El periodista Carlos Eguía, excandidato a gobernador de Neuquén por La Libertad Avanza hace apenas dos meses, destrozó con un amplio abanico de insultos y descalificaciones a Javier Milei, el principal referente de ese espacio. Mentiroso, hipócrita, falso, turro, bosta, loco, enfermo, atorrante e hijo de puta, fueron algunos de los adjetivos que le dedicó al precandidato a presidente, que a su entender “se merece que lo escupamos por la calle”.
Eguía rompió su alianza con el hombre la peluca cuando se enteró por Twitter, el miércoles a la mañana, que “le dio la marca al partido” Arriba Neuquén, un sello cercano al jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, que jugó como colectora de quien resultó ganador de la elección de la provincial, Rolando Figueroa.
“Me rompe las bolas la traición, me siento defraudado. Pensaba que por primera vez había un tipo diferente. O es un pelotudo o es un hijo de puta. Es un sorete de tipo. Esto último no tienen perdón de Dios”, dijo en diálogo con el portal Corta. “A él le interesa quién pone la plata, quién compra la franquicia”, dijo en referencia al sello Arriba Neuquén. Lamentó que lo “dejaron afuera” de la lista de diputados nacionales y contó que tiene “el mensaje de Ramiro Marra que me decía que iba a ser yo”. A partir del acuerdo con Arriba Neuquén, la candidata sería la pastora Nadia Márquez, que en abril fue electa como legisladora provincial. “Mirá si será casta que ni siquiera terminó de ser concejal, termina de ganar una elección con Rolando Figueroa como candidata a diputada provincial, todavía no asume y ya se quiere presentar a diputada nacional”, la defenestró” en su editorial radial. “A esa casta le han dado el parido. Es más mierda de lo que yo creía”, confesó.
Eguía salió cuarto en la elección para gobernador con el 7,98 por ciento de los votos. En 2021, antes de alinearse con el “libertario”, había sacado un 14,09 por ciento. “Lo primero que hicieron 20 días después de las elecciones fue llamarme para pedirme cargos en la Legislatura de Neuquén. Me pidieron el mejor cargo. ‘¿Cómo te lo voy a dar si vivís en Buenos Aires?’, le dije. Ahí se empezó a pudrir todo", contó. “Me obligaban a poner una noviecita de él. Todo lo que dice Milei (de la casta) es mentira. Le va a ir como la mierda. Con esta gente no lo vota nadie”, afirmó.
Eguía arrancó su columna comentando palabras de Milei en TV “para que vean la porquería de persona que es, no tiene otro calificativo, es una basura tanto él como ese entorno”. Recordó que “para despegarse de la horrenda elección de (Ricardo) Bussi” en Tucumán, donde el hijo del genocida obtuvo un 1,1 por ciento, el “libertario” preguntó en cámara: “¿Ustedes vieron mi cara en la boleta?”. “Javier, no podés ser tan turro. Además de mentiroso, hipócrita y falso, sos un turro”, le espetó Eguía.
Después recordó que la semana pasada, antes de la elección en Tucumán, Milei dijo que sería “la primer gran batalla”. “¿Y nosotros, los de Tierra del Fuego, la gente que se jugó en La Rioja, Neuquén, Río Negro, qué venimos a ser, indios?”, preguntó y él mismo respondió: “Somos mierda para Milei, porque para Milei todos somos mierda y él es la casta especial”, advirtió.
Eguía diferenció a Milei de su candidato porteño Ramiro Marra, que fue quien “me contuvo”, confesó, y enumeró a los miembros del espacio que califica como “la bosta: Javier Milei, (Carlos “Chino”) Kikuchi, la hermana (Karina Milei) y (su armador político Julio) Serna”. Lamentó “el humo que nos quieren hacer creer” y consideró que “se merece que lo escupamos por la calle”.
En la misma editorial se refirió a las exigencias económicas de Milei y sus íntimos. “Siempre le tenés que prestar auto, le tenés que dar todo, porque si no pone cara de orto. Siempre tiene cara de orto, salvo cuando sale a la calle. Aunque hasta la selfie le rompe las pelotas”, contó. “Es un loco, un enfermo”, remarcó.