"Vamos a volver", le repiten uno, dos y tres rosarinos a Agustín Rossi en la Terminal de Omnibus, en un alto que se dio en el cierre de campaña para recibir a Rosario/12. No reniega de ese mensaje, para nada, lo alienta con ahínco. El precandidato de Unidad Ciudadana reconoce el "liderazgo" de Cristina Fernández y desde ese lugar se plantará el domingo para enfrentar en la PASO del justicialismo a la ex jueza Alejandra Rodenas. "Somos la lista más austera", destacó y aguarda la elección con "mucha esperanza".

-‑¿Tuvo algo de particular esta campaña?

-‑La última vez que fui candidato fue en 2007 y 2011, y las dos veces lo hice desde el oficialismo. La diferencia sustancial es que cuando sos candidato de la oposición tenés mayores libertades si se quiere.

-‑¿Es más fácil ser candidato de la oposición?

-‑No sé si es más fácil, es distinto. Cuando sos candidato del oficialismo tenés una hoja de ruta, que es defender el gobierno. Pero ahora son otros (se ríe). Nosotros estamos contentos, nuestra lista es perfectamente identificable, claramente es la lista más opositora. Como dice Cristina, el voto que más le duele al gobierno es el de Unidad Ciudadana porque es el voto que en el único lugar que se lo puede ubicar en el de la oposición, no se puede hacer otra lectura política. Somos una lista que reconoce el liderazgo de Cristina Fernández de Kirchner, mucha gente nos pregunta cómo se hace para votar a Cristina en Santa Fe. Votar a Cristina en Santa Fe es votar a Unidad Ciudadana. Hemos hecho el esfuerzo de transitar la campaña sin cruces ni escaramuzas con otros candidatos y candidatas, tratando de plantear ejes de debate con la idea de demostrar lo que le pasa a los santafesinos. Muchos santafesinos que tienen trabajo no llegan a fin de mes, hay un comienzo de un ciclo de endeudamiento de la familia. Primero con la tarjeta de crédito, luego con un crédito personal para pagar la tarjeta y eso termina siempre mal. Los santafesinos que no tienen trabajo la pasan mal, no están haciendo las comidas diarias que se necesitan. Y después tenés los dos sectores que son los mayores generadores de empleo en la provincia, en crisis: el comercio, por la suba de tarifas y la baja de ventas te hace cerrar; y el industrial, que tiene los mismos problemas, aumento de los costos de producción y menores ventas y además la competencia desleal que le genera la apertura indiscriminada de importaciones. Ese es el escenario, lo que tenemos que debatir es cómo hace el argentino para llegar a fin de mes.

-‑¿Se pudo debatir eso en la campaña?

-‑No, logramos enunciarlo en muchas oportunidades, logramos proponerlo y en nuestro discurso estuvo permanentemente presente. Y le incorporamos una parte de propuestas, si ganamos la elección nuestro primer proyecto va a ser congelar las tarifas en 2018 porque son directamente impagables.

-‑¿Hay también un voto independiente que identifica al kirchnerismo como el único voto opositor?

-‑Creo que hay una cantidad de votantes que se sintieron engañados por Macri, porque les dijo que no iban a pagar impuesto a las ganancias, les dijo que iba a haber pobreza cero, que no iba a devaluar y devaluó. Ahí se siente una fuerte decepción, no sé si es una tendencia, pero me he encontrado con gente que votó a Macri y ahora nos va a votar a nosotros, tres empleadas de un negocio a las que la semana pasada les echaron una compañera. Si el gobierno te pone en el lugar de elegir entre pagar las tarifas o comer, te pone en el lugar de elegir lo malo o lo peor. La política tiene que darle otra alternativa al conjunto de la sociedad.

-‑¿La fortaleza del kirchnerismo es mayor ahora que antes en la provincia?

-‑Contestar esa pregunta a 48 horas de una elección es un poco no prudente. Tengo la sensación de que hay más kirchnerismo en la gente que en los dirigentes. Hay un sentimiento de reconocimiento a lo que fueron los doce años de gestión de Néstor y Cristina, una fortaleza muy fuerte en el liderazgo de Cristina en la provincia. No sé si será más o menos que antes, pero sí veo que es una expresión política muy consolidada. Somos la lista más austera y hemos equilibrado eso con una presencia militante. Nosotros mismos estamos sorprendidos de esa repercusión que tenemos.

--¿Imagina una PASO competitiva dentro del Frente Justicialista?

-‑Con mucha esperanza, mucha confianza si se quiere, pero también sabiendo que los votos se cuentan en las urnaa. Le he dicho a mis compañeros que las elecciones terminan el domingo a las seis de la tarde. No nos hemos guardado nada y yo, con tantos años de experiencia, he aprendido a convivir con las encuestas, con las que te dan bien y las que no te dan tan bien. Sí siento la reacción de la gente, que en términos generales es muy favorable, de mucha simpatía, aceptación de nuestra propuesta política electoral. Siento que tenemos una muy buena lista, una de las pocas que cumplió con la ley de paridad, que tiene mucha representatividad de todos los sectores, el movimiento obrero como el caso de Patricia Mounier, la Tana (Josefina González) va a ir a votar, llegamos al final de la campaña con el equipo casi completo, ella tiene toda una historia en la lucha por la vigencia de los derechos humanos. Es la única lista que lleva un científico, como Pablo Bolcatto.

-‑¿Por qué se puso virulenta la interna en las últimas semanas?

-‑Yo he tratado de hablar poco y casi nada de ella (Alejandra Rodenas), porque me pongo en el lugar del laburante que lo echaron la semana pasada de los talleres ferroviarios de Pérez. Si me ve discutiendo con otro candidato lo único que va a sentir es que detrás hay una búsqueda de posicionamiento personal, así que voy a tratar de seguir en esa misma tesitura. Digo lo que hicimos nosotros, nos propusimos hacer una campaña donde tratamos de llegar a la sociedad, de interpelar y que nos interpelen los hombres y mujeres de la provincia. Me siento contento con que hayamos llegado así y que no haya caído en la tentación de contestar algunas de las cuestiones, porque me hubiese generado más deterioro que beneficios.