El Panteón de Agripa, uno de los monumentos más visitados de Italia, dejará de ser gratuito a partir del 1 de julio y para visitarlo habrá que pagar 5 euros.
La noticia fue confirmada por el ministro de Cultura italiano, Gennaro Sangiuliano, quien detalló que el dinero recaudado se destinará a comedores sociales y servirá para afrontar las obras de restructuración y mantenimiento del edificio, así como se creará un museo en la parte posterior. "Es un motivo ético, si una cosa vale, hay que pagarla", añadió.
Desde hace años se debate sobre la posibilidad de cobrar la entrada al monumento, uno de los pocos gratuitos en la "Ciudad Eterna", pero hasta ahora siempre se había desestimado la idea debido a que el Panteón se convirtió en la iglesia de Santa María de los Mártires y además acoge las tumbas de los reyes italianos.
Sin embargo, el nuevo Gobierno italiano, ahora liderado por Giorgia Meloni, ha logrado el consenso con la Diócesis de Roma y el Ayuntamiento de la capital italiana.
A dónde se destinarán los fondos
El 70 % de los beneficios recaudados por la venta de entradas serán para el Ministerio de Cultura, que se encargará de su limpieza y conservación, mientras que el 30 % restante irá a las arcas de la Diócesis romana, que destinará parte de los ingresos a acciones benéficas y a otros templos.
Las personas exentas de pago serán las mismas que contemplan los museos y monumentos de Italia, como los menores de 18 años y personas con discapacidad, mientras que otros grupos, como los jóvenes hasta 25 años de edad, pagarán una entrada reducida de 2 euros.
Por su parte, el acceso para el culto y las actividades religiosas seguirá siendo gratuito, como también para el personal religioso y los trabajadores laicos, entre ellos los guardias de las Tumbas Reales situadas en el Panteón.
La historia del Panteón
El Panteón, prácticamente intacto a pesar de sus dos milenios de historia, es fruto de una remodelación que el emperador Adriano realizó entre los años 118 y 125 d.C. a un templo dedicado a los dioses, erigido por el general Marco Agripa entre el 25 y 27 a.C.
En el año 608 d.C. el papa Bonifacio IV hizo de este edificio un templo cristiano después de depositar en su interior los restos de numerosos mártires.
Se trata de una de las visitas obligadas para los turistas, dada su monumentalidad, su imponente cúpula y su situación, enclavado en pleno corazón de Roma.
Además, acoge las tumbas de importantes figuras como el pintor renacentista Rafael, así como los reyes de Italia Víctor Manuel II, su hijo y sucesor Umberto I de Saboya y la esposa de este, la reina Margarita.