A 20 años de la desaparición de Sergio Ávalos se realizó una marcha en reclamo de justicia y en memoria del joven por el centro de la ciudad de Neuquén, y también hubo un acto en su ciudad natal, Picún Leufú. Estudiantes, autoridades académicas, referentes gremiales, militantes sociales e indígenas, organismos de derechos humanos y vecinos acompañaron la movilización que fue encabezada por Asunción y Mercedes Ávalos, padre y hermana del estudiante visto por última vez en la bailanta Las Palmas de la capital provincial la madrugada del 14 de junio de 2003. "Ustedes nos dieron las fuerzas para no bajar los brazos todos estos años, los dueños del boliche y los policías, militares y gendarmes que hacían la seguridad son los responsables, tenemos que llevarlos a juicio y encontrar a Sergio para poder hacer el duelo que se merece", dijo Mercedes, y se quebró en lágrimas.
En tanto, Página12 pudo saber que hay importantes novedades en un expediente judicial, que estuvo paralizado durante décadas. "En dos meses estaremos en condiciones de hacer los pedidos de indagatorias", dijo a este diario uno de los abogados de la familia, Leandro Aparicio. "Falta poco, Asunción", fueron las últimas palabras del discurso del letrado, mirando al papá de Sergio.
"Pudimos editar los videos originales para ver las imágenes en alta definición de las 52 cámaras, y además encontramos un cuaderno viejo donde se anotaba todo lo que sucedía en el boliche", agregó Aparicio, luego de participar de la movilización, que culminó cerca de las 19 frente a la Casa de Gobierno provincial. "Con esa información se están tomando 43 declaraciones testimoniales, a razón de cuatro semanales, y en agosto estaremos en condiciones de hacer los pedidos de indagatorias, imputaremos no sólo a militares y policías, no sólo serán hombres ni tampoco estarán convocados solamente quienes estuvieron en el local aquella noche", explicó sobre el alcance de la medida que pedirán en la causa, que corrió riesgo de prescribir en 2012 pero pasó al fuero federal a instancias de la entonces procuradora Alejandra Gils Carbó y al fallo unánime de la Corte Suprema.
Aquella noche, Las Palmas estaba siendo custodiado por integrantes del Ejército en actividad, algo taxativamente prohibido por las leyes vigentes. Las actuales testimoniales se suman a las 130 que ya hay en el expediente. "Sergio fue desaparecido en el boliche, la investigación fue desviada con responsabilidad de la fiscal González Taboada, se perdió tiempo valioso, pero ahora tenemos la imagen de las personas que necesitábamos identificar, alguien va a tener que responder por qué había militares custodiando el boliche", apuntó Aparicio.
Sergio tenía 18 años, era alumno de primer año en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional del Comahue (UNC) y había llegado en 2003 desde ese pueblito para estudiar la carrera de contador público. Por la falta de recursos de su familia, la UNC le concedió un lugar en un albergue estudiantil. La noche del 14 de junio, Sergio y sus compañeros habían tomado unas cervezas en la pensión y cerca de las 3 de la madrugada decidieron ir a El Fuerte-Las Palmas, la bailanta más famosa de la ciudad de Neuquén. Eran cinco amigos del mismo pueblo. Lo vieron por última vez alrededor de las seis de la mañana, nadie lo vio salir del boliche, habían quedado en encontrarse para ir a Picún por el Día del Padre, pero no apareció. Su hermana cuenta que no era un muchacho de la noche y no acostumbraba ir a bailar.
Misterio casi revelado
“Lo tenemos resuelto después de nuestra investigación de tantos años, ya sabemos lo que pasó en el boliche”, sostuvo el otro abogado del caso, Sergio Heredia. "Ávalos no estaba solo, los compañeros vieron lo que pasó", señaló el letrado a medios locales. Fue lo primero que pudieron acreditarle al juez federal Gustavo Villanueva y a la fiscal Mariana Querejeta. "La desaparición fue cerca de las 7 de la madrugada, entró y estuvo ahí hasta esa hora, de eso no hay ninguna duda, entonces el hecho de la desaparición se produce cuando él se iba con los compañeros, después ellos mienten”, aseguró. Aparicio y Heredia llegaron a esa conclusión porque se encontró la campera del estudiante en el respaldo de la cama de la residencia universitaria.
Por otra parte, Heredia puso énfasis en cómo fue la investigación en los primeros años. “¿Nadie se había dado cuenta en 19 años que los militares no podían ser custodios del boliche porque las leyes lo prohibían? Declararon altos jefes de la policía provincial y ellos admitieron ante el juez que los militares no podían estar”, apuntó. “Fuimos muy criticados porque somos abogados particulares que decidimos intervenir a pedido de Asunción y en su momento de Gualberto (padre del desaparecido Daniel Solano)”, dijo.
Entre los presentes en la marcha estuvieron la rectora de la UNC, Beatriz Gentile, la secretaria general de ATEN Capital, Ángelica Lagunas, e integrantes de la APDH Neuquén. "La de Sergio fue una desaparición forzada en democracia perpetrada por la fuerza represiva del Estado, una de muchas que van a seguir sucediendo si no tomamos las calles, no vamos a descansar hasta que los responsables y todos sus cómplices del gobierno del MPN, la justicia y la policía", dijo Julieta Mechón, presidenta Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades de la UNC.
Este año el aniversario de la desaparición estuvo marcado por la noticia de que sería reabierto el boliche Las Palmas. Su nuevo dueño llegó a promocionar una megafiesta, pero finalmente el municipio no le dio la autorización comercial. En ese contexto, el repudio y la indignación por esta posible reapertura fue expresado en una actividad en el playón de estacionamiento de la UNC. Esa casa de estudios declaró asueto para acompañar las actividades de esta semana por memoria y justicia para Ávalos, uno de los más de 200 desaparecidos en democracia.