En la segunda audiencia del juicio que se sigue contra nueve policías por quebrarle la mandíbula al joven Fernando Oliver, declararon dos testigos presenciales de la golpiza propinada en el inmueble donde se había refugiado y donde fue detenido el 19 de diciembre de 2020. Según el relato del denunciante, lo siguieron golpeando en el móvil y en la Comisaría del barrio Palermo.
Uno de los testigos dijo que estaba en su casa cuando su hijo y un amigo, Fernando Oliver, entraron corriendo. Los efectivos ingresaron a su domicilio tras romper la puerta y le pegaron a Oliver.
En su declaración en la fiscalía, este testigo había contado que ese día, alrededor de las 9, entraron su hijo y Oliver diciendo que la policía los estaba “correteando”. Él les advirtió que no quería problemas, pero enseguida arribaron los efectivos, patearon el portón, entraron sin su autorización y le dijeron a él que “no se metiera”.
El testigo dijo que cuando entró Oliver, pasó directo al fondo de la casa y ahí lo encontró la policía. Él se quedó adentro y no vio lo que le hicieron en el fondo. Sí lo escuchó cuando gritaba: “Ya está, ya está”. Luego presenció cuando lo sacaban y en ese momento vió que lo pateaban, aunque no pude verle la cara a Oliver porque iba agachado.
Asimismo, el testigo relató que su hijo le comentó que la policía estaba molestándolos a él y a Oliver en la calle, que se los querían llevar y que por eso habían corrido hacia su casa. El hombre supuso que a su hijo no lo demoraron porque logró esconderse debajo de una cama, en una habitación que daba al patio trasero. También sostuvo que no vio en qué vehículo trasladaron a Oliver porque él se había quedado dentro de la vivienda.
Además. señaló que su esposa y su nuera intentaron intervenir para defender al joven y que insultaron a los policías, pero no vio que arrojaran piedras. También indicó que fuera de su vivienda vio a una policía.
El amigo de Oliver, a quien le llamaban "Negro" y tenía 17 años en el momento de los hechos, también declaró ayer y reconoció a 4 policías a quienes conoce del barrio. Relató que vio la golpiza a la que fue sometido su amigo. Dijo que observó cuando se desmayó, le pusieron las esposas y lo sacaron afuera para subirlo al móvil.
El testigo indicó que pudo ver aquella escena a través de una puerta entreabierta de una habitación en la que se había refugiado, desde donde se observa el fondo de la casa. También dijo que en aquel momento se encontraban en su casa varios niños, entre ellos sus dos hijos, un bebé y otro niño que ahora tiene 4 años y sus dos hermanos pequeños.
Según refirió este joven, el problema se inició ese día cuando él junto a Oliver y otro amigo se encontraban en una esquina, los efectivos pasaron en el móvil insultándolos, y ellos respondieron.
Las filmaciones
También declaró un policía, perito de la Unidad de Investigaciones del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) que estuvo a cargo el análisis de la filmación de la cámara ubicada en el techo del móvil policial, cuyas imágenes fueron expuestas en la primera audiencia. Debía identificar posibles escenas de violencia por parte del personal policial.
El perito describió la escena en la que se observa a tres varones en la vereda, el móvil policial que pasó por su lado y luego retrocedió. Uno de los jóvenes se alejó, sería el mencionado por el denunciante como su amigo "Tinga". Mientras Oliver y "Negro", salen de foco. Luego se ve a los dos jóvenes arrojando piedras al vehículo policial. La camioneta retrocedió y los dos jóvenes corrieron hacia un pasaje.
El móvil persiguió a los dos jóvenes, quienes ingresan al domicilio de uno de ellos, a continuación se ve a tres uniformados, un cabo y un sargento, arrojando piedras a la casa.
En las secuencias posteriores se observa a dos policías pateando un portón y a dos mujeres que salen del domicilio. De nuevo, se produjo un impacto de piedras contra el vehículo policial.
Dificultades para hablar y alimentarse
También declaró en la audiencia el médico del Poder Judicial que revisó a la víctima y detalló las lesiones encontradas. Además de la lesión traumática en la mandíbula, observó un edema facial notable en todo el rostro, escoriación en la rodilla y hematomas en otras zonas del cuerpo. El médico mostró las radiografías, en las que se aprecian las líneas de fractura en la mandíbula.
También declaró un médico del CIF que examinó al denunciante en la Alcaidía. Hizo referencia al medio de fijación en la mandíbula observado en la víctima después del hecho. Explicó que se trata de un procedimiento terapéutico realizado por odontólogos para estabilizar la mandíbula fracturada, mediante el uso de alambres y bandas elásticas. Este perito describió las dificultades que experimentaba Oliver para hablar y alimentarse en aquel momento. Señaló que la recuperación de la lesión requería más de 30 días y que la incapacidad laboral en estos casos variaba entre 40 y 60 días.
En este proceso interviene el fiscal penal de Derechos Humanos, Gabriel Alejandro González. Además, se presentaron como "amicus curiae" la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y el Comité Provincial para la Prevención de la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes.
Sobre la figura del amicus, la abogada Tania Kiriaco, patrocinante del Comité, explicó que "Es una presentación que se hace ante el tribunal, donde se tramita un litigio judicial del que somos ajenos, pero tenemos justificado interés en el resultado final del litigio. Ofrecemos opiniones consideradas y de trascendencia para la sustanciación del proceso".
Los policías Aldo Daniel Chauque, Santiago Delfín Jonathan Alcoba, Leonardo Corrillo, María José Miranda, Juan Alfredo Guitián, Jorge Valdiviezo, Jorge Alberto Saracho Dermith, Álvaro Nicolás Guanca y Cristian Agustín Cruz están acusados por allanamiento ilegal de domicilio, vejaciones agravadas por la violencia y lesiones graves. Además Chauque, Alcoba y Corrillo están acusados por falsedad ideológica.