El Consejo Interuniversitario Nacional, órgano que agrupa a los rectores de todas las universidades públicas del país, planteó que el sistema de educación superior necesita 107 mil millones de pesos para poder funcionar en 2018. El monto representa un aumento del 40 por ciento en relación con el presupuesto que se aprobó por ley para este año. Los rectores todavía no enviaron su pedido de fondos al Ministerio de Educación porque están ultimando detalles técnicos, pero la cifra ya fue aprobada por unanimidad por el comité ejecutivo del CIN. Además, las autoridades universitarias requieren otros 3 mil millones de pesos para obras de infraestructura, que deberían provenir del Ministerio de Obras Públicas.
“El CIN todos los años estima el presupuesto del año siguiente en función de un modelo que tenemos de necesidades presupuestarias, que además presenta una distribución ideal entre las distintas universidades. Antes de que el Poder Ejecutivo mande el proyecto de presupuesto al Congreso, mandamos nuestra estimación global de lo que debería ser”, explicó a PáginaI12 Rodolfo Tecchi, rector de la Universidad de Jujuy y presidente del CIN.
Los rectores estimaron que para poder funcionar el año que viene precisarán 107.167 millones. Ese monto, calcularon, implica un aumento del 25,8 por ciento respecto de los 85 mil millones que habían pedido el año pasado y que finalmente el Gobierno redujo, en la ley de presupuesto, a 76.590 millones. Respecto de ese presupuesto, el incremento solicitado sería del 40 por ciento. A los 107.167 millones, el CIN le sumó el pedido de 3089 millones para obras y refacciones.
Desde el CIN plantean que el presupuesto universitario debería contemplar una mejora de las partidas para gastos de funcionamiento, dado que cerca del 90 por ciento de los fondos se destinan a salarios: aspiran a que la relación salarios/gastos de funcionamiento sea 85/15. “Esto lleva a la postergación de los planes de expansión y apertura de carreras, viajes; además de las cuestiones más materiales y de las tarifas”, explicó Tecchi, y remarcó que los recursos que solicitan son “estrictamente para funcionar, no para tirar manteca al techo”.
“Los gastos de funcionamiento no tienen paritarias”, ironizó Javier Gortari, presidente de la Comisión de Asuntos Económicos del CIN y rector de la Universidad de Misiones. Y explicó que, como la inflación es “muy alta”, cada vez se puede hacer menos con los recursos actuales, sumado a que esos fondos también se destinan a servicios públicos. El año pasado el Gobierno se vio obligado a otorgar un refuerzo presupuestario para las universidades producto del tarifazo: algunas sufrieron aumentos de más del mil por ciento en algunos servicios.
“El destino de los fondos que pedimos está documentado –dijo Tecchi–. La base de estimación del presupuesto del CIN tiene un trabajo de muchos años, donde analizamos la real necesidad docente-alumno.” Sostuvo que el modelo de distribución que propone el CIN tiene en cuenta “tipos de carrera, sedes y extensión geográfica”, entre otras variables de las diferentes universidades. Pese a ese modelo de pautas, en la práctica el Ejecutivo reparte los fondos con otros criterios. “Hay un tercio de universidades que reciben más de lo que les correspondería según el modelo del CIN –explicó Tecchi–; otro tercio que se adecua a lo que la pauta recomienda; y un último tercio de universidades están subfinanciadas”.
En esa línea, Gortari remarcó que dentro de los 107 mil millones de pesos solicitados para 2018 hay “una partida importante para compensar situaciones de asimetría entre universidades y para resolver situaciones críticas”: suma 2 mil millones. Otro monto que se destaca es el aconsejado para las diecisiete universidades más nuevas (tienen menos de diez años), que asciende a 1250 millones.
La semana que viene los rectores comenzarán a visitar a los diferentes bloques parlamentarios para explicar la composición del presupuesto requerido y pedir apoyo para la propuesta del CIN.
Informe: Gastón Godoy.