En el martes 13 de una Rosario sin transporte público, sin clases y movilizada por el clamor popular contra la violencia criminal sobre las escuelas, la noticia a media mañana de que Nación destrabó con dinero urgente el conflicto de los colectiveros solo para el AMBA y se desentendió del problema en el resto del país cayó pesada y enojó a todos. Tanto el intendente Pablo Javkin, desde la oposición, como el secretario de Transporte provincial, Osvaldo Miatello, desde el oficialismo, realizaron declaraciones de fastidio ante la discriminación evidente. El jefe municipal insinuó la idea de llevar colectivos rosarinos hasta la Casa Rosada, como protesta, y rezongó: "Más clarito que hay dos Argentina no puede haber", lanzó. 

El paro a nivel nacional de Unión Tranviarios Automotor tuvo un desenlace impar, porque el Ministerio de Transporte, a cargo del rosarino Diego Giuliano, facilitó los fondos que reclamaba la patronal del Área Metropolitana Buenos Aires y así esas seccionales de UTA levantaron la medida de fuerza. Pero el gremio la mantuvo en el resto, a excepción de Córdoba, donde el municipio de esa capital aportó fondos propios y restableció el servicio.

En rigor, Nación había planteado a las provincias que intermediara en el diálogo paritario de cada territorio para que la UTA levante la medida de fuerza de 24 horas, una vez que venciera la conciliación obligatoria, pero para el caso del AMBA hizo más que un simple pedido, y desembolsó fondos que permitieron a las empresas del conglomerado mayor acceder al planteo gremial.

A Javkin en Rosario no le quedó más que lamentar y despotricar por la doble vara. "Esto es un escándalo; lo único que importó fue resolver el problema del AMBA, está clarito: es un país que solo mira a Buenos Aires, y todos los demás nos jodemos, y jodemos a la gente", bramó el intendente en el Monumento a la Bandera, donde ayer empezaron a jurar la enseña patria cientos de alumnos de 4° grado de todo el país.

La ceremonia cívica se desarrolló a pesar del paro de colectivos y de la movilización docente que tomaba forma a pocos metros, en la plaza 25 de Mayo, contra la violencia mafiosa que impacta en la comunidad educativa. 

Javkin, no obstante, evitó atribuirle responsabilidad a Giuliano. "Sé que conoce el problema, pero espero que encontremos una solución", respondió. Aunque a la vez apuntó a Nación como la fuente original de los recursos que deberían reactivar la paritaria de los colectiveros. "Esto se resuelve con fondos que debe poner Nación, pero no solo a Buenos Aires sino a todo el país. Es lo que sentimos todos los intendentes de todos los partidos", reclamó.

El titular provincial de Transporte, Osvaldo Miatello, se mostró resignado. "Es una historia repetida: el gobierno nacional siempre hace lo mismo, pone los recursos de todo el país solo en el AMBA, y deja que en el interior nos la arreglemos como podamos" dijo acerca del modo parcial en que el gobierno federal destrabó el conflicto. Y remarcó que en la actualidad el tesoro provincial subsidia con 1100 millones de pesos mensuales, más que los 850 millones que destina Nación. "Los recursos son de todo el país, no sólo del AMBA", inquirió el funcionario.

De fondo, Miatello reveló que este año el reparto de subsidios no se encuadró con un convenio firmado, por lo que mes a mes Santa Fe no sabe cuánto enviará Nación y, por lo tanto, tampoco sabe a ciencia cierta cuánto dinero extra debe aportar para sostener el transporte público en la provincia. 

"No es un problema de capacidad de las provincias, sucede que los recursos no son infinitos, hay normas y presupuestos a cumplir, y no podemos convalidar que Nación se retire de esto y tengamos que correr las provincias a cubrirlo", remarcó.

Hoy y mañana habrá nuevas audiencias de paritaria entre las empresas y la UTA. El secretario general de la seccional Rosario, Sergio Copello, vaticinó un panorama complejo. "Estimo que el conflicto se agudizará, porque el Estado (nacional) no aparece, y los empresarios dicen que si no reciben plata del Estado no pueden afrontar el aumento de sueldos. Y encima de todo, la inflación dispara todos los números y cualquier acuerdo queda atrasado en pocos días", analizó el gremialista.