El miércoles pasado, en el séptimo piso del Consejo Federal de Inversiones, trece gobernadores dieron a conocer un documento de tres puntos: la construcción de una lista de unidad con integración de carácter federal; la elaboración participativa de una estrategia electoral superadora de la coyuntura y de carácter federal, convocando a otras fuerzas políticas; y la conformación de una comisión de acción política que contribuya a la construcción de un Plan de Gobierno con eje en el desarrollo y la inclusión social.
Estuvieron presentes los gobernadores de Entre Ríos, La Pampa, San Juan, Catamarca, La Rioja, Santiago del Estero, Chubut, Chaco, Santa Cruz, Provincia de Buenos Aires, Misiones, Formosa y Tierra del Fuego.
En este escenario, el pronunciamiento unánime de estos gobernadores del Frente de Todos y aliados contribuye a fortalecer la idea de una lista de unidad. El peso electoral sumado de estos distritos supera el 55% del total nacional.
Lo deseable sería que pudiéramos conformar una lista de unidad. A partir de allí se produciría un ordenamiento del espacio político con la definición de alianzas, candidatos y programa. Mientras ello no sucede se generan tensiones entre las fuerzas que integramos el Frente de Todos.
Por eso, el documento de este grupo de gobernadores es relevante. Se trata de dirigentes que tienen matices entre ellos. Sin embargo, pese a esos matices, han coincidido en un planteo común para acelerar las definiciones electorales. Además, ese acuerdo al que arribaron intentan extenderlo al resto de los actores políticos del espacio. Su intervención es un eslabón de un proceso más general de construcción de unidad.
En paralelo, un grupo de 15 vicegobernadores —los trece de las provincias firmantes del documento más los de Tucumán y Santa Fe—, presentaron una carta en la que sostienen que “se deben evitar las divisiones y concentrar los esfuerzos para priorizar el bienestar socioeconómico de nuestro pueblo”. De este modo, se sumaron a la demanda de “la integración de una lista de unidad y federal”.
También hubo una reunión de los intendentes de la primera y tercera sección electoral del Gran Buenos Aires con el gobernador Axel Kicillof. Entre todos, concentran el 67% del electorado bonaerense. Si bien el objetivo de la reunión fue interiorizarse del plan de obras para esa región, también discutieron acerca del próximo escenario electoral. No hubo una posición explícita sobre la necesidad de una lista de unidad, como sucedió con la reunión previa de los gobernadores. Pero, según algunos medios, Axel Kicillof señaló al finalizar la reunión que “hubo un intercambio… son todos dirigentes con muchísima experiencia y hubo una claridad, absoluta y una unanimidad absoluta de que tiene que haber un proceso de intensificación de la unidad, es con la unidad”.
Mientras tanto, dentro de Juntos por el Cambio crecen las diferencias y los enfrentamientos. El conflicto interno escala en las declaraciones de los principales protagonistas. Elisa Carrió, por ejemplo, ha dicho: “Lo conozco mucho (a Macri). Él tiene un lado claro y un lado oscuro. Y el lado oscuro está jugando para que pierda Juntos por el Cambio”.
Carrió también dijo que Macri pretende concretar una alianza con Javier Milei para llevar adelante “un ajuste muy brutal”, que hará necesario “reprimir hasta matar si es necesario” y por el cual “vamos a terminar en un juzgamiento por delitos de lesa humanidad”.
En defensa del expresidente y de Patricia Bullrich intervino Laura Alonso, extitular de la Oficina Anticorrupción durante el gobierno macrista: “Si Carrió optó por Horacio y (Gerardo) Morales en su marco de alianzas, es su decisión. En la 'promiscuidad panperonista' se metió ella sola. No creo que haya sido engañada; tiene mucha experiencia política”, sostuvo la exfuncionaria.
A pocos días del cierre de las alianzas el lenguaje de los dirigentes de Juntos por el Cambio es rupturista.
Sin embargo, lo más probable es que resuelvan el conflicto interno. Ellos saben que la confrontación no es prioritariamente hacia su interior: es hacia afuera, con nosotros, con quienes expresamos un modelo de país que, entre muchas otras cosas, propone distribuir la riqueza y mejorar la distribución del ingreso. Por el contrario, ellos quieren concentrar la riqueza y disminuir los ingresos de los sectores populares.
Juntos por el Cambio viene por todo: ajuste, reforma previsional y represión, entre otras recetas ya conocidas. Para implementar su modelo antipopular necesitan, entre otras cosas, contar con una mayoría parlamentaria que les permita sancionar leyes sin depender de otras fuerzas que les quiten profundidad o velocidad. Como dijo Mauricio Macri en 2019 ante los comicios presidenciales: “si ganamos esta elección vamos a ir en la misma dirección, lo más rápido posible”. Es lo mismo que proponen ahora, aunque lo hacen de modo más explícito y más desenfadado.
La unidad es una necesidad de ambas coaliciones. Tanto del Frente de Todos como de Juntos por el Cambio.
En ambas fuerzas, la búsqueda de esa unidad produce tensiones alrededor de cómo se organiza esa unidad. El momento es intenso porque no sólo se eligen candidatos sino también estrategias y programas. Es decir: se eligen los contenidos de la unidad, se definen las políticas que la unidad va a expresar y se seleccionan los candidatos que la van a representar.
Estamos en el punto donde ambas coaliciones intentan juntar y ordenar todas las fuerzas con las que cuentan para confrontarse entre sí. Ello sucede en un escenario complejo con una división del electorado en tercios, según señalan las encuestas: a las dos fuerzas citadas se suma la irrupción de los libertarios de Javier Milei.
Al cierre de esta nota, las distintas organizaciones que integramos el Frente de Todos continuábamos atravesadas por diversos movimientos, debates y tensiones que hacían vislumbrar la inminencia de definiciones de importancia.
Más allá de la partición del electorado en varias fracciones, no hay que confundirse: la sociedad está dividida pero no en partes iguales. La porción más grande continúa siendo la del Frente de Todos.
No estamos eligiendo cómo perder mejor.
Estamos ordenando el espacio y trabajando para tratar de ganar.
Nuestro candidato es el proyecto. Un proyecto nacional, popular, democrático, inclusivo y feminista.
* Diputado nacional por el Frente de Todos y presidente del Partido Solidario.