En el corazón de la zona más turística de Río de Janeiro, la laguna Rodrigo de Freitas fue durante décadas sinónimo de contaminación por el vertido de aguas residuales pero un proyecto con manglares la revitalizó e inspiró un programa que busca replicar su efecto en otros puntos de la ciudad.
"Guardianes de los Manglares"
Iniciado en 1989 por el biólogo Mário Moscatelli con la plantación de decenas de brotes de mangle, vegetación esencial para la protección de sus riberas, el proyecto trajo una luz de esperanza a ambientalistas y defensores de la laguna.
La iniciativa del experto brasileño ha tomado fuerza esta semana con el lanzamiento del programa "Guardianes de los Manglares", que busca cuidar y mantener esos ecosistemas en la capital Ciudad Maravillosa con la participación activa de la comunidad.
El programa se inspiró en el efecto positivo que generaron los manglares en la laguna Rodrigo de Freitas y la Alcaldía de Río quiere replicar la iniciativa en otras ocho áreas de la ciudad.
Los denominados "guardianes" serán líderes comunitarios que trabajaran de la mano con autoridades municipales y las asociaciones de vecinos, en una labor que busca crear conciencia social frente al despojo de basuras en ecosistemas.
"La laguna es un activo económico y ambiental de la ciudad"
Activista por causas ambientales desde hace más de 40 años, Moscatelli recuerda que a lo largo de los años fue llamado loco y escuchó con la misma frecuencia que limpiar las aguas de la Laguna era una utopía.
"Desde que creé el Proyecto Manguezais da Lagoa (Manglares de la Laguna), me han amenazado por ir en contra de intereses políticos y privados, pero nunca creí que la laguna fuera irrecuperable. Hoy puedo decir sin lugar a dudas que la laguna es un activo económico y ambiental de la ciudad", dijo en una reciente entrevista.
"Son años sin mortalidad y quienes han disfrutado de todo esto, además de la biodiversidad, son los cariocas", agregó.
La laguna que sobrevivió
Después de 35 años de desarrollo del proyecto y con la implementación del nuevo sistema de saneamiento, que ordena a los municipios varios ajustes de conducta en relación al tratamiento de sus basuras y aguas residuales, las señales de que la laguna está viva y fortaleciéndose son cada vez más claras.
Según Sinval Andrade, director superintendente de Águas do Rio, responsable por el saneamiento en la región, la mayor inspección y recuperación de las estaciones de tratamiento alrededor de la laguna fueron decisivas en el proceso de revitalización.
"La acción conjunta con los organismos ambientales y con toda la reestructuración del sistema de protección del manglar, logramos blindar a la laguna de nuevas agresiones y en poco tiempo percibir la renovación de su ecosistema", explica.
La vuelta de la fauna a la laguna Rodrigo de Freitas
El mal olor que alguna vez fue característico de la laguna desapareció y una fauna diversa volvió a frecuentar sus costas llenas de manglares. Garzas, aningas americanas, rascones europeos y carpinchos se han convertido en un símbolo de la región y son vistos por los visitantes de laguna.
La bióloga Caroline Lima, de la Universidad Santa Úrsula de Río de Janeiro, realizó un estudio sobre el impacto directo de la contaminación en la población de aves de la región.
Durante un año catalogó y elaboró una guía con las especies que llegaron a la laguna luego de su revitalización. Además de rascones europeos y biguás, identificó la presencia de nuevos "residentes" como las espátulas, las garzas azules y mieleritos. Según la experta, hoy en día hay más de 50 especies de aves presentes en la laguna.
"El aumento de esta población está directamente relacionado con la zona recuperada del manglar, donde las aves encuentran alimento y refugio. Incluso especies que no utilizan la zona como hogar también utilizan la laguna como lugar de alimentación debido a la mejora en la calidad de sus aguas", explicó.