“Somos familias que defendemos el derecho a la educación pública. Sostenemos con recursos propios el 70 por ciento de los gastos corrientes de la escuela”, aseguraron desde el Lengüitas las asociaciones cooperadoras luego de que la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, las acusara de comportarse “como si fuesen los gerentes o los dueños” de las escuelas y de que realizan política partidaria. Tras enumerar las acciones que llevan a cabo por el derecho a la educación pública, las cooperadoras pidieron que "cese el discurso de odio contra la comunidad".
Este viernes por la mañana, la comunidad educativa se hizo presente en la puerta de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas, ubicada en Juncal 3251, en el barrio de Palermo, para repudiar las declaraciones de la ministra Acuña, que circularon días atrás en un video, donde las cooperadoras escolares (en particular la del Lengüitas) fueron su nuevo blanco de ataque.
“Dedicamos tiempo voluntario y recursos propios para sostener necesidades que el Estado no cubre. Solo una persona con pensamiento mercantil puede pensar que el trabajo desinteresado y ad honorem de las familias se relaciona con ideas de gerenciamiento y propiedad”, remarcó Nancy Vega, presidenta de la cooperadora del Lengüitas.
Vega contó que el 70 por ciento de los gastos corrientes de la escuela se cubren con el dinero que las familias aportan a la cooperadora. Sobre el Fondo Único Descentralizado de Educación (FUDE), la mujer aclaró que es "cada vez más escaso": en 2022, fue de 572 pesos por año por estudiante, en "correlato a la reducción presupuestaria que han llevado al 16 por ciento del presupuesto total". "Soledad Acuña no conoce las escuelas que administra", remarcó.
La comunidad del Lengüitas también recordó los reclamos que hicieron a principios de este año por la presencia de plagas de alacranes y por el estado de suciedad de la escuela, así como la solicitud de acciones para mitigar el impacto de la ola de calor, en las aulas con "mínima ventilación, vidriadas y que reciben luz solar durante toda la jornada".
La titular de la cartera educativa de la Ciudad había señalado que las familias integrantes de las cooperadoras tienen “determinado perfil ideológico”. Al respecto, Vega remarcó que Acuña confunde “acción política comunitaria con política partidaria”, dos dimensiones distintas de la acción ciudadana. “Nuestra cooperadora no responde a ningún partido político. Conviven en ella personas con múltiples afinidades políticas, pero con la misma vocación por la defensa de la escuela pública”, aclaró.
"Somos madres y padres que defendemos el derecho a la educación pública de todos los pibes y las pibas. Soledad Acuña ataca sistemáticamente a las comunidades escolares porque para ella la educación es un negocio”, sostuvo Ani Meizoso, integrante de la Cooperadora de la Escuela de Música Juan Pedro Esnaola y delegada de Cooperadoras Escolares de la Comuna 12.
Según detalló Meizoso, una de las principales acciones que hace la cooperadora del Esnaola es comprar los instrumentos musicales para les estudiantes, y que esto es posible gracias a los aportes de cada familia. “Basta, ministra. Pare con el discurso de odio y gestione como tiene que gestionar”, aseveró la delegada.
Por su parte, Pablo Cesaroni, integrante del colectivo Cooperadores en Movimiento y de la Multisectorial por la Escuela Pública, expresó su solidaridad con la comunidad educativa del Lengüitas. "Rechazamos las declaraciones de este video, que muestra lo que la ministra ha venido diciendo y haciendo desde hace mucho tiempo", enfatizó.
En el acto se recordaron los ataques del año pasado de Acuña contra estudiantes que reclamaban mejoras edilicias y denunciaban la mala calidad de las viandas escolares. Entre las escuelas que participaron en las tomas estaban el Mariano Acosta y el Lengüitas, a quienes la ministra respondió enviando cartas documento a las familias patra solicitar un resarcimiento en dinero “por daños y perjuicios causado al erario público correspondientes al pago de salarios de personal por cada día sin clases debido a la toma de la escuela”.
Para Cesaroni, frente a la inacción del Gobierno porteño, el rol de las cooperadoras es garantizar que las y los estudiantes tengan edificios seguros y que reciban comida saludable. "Estamos pidiendo por mayor presupuesto educativo, pero Acuña quiere una cooperadora que solo se ocupe de resolver los fondos que el gobierno no manda", remarcó.
Ante la pregunta sobre qué sucede en las escuelas que tienen una cooperadora menos organizada o que directamente no cuentan con una, el integrante del colectivo respondió que en esos establecimientos "los estudiantes no van a tener los recursos necesarios, a diferencia de aquellos que van a escuelas con cooperadoras fuertes". Sin embargo, subrayó Cesaroni, "la educación pública de gestión estatal debe ser igual para todos y todas, no puede depender de la presencia de una cooperadora".