el encono de una horda de varones? Pues, lo que detonó el iracundo ciberacoso fue… una selfie. Más precisamente, una selfie donde HA posaba muy sonriente con sus compañeras de oficina, todas tomando un milkshake ¡Qué tupé el de la chica!: mostrarse con sus amigas de la industria cómic y, colmo del espanto, bebiendo una malteada. ¡O peor aún!, dedicar la imagen a la recientemente fallecida Florence Steinberg, primera mujer contratada por Marvel, que abrió el camino para otras, como Antos y compañía.
Entonces, lo dicho: postear la (inocentísima) selfie se convirtió para Heather en una genuina pesadilla. De la noche, a la mañana, empezó a ser bombardeada con mensajes peyorativos, cuando no lisas y llanas amenazas; entre ellos (he aquí una recopilación de los más tibios): “¡Sos una falsa geek!”, “¡Nadie quiere escuchar los quejidos de tu propaganda feminazi!”, “Basta de justicieras sociales estereotipadas”, “Por gente como vos, Marvel se está yendo al tacho”, “¿Se acuerdan cuando las historietas eran sobre superhéroes, y no un espacio seguro para que feministas crearan personajes femeninos y se dieran palmaditas entre ellas?”, “Mejor háganle firmar una hoja de consentimiento: parece el tipo de mina que mentiría sobre haber sido violada”…
“Qué desfachatez la mía. Postear una foto con mis amigas sin esperar ser intimidada, insultada, acosada. Y todo por ser una mujer. En la industria cómic. Qué lugar tan espantoso y desagradable se ha vuelto internet”, respondió ella (y Naciones Unidas le daría la diestra; finalmente, según un estudio que publicó en 2015, el 73 por ciento de las mujeres han padecido alguna forma de ciberviolencia, en muchos casos con consecuencias letales). Por fortuna, la creciente ola de odio contra HA fue contrarrestada por una ola de cariño. Porque frente a los injustificados embistes, se hizo presente el justificado apoyo de varios cientos de colegas (y fans, y artistas, y genuinos e inclusivos geeks) que salieron a bancar a Heather, subiendo sus propias selfies bebiendo milkshakes. Lo hicieron bajo el hashtag #MakeMineMilkshake, con el que también postearon ilustraciones de héroes y heroínas disfrutando de una sabrosa y azucarada bebida cremosa. Con todo, acaso lo más emocionante -e inesperado- fue la reacción de DC Cómics, eterno competidor de Marvel, que se hizo eco del asunto con una foto de sus empleadas bebiendo ricos batidos. “Como si se tratara de un soñado crossover de Los Vengadores y La Liga de la Justicia, los notorios contrincantes se unieron para derrotar al supervillano más grande de internet: los trolls machistas”, resumió la web Mashable. Mientras otras voces empoderadas de la industria aclamaban: “Buen intento, muchachos, pero las mujeres de los cómics estamos hechas de acero. Y no podrán quebrarnos”.
Este dulce final, sin embargo, sin duda tendrá próxima entrega. Porque, lejos de ser un caso aislado, “ya sabemos que los trolls se comportan como un monstruo cuando las mujeres abogan explícita o implícitamente por la diversidad”. Así lo postula el sitio The Mary Sue, que suma sonados ejemplos. Por caso, cómo la escritora Chelsea Cain, autora de la historieta Mockingbird, tuvo que dejar Twitter por los violentos y constantes mensajes recibidos tras escribir estas inofensivas líneas: “Compren el siguiente número, y dejen saber a Marvel que hay espacio en los cómics para heroínas que son mujeres adultas”. O bien, cómo ZainabAkhtardebió dar de baja su web Comics & Cola, especializada en cultura historietista, por los repetidos ataques sexistas y racistas. Qué va: en los últimos 2 años, las convenciones Comic-Cons, mecas geek por excelencia, han tenido que reforzar sus políticas contra abuso y acoso hacia las mujeres (casi el 50% del público) por las reiteradas y numerosas denuncias.
Es que, retomando al sitio Mary Sue, “algunos ‘fans’ se sienten tan amenazados por la idea de que existan mujeres en la industria, que hasta una selfie los hace estallar de bronca. Y esa rabia es aún peor si sos una mujer trans, una mujer negra, o una mujer con una discapacidad. Y no hay nada que podamos hacer para protegernos. Ni ignorarlos ni intentar entablar una conversación apacigua a personas que odian nuestra mera presencia. Lo único que los tranquilizaría es que dejáramos de existir en espacios nerd. Pues sepan de una buena vez: no vamos a hacerlo”.