Referentes de la comunidad wichí Las Llanas (ubicada entre Dragones e Hickman, en el límite de los departamentos San Martín y Rivadavia) reclamaron al gobierno provincial la entrega de materiales como chapas y tirantes para avanzar en la construcción de viviendas de adobe en cuya obra venían desde el año pasado.
“Logramos terminar cuatro viviendas pero quedan diez familias que aún no tienen su casa”, dijo a Salta/12 el referente de la organización Manos Unidas, Teodoro Paz. Explicó que el año pasado iniciaron el proyecto por el cual la comunidad se comprometía a hacer los adoquines de adobe para levantar las paredes, mientras que la provincia ponía las chapas y todos los insumos necesarios para poder terminar el habitáculo. Este, dijo Paz, involucraba el levantamiento de cuatro paredes que delimiten un espacio de cuatro por cuatro metros.
Se terminaron cuatro viviendas, “Pero después se politizó todo y la gente levantó las paredes pero no llegaron las chapas”, sostuvo Paz. Indicó que se levantaron las paredes de dos habitaciones más pero al no llegar las chapas, los adoquines quedaron destruidos tras las tormentas de verano.
Paz afirmó que “la gente ya no quiere hacer los adoquines porque dicen que al final trabajan al vicio y volvieron a poner casas con paredes de plástico”. Para hacerlas, explicó, se disponen seis horcones con tirantes y cinco maderas más arriba para poder tender el plástico que hace de techo. “Como la gente va a porotear (a cosechar porotos), le pide a los productores y les dan un poco del plástico” que sirve también como silobolsa, contó. El problema es que con las temperaturas bajas "la gente se muere de frío porque a veces ni frazada tiene".
El delegado de Asuntos Indígenas del gobierno provincial, Marcelo Córdova, dijo que “el compromiso era que levanten las paredes de adobe y les dábamos tirantes y chapas”. Pero luego de las cuatro primeras habitaciones afirmó que no se hicieron más paredes. “Las chapas están esperando que se sigan levantando las paredes y no las vamos a dar hasta entonces”, sostuvo. Afirmó que el recaudo se toma porque en otras comunidades las chapas terminaron siendo vendidas.
Dado que el adobe puede ser un material que facilite la proliferación de vinchucas, insecto que transmite la enfermedad de Chagas. Al ser consultado, Córdova aseguró que hay apoyo técnico y operativo para la prevención del mal de Chagas en la zona. Añadió que como medida preventiva, el “decantamiento del adobe se hace con cal”. El monitoreo para que la técnica se cumpla se encuentra en manos de las municipalidades, sostuvo.
El riesgo de la transmisión del Chagas
El adobe es un insumo de construcción que suele ser vinculado a la vinchuca, insecto que puede transmitir el parásito Trypanosoma cruzi que genera el llamado Mal de Chagas, una afección cardíaca.
José Gil, doctor en Ciencias Biológicas especializado en Epidemiología, investigador del CONICET y docente de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), fue consultado por Salta/12 respecto de las construcciones con adobe. Explicó que por los trabajos realizados en terreno se detectó que el adobe “genera muchas grietas, sobre todo en casas improvisadas”. Es en esos huecos que las vinchucas hacen sus nidos. Al proliferar los insectos también aumenta el riesgo de transmisión de la enfermedad.
Gil señaló que entre las alternativas que se aplicaron para evitar la enfermedad, en Bolivia se hicieron tratamientos sobre las paredes usando pintura con insecticidas. “Algún efecto residual tuvo, pero las vinculas recolonizaron”, indicó.
Al ser consultado sobre un procedimiento con cal, sostuvo que desconoce estudio alguno que refiera a la utilización de este producto para tratar el adobe y evitar la proliferación de vinchucas. En ese punto entendió que desde la Universidad inclusive podrían ofrecerse a realizar un estudio para determinar si ese procedimiento funciona.
Añadió que las casas de adobe suelen llevar techo de paja y en caso de querer erradicar o prevenir la proliferación de vinchucas, este debería ser también eliminado. “Podemos utilizar el revoque para las paredes con el fin de disminuir el riesgo de la presencia de vinchucas. Pero si la vivienda tiene techo de paja, las vinchucas se meten en el techo y siempre va a haber un problema”, dijo.
Respecto del techo de chapa ejemplificó lo acontecido en comunidades de Santiago del Estero y el Chaco, donde se entregaron viviendas con este material, “es tanto el calor que se genera, que se termina usando la vivienda como depósito y se termina construyendo el rancho (de adobe) al lado”.
El investigador entendió que cuando se trata de proyectos de viviendas para las comunidades indígenas “es fundamental un abordaje interdisciplinario en donde trabajen antropólogos y exista una perspectiva de salud intercultural para que se pueda explicar a fondo el por qué de esta problemática y que la comunidad pueda tomar una decisión propia”.