En el principio fue un stencil. Corría el 2009 y Mariela Acevedo (licenciada en Comunicación y doctoranda de Ciencias Sociales) militaba en una agrupación feminista y una colega, Ángeles Anchou, pensó en un sello con el que empapelar la ciudad: la palabra Clítoris, tan reprimida por muchxs, tan perfecta en su sonoridad, tan escandalosa, ocupando el espacio público, nombrando y haciendo visible el placer de las mujeres. El deseo y la palabra empezaron a cristalizarse en un proyecto concreto cuando la “Revista Clítoris. Historietas y exploraciones varias” ganó, al año siguiente de ese primer destello, el Concurso de Nuevas Revistas Culturales “Abelardo Castillo”, entre 122 propuestas de todo el país. “Estaba terminando mi tesina de grado. Ahí exploraba la representación que se hacía de las mujeres y también la ausencia de autoras en papel (encontraba muchas haciendo cosas en la web pero no estaban en las publicaciones del medio cuando ibas a buscarlas en las publicaciones en papel). Ahí fantaseé con la posibilidad de editarlas y cuando apareció el concurso se me ocurrió que una revista con autoras de historieta que se llamara Clítoris podía incluir también “otras exploraciones”. Soñaba que podíamos tener entrevistas a creadoras, artistas y cualquier expresión del campo cultural que explorara las relaciones de poder, los vínculos amorosos, afectivos, sexuales desde una perspectiva feminista, donde pudiéramos discutir y crear “feminismo gráfico”, imágenes que plasmaran las luchas pero desde el empoderamiento y no desde la victimización que parecía abundar cuando se trataba de hablar de la situación de las mujeres” cuenta Mariela.

El nombre fue tomado del stencil, pero la idea se nutrió de referencias como Trina Robbins o más cerca en el tiempo y geografía, la iniciativa de Tribuna Femenina Comix <http://tribunafemeninacomix.blogspot.com.ar/> en Chile de Melina Rapimán. Mariela pensó Clítoris para papel: “armamos un número cero para ganar el financiamiento de cultura y lo obtuvimos. Hicimos cuatro números (que era lo que pedía el concurso) de mil ejemplares con 20 mil pesos que cobramos en cuotas. Hoy con esa plata no se puede hacer eso...pero en ese momento cubría los gastos de imprenta. Todo lo demás era mangueado: las colaboraciones gráficas y textos (menos el diseño). Hoy las colaboraciones tanto dibujadas como escritas las pagamos” explica. Es un esfuerzo enorme pero bien vale el resultado que ahora, en formato libro, se presentó bajo el sello Hotel de las Ideas.  

“La propuesta desde el número cero premiado se plasmó entre septiembre de 2011 y abril de 2013 como un cruce de caminos entre la deconstrucción de los estereotipos sexistas y la búsqueda de lenguajes que permitieran visibilizar el trabajo de las mujeres en el arte y los medios de comunicación. Un encuentro entre las intervenciones ensayísticas o académicas sobre las imágenes de las mujeres en la publicidad, en el cine y las artes gráficas y la producción de nuevas imágenes y discursos que escaparan al reiterado uso de la denuncia y la victimización como principales estrategias de visibilidad y cuestionamiento de la desigualdad. Con el convencimiento de que el humor, la ironía y la reflexión podían ser formas eficaces en las que, a partir de las historietas, las viñetas de humor gráfico y otras expresiones críticas y creativas, generáramos cuestionamientos al sentido común” dice Mariela.

 

Se trató de crear un espacio para poner a circular  “dosis de feminismo” en forma de historieta, en un lenguaje directo, lúdico y que permite hablar de temáticas feministas que estaban relativamente ausentes en el medio. A diferencia de lo que comúnmente puede denominarse “historieta femenina”, “de mujeres” o “para mujeres” que suelen tematizar cuestiones referentes a la depilación, arrugas y dietas, Clítoris pone en circulación una crítica a ciertos lugares de la feminidad, la masculinidad, la división binaria y jerárquica de los sexos, prestando principal atención a temas como la interrupción voluntaria del embarazo, la prostitución, la violencia, el sexismo, el heterosexismo, el canon de belleza opresivo y el justo reparto de tareas, entre otros. 

Luego de la experiencia de la revista se aliaron con la Editorial Hotel de las Ideas y publicaron la primera antología de Clítoris. Sex(t)ualidades en viñetas (2014). El salto de la revista al libro fue un acto de sobrevivencia: sostener una revista, aunque sea trimestral, demanda una energía, una inversión económica y un esfuerzo que se reitera muy pronto y suele ser agotador. Además, explica Mariela, es difícil sostener un equipo. “Los temas que en el feminismo son discusiones constantes pensamos que podían permear otros espacios que están por fuera de los círculos militantes y de las paredes de la academia gracias a un lenguaje como el historietístico. La idea de crear un espacio para creadoras no pretendió ser exclusivo de mujeres. En los cuatro números de la revista y en las dos antologías tanto el equipo como las colaboraciones participaron  mujeres y varones cis y trans  que escribieron o dibujaron desde una perspectiva feminista. La idea es generar una discusión sobre la marginalidad de las creadoras, su invisibilización, las formas de intervención que estas postulan desde ese lugar ex/céntrico en el que se encuentran y para ello recibimos colaboraciones y aportes de creadoras y creadores que tuvieran una visión feminista de estos temas”.

El libro, con menos secciones que una revista representó la posibilidad de continuar con la propuesta de la revista, estar en librerías y ferias y plasmar lo que querían en historietas más largas, autoconclusivas y breves ensayos. Así en la primera antología se propusieron retomar la propuesta de la revista con historietas de ocho páginas antecedidas por un breve escrito que enmarcaba la lectura en cuatro temas: despenalización del aborto, canon de belleza excluyente, CisHeteroSexismo y Explotación sexual/prostitución. “Propusimos coordenadas de discusión y un canal de expresión e hicimos una suerte de pedagogía: construimos feminismo gráfico, pusimos en contacto el trabajo de autorxs, generamos un deseo de leer historietas en personas que antes no habían leído comics y de leer feminismo en usuales lectorxs de historieta. En este segundo volumen (2017) nos propusimos más un recorrido a explorar en donde las luchas feministas se entrecruzan con algunas críticas o autocríticas a los espacios de acción (por ejemplo cómo asumimos  el feminismo, las contradicciones, la militancia como espacio de aprendizaje y afecto, la participación de los varones, el avance de la derecha neoliberal en los espacios LGTB o la transfobia en espacios lésbicos). 

Participan en el libro: Mariana Salina/Maru, Katherine Supnem, Verónica García, Nahuel Sagárnaga/Javi Hildebrandt, Delfina Pérez Adán/Carina Maguregui, Julia Inés Mamone/ Maximiliano Blanco, Mariela Acevedo/Camila Rapetti y Maia Venturini Szarykalo. Escriben Amanda Alma, Nayla Vacarezza, Lucas Fauno Gutiérrez e Irass Pocasangre y Aylin Mainard de Akntiendz Chik. La portada es obra de Gato Fernández. “En noviembre de 2016, luego del Encuentro Nacional de Mujeres de Rosario con Maia Venturini y Gato Fernández comenzamos a pensar en un espacio de articulación de autoras de historieta y humor gráfico que se vinculara con las demandas del movimiento de lesbianas, mujeres cis / trans y personas no binarias. El 25 de Noviembre estrenamos CarnesTolendas. Política sexual en viñetas, que es un espacio virtual pero que hemos hecho fanzines y pegatinas. Ilustramos el Decálogo para el correcto tratamiento Periodístico del Derecho al Aborto de las compañeras de Católicas por el Derecho a Decidir. Lo último fue que varias de las autoras que están en CarnesTolendas ilustraron el fanzine que regalamos en la preventa de Clítoris. Anarcha Glam una reconstrucción de la historia de la ginecología y la colonización corporal”.