El Gobierno de Honduras se prepara para celebrar un acto en honor de Herminio Deras, en el que reconoce la responsabilidad del Estado en la ejecución extrajudicial en 1983 de este líder sindicalista, así como también en la posterior persecución a su familia.


"El reconocimiento público en el caso de Herminio Deras es histórico y es particularmente importante dado el contexto de asesinatos que continúan existiendo en Honduras, en particular contra defensores y líderes sociales", destacó en un comunicado Jimena Reyes, directora del programa Américas en la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH), que tiene su sede en París.

El encuentro contará con actividades culturales en honor a Deras y asistirán algunos de sus familiares y amigos, así como representantes de la Presidencia, Secretaría de Educación, Secretaría de Derechos Humanos y Procuraduría General de la República.

Honduras, condenada en la Corte Interamericana

El evento que tendrá lugar en la localidad de El Progreso, donde residió Deras hasta su muerte y donde continúan viviendo muchos de sus familiares. Se da tras la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos del 25 de agosto de 2022

Allí se ordenaba al Estado hondureño que diseñe una política nacional de memoria histórica, adecuar el Código Penal, incorporar al currículum educativo la historia de violencia del país y brindar atención médica y psicológica entre otras medidas.

La familia de Deras afirmó recibir este acto "con satisfacción" y celebró que su historia se incluya ahora en los programas escolares.

Del asesinato de Herminio Deras a la persecución a su familia

Herminio Deras García, sindicalista y dirigente comunista, fue detenido por agentes estatales y ejecutado extrajudicialmente a balazos el 29 de enero de 1983, en el marco de la conocida como Doctrina de Seguridad Nacional de los años 80, por la que el Estado persiguió a opositores políticos de forma sistemática y violenta.

Posteriormente, el hostigamiento continuó hacia sus hijos, hermanos, padres y otros familiares, que sufrieron detenciones arbitrarias, torturas físicas y recibieron amenazas de muerte, lo que les llevó a abandonar el país.

El Estado de Honduras reconoció ante la Corte Interamericana su responsabilidad por la ejecución de Deras en mayo de 2022
y pidió perdón a los familiares, como parte de la audiencia del tribunal internacional por este asesinato.