Jugó al lado de los gobernadores en la previa al documento en el que exigieron candidato de unidad. Los subió al escenario del CCK para una foto con Eduardo “Wado” de Pedro. En la semana de otro tembladeral, con Sergio Massa tensando al espacio, desde la misma posición Gabriel Katopodis, ministro de obras públicas, exintendente de San Martín, de regreso de Chaco, se pliega a la misma sintonía. Pide "candidato único", “no militar la interna de las PASO”, bajar los decibeles y ordenar al peronismo para enfrentar el otro modelo de país. En el medio, previene que nada se rompe. “Tengo una confianza enorme en todos los dirigentes y sé de la responsabilidad con la que vamos a tomar este momento. Vamos hacer todos los esfuerzos, hasta el último minuto hay que trabajar por la unidad y si eso no es posible, la política tiene los mecanismos para resolver las diferencias”, dice sobre las PASO. Y agrega: “Tampoco hay que dramatizar”.

– ¿PASO o candidato de unidad?

– Lo primero que tengo claro es que el peronismo tiene que construir un gran acuerdo, lograr una unidad muy fuerte, eso es lo principal. La mejor estrategia para ganar es que todo el peronismo esté abroquelado y que la discusión más sustantiva es que tenemos 6 mil obras en todo el territorio y no cerrar el ministerio de obras públicas para hacer obras en la Ciudad. Creo que esa es la discusión más interesante que tenemos que dar todos los días: que ellos quieren ajuste y sacrificio para todos los argentinos y nosotros que el esfuerzo lo tienen que hacer los que salieron mejor parados de esta crisis. No tengo dudas que debe ser el tema de conversación y de militancia y que nos tenemos que ordenar atrás de esa discusión, y que la única confrontación que tiene sentido es con los tipos que quieren volver desde un lugar muy cerrado. Y por supuesto, que hasta el último minuto hay que hacer el esfuerzo para construir un camino de unidad. Cuando eso no se logra, creo que la política tiene mecanismos para resolverlo y tampoco hay que cargar de dramatismo esa posibilidad. O sea, las PASO.

– Fue la posición de varios esta semana.

Ya se pronunciaron los gobernadores, y creo que hay que escucharlos. Son dirigentes legítimos en sus provincias. También quiero destacar: nadie está pensando que se imponga ningún método. Hay que bajar los decibeles y tensiones. Todo lo que se decida va a ser conversado y acordado. Y ese es el primer acuerdo con el que tenemos que encarar lo que viene: el proceso electoral. La crisis desordenó a los argentinos y desordenó al país, pero también desordenó al peronismo en la toma de decisiones de estos cuatro años. Y tenemos que dar cuenta cómo van a hacer las decisiones de los próximos cuatro años y qué se va a discutir, pero para tomar una sola decisión y cuando se tome esa decisión, se va a bancar y la vamos a bancar todos. Esa explicación tiene que ser clara para que la gente sepa que vivimos cuatro años muy complejos y difíciles.

– ¿Habrá mesa de acuerdo como en 2019 con el Presidente, CFK, gobernadores, CGT?

– No suelen ser tan amplias pero sí con los que tienen que estar. Creo que hoy hay un proceso genuino y es importante escuchar a todos. Unos opinan una cosa, otros otra. Gobernadores, intendentes, gremios y tenemos que tener la inteligencia de transitar esta etapa y volver a lo importante. Poner la energía en explicar cómo creemos que la Argentina sale adelante: con agenda de desarrollo, Vaca Muerta como palanca de crecimiento del país; soberanía en recursos naturales pero como polea de la economía, inversión en ciencia y tecnología. Y del otro lado, plantean que Argentina se termina pasado mañana. Y la verdad que no. No es un país pobre y fallido. Nos sobra tela y el 20 de junio el país empieza a funcionar a otra velocidad.

– ¿Qué implica la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner?

– Ese día el país empieza a caminar con otra marcha, y es el peronismo el que puede conducir ese desarrollo. Va a ser un acto importante. Empieza otra agenda. Podemos pensar cómo logramos independencia energética y soberanía, una matriz diversificada que se asiente en el desarrollo industrial y no sólo en un modelo extractivista. Cómo pensamos el litio y Vaca Muerta desde un Estado inteligente. Porque es cierto que tenemos un recurso estratégico y podemos exportar a todo el mundo pero también tenemos que exportar conocimiento, capacidad tecnología para no seguir siendo patio trasero.

Massa, Kicillof y la ofensiva

– Kicillof reunió a los intendentes por el armado y las internas.

– Son instancias propias de un proceso electoral. Y lo que hay ahí es la decisión de que la Provincia, con Axel a la cabeza, no es escenario de ninguna derrota como muchas veces se dice. No nos vamos a poner en un lugar defensivo. El peronismo gana a la ofensiva y en la unidad. No desde la resistencia y lo que quedó claro es la actitud de poner a la Provincia como palanca y plataforma a nivel nacional.

– Para evitar la derrota, ¿cuál es el mejor lugar para Kicillof?

– Axel sacó chapa de haber administrado la provincia en un contexto muy complejo. Lo hizo con mucho liderazgo, diálogo con los intendentes y dando cuenta de que tiene un proyecto para la Provincia que es muy potente. Obras en todos los municipios, no sólo garantizó el sistema de salud en lo peor de la pandemia sino que hay proyecto de desarrollo en un territorio diverso, puertos, con una marca que es el laburo. No paró de caminar, de subirse a un auto, a un avión y recorrer los 135 municipios. Creo que eso es valorado por la política y creo, será validado electoralmente. Hoy lo imagino cumpliendo esa responsabilidad y poniendo todos los motores para que la Provincia sea una palanca bien importante en la estrategia nacional. Lo veo concentrado en eso.

– ¿Aún para garantizar lo nacional?

– La posibilidad de que empuje desde abajo también es buena imagen.

– Se dijo que Massa puede dejar el gobierno. ¿Corre riesgo la unidad si no logran ponerse de acuerdo?

-- No. No, porque tengo una confianza enorme en todos los dirigentes y sé de la responsabilidad con la que vamos a tomar este momento y lo estoy diciendo con mucha tranquilidad. Vamos hacer todos los esfuerzos, hasta el último minuto hay que trabajar por la unidad, y si eso no es posible, la política tiene los mecanismos para resolver las diferencias y los matices, en ese sentido tampoco hay que dramatizar.

“Jugar en el equipo de 11”

– Alberto y Cristina, ¿cómo los ve?

– Les creo cuando repiten que van a trabajar para que el peronismo sea competitivo. Hicieron gestos y plantearon la necesidad de un trasvasamiento y yo me siento parte de esa generación que tenemos como principal desafío una respuesta política para este momento.

– Dijo que quiere estar en el equipo de 11. ¿Qué lugar?

– Mi granito de arena fue no sólo cubrir el territorio de obras de contención y cuidado, agua saneamiento, escuelas sino también obras que hablan de oportunidades, desarrollo e infraestructura para el crecimiento. Ese fue mi norte. La baldosa en la que me tocó jugar. Y digo en los 11 porque quiero disputar y discutir con la oposición el modelo de país. Ellos quieren eliminar, nosotros queremos seguir generando obras; quieren cerrar, nosotros queremos conectar; piensan una Argentina cerrada, nosotros en grande. Nunca el peronismo se dedicó a las cuestiones del partido, tuvo como obsesión el país. El gran desafío siempre fue pensar la Argentina en grande, no pensar cómo armamos la lista de candidatos.

Tres tercios y dos modelos

– Estuvo con los gobernadores, que pidieron unidad y ampliar. Quintela habló de Graciela Camaño y Emilio Monzó. ¿Cómo lo ve?

– Primero, no somos un rejunte de partidos provinciales. Y la participación y preocupación de los gobernadores me parece importante. Son gobernadores que lideran provincias que hoy tienen agendas de desarrollo. El macrismo las llevó a endeudarse en dólares, y las corrió de la producción y del trabajo y hoy en todas hay futuro. Y en todas las elecciones se votó estado fuerte, inteligente, obra pública. Y ganaron. Y ganaron nombres propios: dirigentes con historia y compromiso en sus territorios. Después, me parece que es una elección de tres tercios, pero dos modelos. Y eso nos obliga a ampliar. Cuando Cristina dice que hay tres tercios, significa que es responsabilidad nuestra salir a buscar el tercio que falta y que nos falta para ganar. Por eso creo que hay que sumar. El gran desafío es construir unidad ya no de gobernadores, intendentes, Alberto, Cristina, Massa, sino de proyecto de país, con empresarios que no quieren que se abran las importaciones, estudiantes que no quieren arancelamiento, la sociedad que entiende de derechos laborales y dolarizar tarifas. Ya se probó y salió muy mal.

– Habló varias veces de acuerdo. ¿Qué es lo que está en disputa?

– Toda la energía que perdamos en otras discusiones nos quita músculo para explicar qué es lo que está en disputa que no es un periodo electoral: la Argentina decide en estas elecciones posiblemente los próximos 20 años de desarrollo industrial, inclusivo, cuidado del medio ambiente o un modelo donde Vaca Muerta termina siendo el botín de cuatro amigos de Macri. ¿Y por qué hablo de acuerdo y dar señales claras de abroquelarnos y de un peronismo que gana en la ofensiva y en unidad? Porque el riesgo es grandísimo, no podemos por ambiciones personales o cuestiones electorales desatender lo que está en juego: que vuelvan a poner el cartel de venta en la puerta de YPF, dolarizar tarifas, abrir importaciones y destruir el aparato productivo. Lo digo como exintendente de San Martín, sabiendo qué le pasó a mi ciudad y a la provincia cada vez que gobernaron: cargaron de mucha angustia cada momento de la vida de la gente.