La ilusión de que Agustín Giay, capitán del seleccionado argentino de fútbol Sub 20, levantara la Copa del Mundo en su país se desvaneció rápidamente. El que se terminó consagrando en La Plata fue Uruguay, que por primera vez en su historia llegó a la cima en juveniles.

El presidente de la Federación Internacional (FIFA), Gianni Infantino, le entregó la Copa al capitán Fabricio Díaz, que encabezó el festejo con sus compañeros en medio del éxtasis del público uruguayo, que se adueñó del estadio en un 80 por ciento.

Los chicos no lograban entender lo que habían conseguido, y se filmaban entre ellos mismos arriba del escenario de premiación. Los protagonistas, enfundados en banderas y cubiertos por los papeles de colores que eran expandidos por las máquinas, lloraban emocionados ante la presencia de sus padres, que se encontraban en las tribunas.

La historia le hizo un guiño a Uruguay, que suma esta estrella a su Asociación, luego de las obtenidas por los mayores en 1930 y en 1950. Con talentos que se proyectan para el futuro de su seleccionado nacional, que estará bajo el mando de Marcelo Bielsa, el horizonte parece aclararse para un fútbol que no logra prevalecer en el plano internacional a nivel de clubes.

Los uruguayos fueron los que comenzaron el partido con mayor decisión y se lanzaron hacia el campo de los italianos. El que se ocupaba de liderar a su equipo era Franco González, el más capacitado técnicamente.

Italia logró acomodarse recién a los 20 minutos, y cuando combinaban entre Baldanzi y Pafundi aparecían las mejores acciones de los europeos. En lo que coincidían ambos conjuntos era en la circulación de la pelota por abajo, a pesar de las malas condiciones en las que se encontraba el terreno de juego.

La opción más clara para ponerse en ventaja fue para los uruguayos, cuando Anderson cabeceó y el arquero Desplanches reaccionó de manera espectacular para sacar la pelota al córner.

El ritmo de los uruguayos era muy intenso desde lo físico, y se dudaba que pudieran sostenerlo en el segundo tiempo. Sin embargo, los orientales no cambiaron su postura, y siguieron manteniendo la presión sobre su rival.

Italia no encontraba los caminos para contrarrestar el juego de los uruguayos, y se veía desbordado ante cada avance de su adversario. El desenlace del juego cobró emotividad, cuando Luciano Rodríguez marcó el gol con un cabezazo, luego de capturar un envío desde la derecha.

La jugada tuvo que ser revisada por el VAR, debido a que los árbitros advirtieron un posible toque con la mano antes de la conversión. Pero luego de la revisión la misma fue confirmada y el festejo se desató en el estadio platense.

Las demoras y los cambios determinaron que el árbitro sueco adicionara 11 minutos más. La esperanza de los europeos por llegar al empate todavía seguía firme, a pesar de la distancia futbolística que tenían con los uruguayos.

El público presente explotó con el gol de su seleccionado, y a partir de ese momento deliró con cada intervención de los juveniles. El título estaba asegurado, y el festejo se prolongaría por las calles de Montevideo también, para llenar de calor una noche envuelta por el frío en esta parte del mundo.

1 URUGUAY

R. Rodríguez

Chagas

Boselli

R. González

Maturro

F. Díaz

D. García

L. Rodríguez

F. González

De Los Santos

Anderson

DT: Broli.

0 ITALIA

Desplanches

Turicchia

Ghilardi

Guarino

Giovane

Faticanti

Prati

Casadei

Baldanzi

Pafundi

Ambrosio

DT: Nunziata.

Estadio: Ciudad de La Plata.

Arbitro: Glenn Nyberg (Suecia).

Gol: 85m L. Rodríguez (U).

Cambios: 46m Zanotti por Faticanti (I), 55m Montevago y Esposito por Ambrosino y Pafundi (I), 60m Ferrari por Duarte (U), 89m Pisilli por Giovane y Lipani por Baldanzi (I), Sosa por Santos y Homenchenko por L. Rodríguez (U).