Un barco pesquero cargado de migrantes que navegaba hacia Europa se hundió cerca de las costas de Grecia, y al menos 79 personas murieron. Las operaciones de rescate continúan en el lugar, dado que hay decenas de desaparecidos, por lo que no se descarta que el balance de fallecidos pueda aumentar en las próximas horas.
Hasta el momento pudieron ser rescatados con vida 104 personas, todos varones mayores de edad, procedentes de Pakistán, Egipto, Siria y Palestina. 24 de ellos fueron trasladados al hospital de la ciudad de Kalamata, a unos 250 kilómetros al suroeste de Atenas.
Según imágenes televisivas, en el puerto de Kalamata, los supervivientes estaban cubiertos con mantas grises y barbijos, mientras descendían de un yate que los había rescatado. También se mostró a otras decenas de migrantes que dormían en el piso de un gran galpón de la misma ciudad, dentro de bolsas de dormir o envueltos en frazadas proporcionadas por paramédicos y equipos de rescate. A su vez, los rescatistas montaron una carpa de primeros auxilios.
La embarcación
El hundimiento ocurrió en aguas internacionales a unos 80 kilómetros al suroeste de la península del Peloponeso, en el sur de Grecia, cerca de una de las zonas más profundas del mar Mediterráneo, informaron el Ministerio de Migraciones y la Guardia Costera griegas. Las profundidades y fuertes vientos complicaban la extensa operación de búsqueda y rescate, según los guardacostas. Diez embarcaciones, una fragata de la Armada, un helicóptero y un dron de Frontex -la agencia de fronteras de la Unión Europea (UE)- participan en las operaciones.
Según algunos medios locales, al menos 400 inmigrantes viajaban a bordo de la embarcación de entre 25 y 30 metros de eslora, que habría partido desde Libia hacia Italia y naufragó tras volcar al suroeste de la península del Peloponeso. Todavía se desconocen las razones exactas del siniestro, debido a que las condiciones climatológicas en la zona eran buenas al momento del hecho. Lo que se examina como más probable es que se produjera un cambio de carga abrupto en el barco por el traslado simultáneo de los cientos de personas que se encontraban en él de un lado a otro.
En un comunicado, la Guardia Costera griega informó que el barco había sido localizado hacia el mediodía del martes, cuando navegaba en aguas internacionales al sur de la península griega. Por la tarde, una embarcación de los guardacostas se acercó para ofrecer asistencia, porque había divisado a un gran número de personas en la cubierta exterior del barco, pero los que se encontraban a bordo rechazaron la oferta de ayuda, expresando su deseo de continuar el viaje rumbo a Italia.
No es un caso aislado
Se trata del naufragio que más víctimas dejó frente a las costas griegas desde otro el 3 de junio de 2016 en el que murieron o desaparecieron al menos 320 migrantes. También es el segundo más letal en todo el Mediterráneo en lo que va de 2023, desde que 94 migrantes se ahogaran en febrero pasado cerca de la sureña ciudad italiana de Cuttro al hundirse el barco en el que habían zarpado desde Turquía.
La mayor tragedia de este tipo que se recuerda en el mar Mediterráneo tuvo lugar el 18 de abril de 2015, cuando un barco pesquero a la deriva y desbordado de migrantes chocó con un buque de carga que venía a su rescate cerca de las costas de Libia. Solo sobrevivieron 28 personas, y expertos forenses concluyeron que en el barco hundido iban unas 1100.
Las redes de tráfico ilícito de personas llevan muchos años utilizando embarcaciones grandes, como veleros y pesqueros, para dirigirse desde Turquía o Libia al sur de Europa. Grecia, Italia y España son los principales destinos de decenas de miles de migrantes y refugiados, porque les permite un acceso más fácil a los países de la región central del continente.
En el caso de Grecia es habitual que intenten ingresar por rutas cercanas a las islas Cícladas y hacia el Peloponeso para evadir los patrullajes en el mar Egeo, más al norte, escenario de numerosos naufragios, a menudo mortales. Es mas, las autoridades griegas rescataron el pasado domingo a 90 migrantes que estaban a bordo de un yate que se encontraba a la deriva.
Duelo nacional
La presidenta griega, Ekaterini Sakellaropoulou, visitó el puerto de Kalamata y se entrevistó con responsables sobre las tareas de rescate y el alojamiento que se proveerá a los supervivientes, mientras que el primer ministro interino, Ioannis Sarmás, declaró este miércoles tres días de duelo nacional por las víctimas del naufragio. Según un comunicado oficial, el luto se declara "con el pensamiento en todas las víctimas de los despiadados traficantes que se aprovechan de la desesperación humana".
En campaña electoral con vistas a las legislativas del 25 de junio, el ex primer ministro conservador, Kyriakos Mitsotakis, decidió anular un mitín electoral previsto para el miércoles por la noche en Patras, el gran puerto de esta región de Peloponeso, anunció su partido Nueva Democracia (ND).
Por su parte, el ex primer ministro y ahora principal líder de la oposición en Grecia, Alexis Tsipras, señaló en su cuenta de Facebook: "Esta es una tragedia humana, que captura de la manera más trágica la desesperación de los solicitantes de asilo en Europa". Y añadió: "El momento nos pide que pongamos por delante la humanidad y apoyemos a los supervivientes del naufragio, al tiempo que extendemos todos los esfuerzos para localizar a los desaparecidos".
Políticas de migración
El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que se sintió horrorizado por el naufragio frente a las costas griegas y explicó, a través de su portavoz Stéphane Dujarric, que sucesos como este demuestran la urgencia de crear más fórmulas seguras para la migración. "Este es otro ejemplo más de la necesidad de que los Estados miembros se unan y creen vías ordenadas y seguras para la gente que se ve forzada a huir, para salvar vidas en el mar y reducir los viajes peligrosos". Según Dujarric, el jefe de Naciones Unidas insiste en que "toda persona que busca una vida mejor necesita dignidad y seguridad".
La presidenta de la Comisión Europea, der-leyen">Ursula Von der Leyen, mostró su pesar por la muerte de decenas de migrantes, a través de su cuenta de Twitter. “Estoy profundamente entristecida por la noticia del naufragio frente a la costa griega y las numerosas muertes reportadas y muy preocupado por la cantidad de personas desaparecidas”, expresó. “Debemos seguir trabajando juntos, con los Estados miembros y terceros países, para evitar tales tragedias”, agregó.
Von der Leyen, que actualmente se encuentra de gira por varios países de Latinoamérica, insistió en los últimos días en la necesidad de dar pasos hacia un pacto común dentro de la UE, después de que la semana pasada los ministros del Interior de los Veintisiete cerraron un principio de acuerdo para reubicar migrantes. En virtud de este, los países que no acepten el sistema de cuotas -Polonia y Hungría dijeron “no” en la reunión- estarán obligados a asumir un costo económico, de 20.000 euros por cada persona que no estén dispuestas a recibir.