Las elecciones presidenciales reavivaron en Unión por la Patria (exFrente de Todos) el debate por la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Tras el pedido de Cristina Kirchner de avanzar en un programa de unidad, la relación del país con el organismo de crédito volvió a la primera plana en torno a qué debe hacer el próximo Gobierno en las negociaciones.

En este contexto, entrevistada por Mediodía 750, la titular del Banco Nación y exminsitra de Economía, Silvina Batakis, apuntó con firmeza contra el FMI y aseguró que el organismo “siempre presiona y tiene la misma receta”. Luego, advirtió: “Las recetas únicas nunca funcionaron en ningún lugar del mundo”.

El FMI siempre presiona y tiene la misma receta. Eso es fundamental entender. Sobre todo con Argentina, que es el país que tiene la mayor deuda. El Estado argentino tiene continuidad de Estado en su normativa pero el organismo también en el propio organismo. No es que porque hubo un cambio de una persona tenemos un FMI renovado”, analizó.

Luego, continuó: “Siempre tiene la misma receta, como si todos tuviésemos la misma estructura. Y nunca contemplan los factores exógenos como una sequía o una guerra. Las recetas únicas no funcionan en ningún lugar del mundo. Por supuesto, no funcionan para Argentina”.

Por estos motivos, Batakis denunció que al actual acuerdo con el FMI tiene “muchas inconsistencias macroeconómicas”. Y ejemplificó: “Cuando te dicen que tenés que disminuir los subsidios en un país con subsidios muy fuertes e historia inflacionaria, claramente hay a una inconsistencia”.

Un salvavidas para los fugadores

En tanto, la exministra explicó que la deuda que ahora tanto condiciona al país fue tomada por el Gobierno de Mauricio Macri con el único propósito de garantizarles a los fondos de inversión que iban a tener los dólares necesarios para sacar del país todas las divisas que ingresaron para ponerlas a funcionar en una bicicleta financiera.

“La política de sometimiento de la gestión anterior con este crédito lo que está haciendo es que se impulse a achicarte continuamente. Y es lo que no queremos. La industria está creciendo, y no mágicamente. Sino porque hay un gobierno que articula instrumentos para seguir teniendo crédito accesible, por ejemplo”, explicó.

Y agregó: “El crédito del FMI no vino a ampliar la infraestructura productiva. En el ministerio del Interior trabajamos un plan de desarrollo. En todas las charlas recabamos una información que nos da cuenta de que Argentina necesita unos 50 mil millones de dólares en obras estratégicas. Imaginate si el crédito se volcaba a esta infraestructura”.

Sin embargo, lejos de volcarse a estos proyectos, apuntó: “El crédito fue otorgado para que fondos internacionales pudiesen sacar los dólares. El objetivo del FMI era que esos fondos pudiesen obtener los dólares. Fueron para darles los dólares a aquellos que habían ingresado dólares, convertían en pesos, se llevaban tasas de interés muy altas y después necesitaban cómo salir. Y es eso, fugando el dinero”.