Tres hombres fueron aprehendidos en la localidad bonaerense de Ituzaingó como sospechosos del crimen del comerciante asesinado a balazos durante un asalto, en el que también resultó herida la hija de un conocido empresario dedicado a la fabricación de acoplados y semirremolques de San Antonio de Padua.
No obstante, el dueño del automóvil que la banda de delincuentes utilizó para cometer el asalto se declaró inocente al ser indagado por el fiscal de la causa, mientras que los otros dos sospechosos aprehendidos fueron liberados el sábado a la noche, informaron fuentes judiciales.
Uno de los detenidos fue identificado como Walter Rodríguez Sierra (53), un ciudadano uruguayo que es el dueño del auto hallado el viernes por la noche y que presuntamente la banda utilizó para cometer el hecho.
Fuentes judiciales informaron a Télam que el operativo fue realizado en la calle Juan Martínez al 2400, entre Cuyo y Hortiguera, en la localidad de Ituzaingó, donde también fueron capturados dos jóvenes de 18 años, uno de ellos hijo del anterior sospechoso.
Allí, la Policía encontró 87 municiones calibre .40; 151 municiones calibre 9 milímetros, y 3 municiones .380.
Las detenciones se concretaron en el marco de cinco allanamientos realizados en distintos puntos de Castelar Sur, Ciudadela e Ituzaingó.
En ese marco, en Gervasio Pavón al 3500 de Castelar, agentes de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local encontraron estacionado en la calle, frente a un kiosco llamado “Mandale mecha”, el Volkswagen Gol Power gris, patente FCB 164, utilizado por los asaltantes y cuyo propietario es Rodríguez Sierra.
En su interior, los efectivos secuestraron una manopla, una barreta, un cortador neumático tipo cizalla (corta candado) y herramientas.
Fuentes allegados a la causa contaron que el "Uruguayo" tenía en su casa una central de monitoreo satelital que controlaba ese negocio, por lo que estaba mirando en directo cuando los policías revisaban el auto secuestrado.
También tenía en su teléfono celular, que fue secuestrado, otros domicilios que figuraban como objetivos para vigilar.
Todos los elementos secuestrados serán peritados ahora por la Policía Científica y desde ahí en adelante se van a pedir nuevas medidas en la causa.
El fiscal Claudio Oviedo ya solicitó al Juzgado de Garantías de turno de Morón la formal detención de los capturados y ahora espera su resolución.
Todos ellos serán sometidos al Sistema automatizado de identificación de huellas dactilares (AFIS) y al barrido electrónico en busca de restos de pólvora en sus manos.
Otro investigador allegado a la causa contó que se está tratando de establecer "si los delincuentes tenían como dato que había dinero guardado en la propiedad de Izzo, si el hecho tiene que ver con su actividad o algún pago a proveedores".
Sobre la salud de Silvana Andrea Petinari (56), esposa del empresario, los voceros contaron que ayer a la tarde fue trasladada por pedido de la familia al Sanatorio Los Arcos del barrio porteño de Palermo, donde su estado es delicado y con cuidado intensivo.
El asesinato de Esteban Gabriel Izzo (60), dueño de un aserradero de la zona oeste del conurbano, ocurrió este viernes a las 4.20 de la mañana en su casa de Italia 1077, a pocas cuadras del centro de la estación de San Antonio de Padua.
En el lugar también fue gravemente herida su esposa, hija del propietario de la firma "Petinari", dedicada a la fabricación de acoplados, volcaduras y semirremolques, del partido de Merlo.
La mujer hoy se encontraba estable pero con pronóstico reservado, agregaron los voceros consultados.
Sobre la tentativa de robo, dos delincuentes bajaron de un Volkswagen Gol Power gris y, tras forzar la persiana americana de madera de un ventanal sin rejas que da a la calle, entraron al domicilio de la pareja, mientras que al menos dos cómplices quedaron de apoyo a bordo del vehículo.
Según las fuentes, Izzo se despertó al escuchar ruidos y agarró dos armas de su propiedad que guardaba en su habitación: una pistola Bersa calibre .40 y un revólver .38, y salió de la habitación para ver qué sucedía.
En circunstancias que aún se intentan reconstruir mediante peritajes, Izzo se enfrentó con los delincuentes, quienes le dispararon con armas de fuego y además lo apuñalaron.
Las fuentes detallaron que la víctima también disparó, aunque sólo con el revólver --la pistola se le trabó-- pero aparentemente no alcanzó a herir a nadie.
En esas circunstancias, el dueño de casa fue alcanzado por al menos cinco proyectiles y murió en el lugar a raíz de las lesiones de bala y también de arma blanca que los delincuentes le provocaron, añadieron los informantes consultados.
Su esposa, en tanto, también forcejeó con los asaltantes, quienes la apuñalaron y la golpearon, lo que le provocó la pérdida del globo ocular derecho, según agregaron las fuentes.
La mujer fue trasladada en grave estado al hospital Eva Perón de Merlo, donde la estabilizaron, y luego trasladada al sanatorio de Palermo.
En la vivienda también se encontraba la madre de la mujer herida, Elsa Genoveva Otruba de Petinari (83), aunque resultó ilesa ya que no salió de la habitación.