Montado en un escenario que parecía diseñado para un lanzamiento de campaña, Sergio Massa arrojó su última advertencia: o el Frente de Todos se decidía a ir a las elecciones con una única fórmula o el Frente Renovador anotaría también un candidato propio para competir en la carrera presidencial. "Lo mejor para el país y el Frente de Todos es la unidad, pero si deciden que haya PASO, anótennos en las PASO, ahí vamos a estar", rugió frente a más de 12 mil dirigentes y militantes del Frente Renovador que habían viajado a participar del Congreso partidario en el estadio Arenas de Tortuguitas.
Después de una semana de rumores sobre la posibilidad de una ruptura, Massa ratificó su pertenencia al FdT y la consolidación de su alianza política con Cristina Fernández de Kirchner. "Nosotros nacimos cuestionando a esa dirigenta", recordó, y reivindicó la "generosidad" de la vicepresidenta cuando, en 2019, se corrió y "abrió los brazos más allá de las diferencias". La comparación era clara: frente al corrimiento de CFK ubicó a quienes "se pasean como candidatos sin reconocer que la situación nos obliga a tener humildad", en un dardo directo contra Daniel Scioli.
El massismo venía de una intensa campaña de presión por la candidatura única, alimentando durante días una serie de especulaciones sobre quiebres, renuncias y enojos internos. Estaba todo preparado para el Congreso partidario, un encuentro que, más allá de la formalidad de definir las alianzas, pretendía ofrecer una muestra de fuerza al interior de la coalición. Los primeros dirigentes empezaron a llegar a partir de las 14 al estadio, ubicándose en las primeras filas de sillas colocadas frente a un escenario dispuesto con micrófonos para que, cada cierto tiempo, alguno tomara la palabra. La mayoría hacía una suerte de reflexión sobre los últimos cuatro años de gobierno y, fundamentalmente, preparaba el terreno para lo que parecía ser un respaldo a una candidatura presidencial de Sergio Massa.
La voz de los dirigentes y Malena Galmarini
"Sergio es una persona que tiene la capacidad de construir consensos pero con la firmeza de que, cuando estos consensos no pueden llevarse adelante, le pone fin al debate levantando siempre sus banderas", lo ensalzó la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, quien el día anterior había movido el avispero sugiriendo que Massa podría renunciar al Ministerio de Economía.
"¿Quiénes son los que hacen en la Argentina? Quienes son capaces de tomar riesgos, como nuestro conductor político, que se plantó y se puso al frente de Economía", sumó el ministro de Transporte, Diego Giuliano. Se le fueron sumando otros dirigentes, como el "Vasco" de Mendiguren o el gobernador Mariano Arcioni, todos abocados en enumerar las virtudes de liderazgo de su jefe político.
Algunos dirigentes que no pertenecen al espacio, incluso, enviaron mensajes grabados, como Máximo Kirchner, Leandro Santoro, Hugo Yasky, Jorge Ferraresi, Germán Martínez y Leopoldo Moreau: una puesta en escena de la profundidad de las alianzas que Massa logró tejer con el kirchnerismo.
No fue sino hasta el final, sin embargo, que una dirigenta blanqueó su deseo de que Massa fuera candidato a presidente. Y quien lo hizo no fue ni más ni menos que su esposa y titular de AYSA, Malena Galmarini: "Muchas veces nos golpearon, otras tantas nos apretaron y estamos acá. Indestructibles. Porque lo hacemos con amor y ternura. Porque tenemos al mejor líder y porque seguramente cuando los argentinos y argentinas le den la oportunidad va a ser el mejor presidente". El público estalló en aplausos pero no se escucharon cantos de "Massa presidente".
El show de Massa
Cuando el Congreso terminó, las luces se apagaron, la pantalla detrás del escenario se encendió con la bandera de Argentina, el himno empezó a sonar y, ahí sí, Massa hizo su aparición. Esperó, solo en el escenario, a que el himno finalizara y entonces enfiló hacia una plataforma brillante y redonda en medio del estadio gritando "¡Viva la patria!" La militancia y la dirigencia aplaudió, la cámara tomó primeros planos de Galmarini sonriendo y Massa les agradeció a todos por estar presentes.
Arrancó su discurso rememorando la última vez que el Congreso se había reunido presencialmente, allá por 2019 cuando el Frente Renovador anunció que pasaría a formar del Frente de Todos. "Fue una decisión correcta", afirmó y le envió un guiño a CFK destacando que la convocatoria había partido de la "generosidad de la dirigente que más votos tenía entonces" para poder "dar la vuelta de página del país".
El líder del FR hizo un recorrido por su paso por el gobierno hasta convertirse en ministro de Economía, elevando algún que otro tirito a Martín Guzmán por la forma que se había negociado el acuerdo con el FMI. "Un ministro que se va, una ministra que llega, la idea de una crisis política y económica, de una corrida, de que el gobierno estaba de salida. Hablaban de una asamblea y decían que venía el helicóptero. Y ahí estuvimos, pusimos el cuerpo y no nos escondimos", reivindicó.
Tras un largo racconto sobre las políticas que había impulsado como ministro de Economía, llegó al contexto electoral y a la "puja de vanidades" por quién es el candidato. Ahí se refirió a las declaraciones explosivas de la última semana. "Nosotros no extorsionamos, no presionamos, damos nuestra opinión como dirigentes de un espacio político. Que nadie se haga la víctima, somos todos grandes", lanzó, apuntando contra las críticas que le habían hecho algunos referentes, como Juan Grabois.
La unidad del Frente de Todos
En ese momento Massa le puso fin a las especulaciones de una ruptura y ratificó la unidad del FdT: "Con unidad construimos una vuelta de página, para ponerle fin a la Argentina del ajuste y el endeudamiento. En unidad enfrentamos la pandemia. En unidad mantuvimos al gobierno a pesar de la crisis. Y creemos que el mejor camino para los argentinos y para construir futuro es la unidad", aseguró.
Afirmada la unidad, el ministro pasó al plato fuerte de la jornada: la exigencia de una candidatura única. "No se trata de vanidades personales. No estoy planteando una candidatura única de este espacio que sea Juan, Pedro o el ratón Mickey, sino un candidato para enfrentar los desafíos que tiene la Argentina para adelante", reclamó, hablándole directamente a Daniel Scioli, por un lado, pero también al presidente Alberto Fernández (quien viene empujando las PASO como herramienta para dirimir las candidaturas presidenciales).
Mejor candidato único, pero si no PASO
"Someter a una fuerza de gobierno a una división, a una pelea, es confundirle a la gente el rumbo, y no quiero dejar de decirlo porque todos tenemos responsabilidades. Y no puede pasar que mientras algunos se tienen que enfrentar al nivel de actividad o a los precios, haya otros que, sin tener una responsabilidad, se pasean como candidatos sin asumir el momento de fragilidad", disparó.
De esta forma, a cuatro días del cierre de alianzas, Massa decidió tirar su última bala: "Lo mejor es la unidad pero si deciden que haya PASO allí vamos a estar", aseguró, sin aclarar si el candidato del Frente Renovador, en el caso de que hubiera internas, sería él. "No busco trabajo. No necesito un cargo para hacer política", aclaró el ministro de Economía, aunque a su alrededor la dirigencia aplaudía como si acabara de anunciar una candidatura.
"Él está jugando a full para ser presidente, pero si hay candidato único puede llegar a acordar. Si no, irá él", aseguró un dirigente del Frente Renovador que estaba participando del Congreso, convencido de que Massa acababa de preanunciar su propia candidatura en el caso de que hubiera PASO. "Si hacemos despelote grande vamos con lo mejor", insistió el legislador.
Duro con la oposición
Massa, por otro lado, no perdió oportunidad para apuntar contra Juntos por el Cambio - los llamó "Juntos por el cargo" - y Javier Milei: "Ya lo dijo una dirigente que no me quiere nada, Carrió tiene razón. Vienen por el ajuste y la represión", resaltó. Y, a modo de cierre, cuando la dirigencia ya se había parado a aplaudirlo, finalizó con una letanía que fue repetida por una parte del estadio: "Unidad, unidad, unidad".
A la salida, en la dirigencia massista predominaba una convicción: el FdT tendría lista de unidad. El candidato podría o no ser Massa - la mayoría insistía que era la mejor opción -, pero lo importante era que no hubiera competencia interna. "Tenés al massismo, al kirchnerismo y los gobernadores diciendo que haya un candidato único. Scioli se está quedando solo", deslizó un operador bonaerense que, incluso, adelantó que la semana próxima se terminarían pronunciando en este mismo sentido los intendentes bonaerenses. A unos metros, un importante líder sindical agregó: "La CGT está con Massa también".