Luego de las graves declaraciones que hizo la fiscal Patricia Hortel, de la UFI 2 en la ciudad bonaerense de Saladillo, en relación al femicidio de Rocío MagalÍ González, fue apartada de la causa tras un pedido del intendente local, con el objetivo de “preservar la objetividad” de la pesquisa, informaron fuentes judiciales.
Sobre el asesinato de la joven, la fiscal había declarado: “Los agresores seleccionan a sus víctimas, dificulto que a mi hija le pase una cosa así porque tiene otro perfil, yo creo que debemos educar muy distinto a las mujeres”. Lo dijo en diálogo con Canal 9 cuando aun llevaba adelante la investigación por la muerte de González, asesinada el 1 de junio a tiros, presuntamente por un compañero de trabajo al que había denunciado por acoso y maltrato en Saladillo.
La fiscal, interpelada en la entrevista por la lentitud de la justicia cuando recibe denuncias, continuó diciendo: “la mayoría de las víctimas que yo tengo son mucho más moderadas, educadas, respetuosas; estoy segura que mi hija lo sacaba bailando, que se impone ¿entendés?, es una persona que se hace respetar y que su "no", es respetado”.
La reacción del intendente
El intendente de la localidad bonaerense, José Luis Salomón, al enterarse de las declaraciones, envió un pedido por escrito al procurador general de la provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, para pedir la remoción de la fiscal por su “desafortunada y lamentable” declaración a la prensa.
La decisión fue alejarla del expediente por una resolución del fiscal general de La Plata, Héctor Vogliolo, y en su lugar fue designado el fiscal de Cañuelas, Javier Berlingeri. El intendente además dijo que: “la ciudad de Saladillo no merece ser castigada por un mal ejercicio de la justicia. Se invierte mucha plata y no puede haber este tipo de actitudes. No nos merecemos como pueblo que nos paguen de esta manera”.
Por el femicidio de esta joven permanece detenido Renzo Eduardo Chidichimo (25), quien estuvo prófugo casi cinco días hasta que lo apresaron en inmediaciones del campo La Vanguardia, a la vera de la ruta provincial 51, entre Saladillo y Las Flores.
Tras su captura, Chidichimo, asistido por un defensor oficial, se negó a declarar ante la por entonces fiscal de la causa y quedó detenido por disposición del Juzgado de Garantías 7 de Saladillo.
La tía de la víctima
Mariana González, tía paterna de la joven asesinada, contó a la prensa que el ahora detenido amenazó dos días antes del crimen a Rocío, diciéndole que “disfrutara porque ya le quedaba poco”. ”Ella se lo comentó al hermano y a su papá, están las pruebas presentadas en la Justicia de parte del padre, pero no llegó a irse a Cañuelas, justo cayó un feriado largo… realmente íbamos a ir a Cañuelas; y si pensaba en ir a Cañuelas a hacer la denuncia, es porque no tenía respuesta de aquí (en Saladillo)”, agregó la mujer.
La tía relató que el agresor “fue directamente a matarla”, y lo tenía todo “premeditado” y “pensado”, al punto que “no le dio tiempo de apretar el botón antipánico” con el que contaba Rocío, a raíz de las denuncias previas que pesaban sobre él.
El día del asesinato
El hecho ocurrió el jueves 1 de junio último en el local Carletti Servicios, una firma dedicada a la venta de sistemas de alarma y monitoreo de viviendas, en la ciudad de Saladillo. Chidichimo llegó al local cerca de las 14 horas --fuera de su horario laboral-- y se dirigió directamente a un cuarto donde se realizan los monitoreos de las cámaras de seguridad en el que trabajaba Rocío.
Sin mediar palabra, Chidichimo desenfundó una pistola Bersa calibre 9 milímetros y disparó al menos siete veces en dirección a González, quien fue herida de gravedad. Tras el ataque, el femicida escapó, mientras que la víctima fue trasladada al sanatorio local, donde falleció. Voceros judiciales indicaron que ella había realizado una denuncia contra Chidichimo a fines del 2022 y otra en mayo de este año por maltratos, acoso laboral y violencia psicológica.
”Las denuncias fueron realizadas en la Comisaría de la Mujer, ante el fuero civil, no penal; por eso las actuaciones se derivaron a un Juzgado de Paz que tomó medidas cautelares”, explicó a la prensa la fiscal Hortel.
Una de las medidas adoptadas fue el cambio de horario de trabajo de Chidichimo para evitar que se cruzaran en el local. Además, voceros policiales indicaron que existía entre ambos un perímetro de restricción de acercamiento.
Los investigadores reconstruyeron que Chidichimo llegó y se fugó de la escena del crimen en una moto de 110 cilindradas, la cual abandonó en un campo a diez kilómetros. Desde allí, siguió la fuga a pie. A raíz del femicidio de la joven, la comunidad de Saladillo realizó desde el jueves a la noche una serie de marchas en reclamo de justicia y para pedir por la detención de Chidichimo.