En la tercera audiencia del juicio que se sigue contra nueve policías por allanamiento ilegal, vejaciones agravadas y lesiones graves, declararon la médica y el enfermero de la Alcaidía General 1 que revisaron al denunciante, Fernando Oliver, cuando ingresó con fractura de mandíbula tras haber sido golpeado por los uniformados, y detenido por resistencia a la autoridad. También declaró un investigador civil del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) que realizó entrevistas vecinales.
La agresión en la que Oliver terminó con la mandíbula rota fueron cometidos el 19 de diciembre de 2020 en el barrio Bicentenario de la ciudad de Salta.
Ayer, durante la tercera audiencia, la médica clínica de la Alcaidía General 1, Claudia Graciela Tito, que atendió a Oliver en ese lugar, confirmó que tenía la mandíbula fracturada. Señaló que el joven fue reingresado con una asistencia odontológica previa del Hospital San Bernardo y que el 24 de diciembre fue enviado de nuevo a este Hospital, que tenía un tratamiento analgésico antiinflamatorio, y estaba a la espera de una interconsulta para que le realizaran una cirugía.
A continuación declaró el enfermero del Servicio Penitenciario provincial, Ricardo Ochoa, quien en diciembre de 2020 revisó a Oliver antes de su ingreso a la Alcaidía General. Ratificó que tenía una fractura de mandíbula que estaba en tratamiento, también tenía una escoriación lineal en el brazo izquierdo, que ya había recibido atención médica. Además consignó que tenía el rostro inflamado.
Por último declaró el investigador civil Mariano Tonelo, quien entrevistó a tres vecinas de la casa donde fue detenido y agredido Oliver. Contó que una de las mujeres dijo que el 19 de diciembre de 2020, "vio a cuatro chicos en la cuadra", estaban de forma tranquila y no generaban inconvenientes. Luego observó que se acercaron cuatro móviles policiales y los jóvenes les arrojaron piedras. Después dos de estos jóvenes, vecinos, entraron a una casa, los policías los siguieron y bajaron doce efectivos de los móviles. También vio que algunos policías tiraron pedradas e hicieron disparos contra el inmueble. Luego ocho uniformados patearon el portón e ingresaron.
Tonelo dijo que esta vecina contó que vio a cuatro uniformados cuando sacaron a un chico del interior de la vivienda, con la cara ensangrentada. También observó cuando un policía golpeó con una piedra al joven en la cara. Después lo subieron al móvil y se lo llevaron.
La segunda vecina entrevistada por Tonelo, le refirió que en aquella fecha escuchó desde su domicilio "tiros y pedradas". Salió y vio varios móviles policiales fuera de la casa de sus vecinos. Vio que dos chicos arrojaron piedras desde el techo a la policía, luego observó que tres policías sacaron a un joven del domicilio. Por la distancia, no alcanzó a ver si estaba lesionado. También aseguró que no vio a los policías arrojar piedras.
La tercera vecina dijo al investigador que escuchó ruidos afuera y salió. Vio dos móviles policiales estacionados frente al domicilio en cuestión. Detalló que dos chicos arrojaban piedras desde el techo a la policía y también los uniformados respondían con pedradas. Esta mujer también refirió haber visto a cuatro efectivos patear el portón e ingresar a aquella vivienda, luego vio a tres efectivos cuando sacaron a un chico y lo subieron al móvil. No pudo observar si estaba lesionado. Vio que lo sentaron en la caja de la camioneta y allí subió un policía que hizo un movimiento como golpeándolo pero no alcanzó a ver si efectivamente lo hizo.
La causa se inició con la denuncia de Oliver, radicada el 21 de diciembre de 2020. El denunciante contó que dos días antes, cuando iba la casa de su amigo, en el barrio Bicentenario, junto a otro joven, frenó a su lado un móvil con cuatro policías que los empezaron a insultar. Dijo que trataron de ignorarlos y siguieron caminando, pero los seguían molestando. En un momento, su amigo les dijo que dejen de molestarlos. Ante esto, los policías se bajaron del móvil y los persiguieron.
Entonces entraron al domicilio de su amigo y se quedaron ahí esperando que el móvil policial se fuera. Pero los uniformados empezaron a patear la puerta, rompieron el vidrio y entraron contra la voluntad de los dueños de casa. Una vez adentro, lo agarraron y lo tiraron al piso, lo esposaron y le comenzaron a pegar. Luego lo subieron al móvil policial y continuaron agrediéndolo. Cuando llegaron a la comisaría se sumaron más policías que comenzaron a patearlo y le fracturaron la mandíbula.
El fiscal penal de Derechos Humanos, Gabriel Alejandro González, sostiene la acusación contra el sargento Aldo Daniel Chauque, el cabo Santiago Delfín Jonatan Alcoba, el suboficial principal Leonardo Corrillo, la cabo María José Miranda, el sargento ayudante Jorge Valdiviezo, el sargento Jorge Alberto Saracho Dermith, el cabo Álvaro Nicolás Guanca y el agente Cristian Cruz, por allanamiento ilegal, vejaciones agravadas por la violencia y lesiones graves. Chauque, Alcoba y Corrillo también están acusados por falsedad ideologica.
Por las características de este caso, emblemático de la violencia policial, se presentaron como "amicus curiae" la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y el Comité Provincial para la Prevención de la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes.
La jueza Mónica Faber tiene previsto finalizar esta semana la recepción de pruebas testimoniales y estableció que el próximo miércoles 21 de junio comenzará el alegato del fiscal. Asimismo, determinó que el miércoles 28 de junio alegarán las defensas y luego se conocerá el veredicto.