Las refinadoras se preparaban para aumentar cerca de un 6 por ciento el precio de los combustibles durante el fin de semana. El guarismo es 2 puntos mayor que la pauta mensual del 4 por ciento que vienen aplicando desde diciembre del año pasado en linea con el acuerdo firmado con Sergio Massa, pero menos que la evolución de la inflación, que en mayo fue del 7,8 por ciento y confirma el piso del 7 para la suba mensual. Pero Massa lo freno y fijó un techo del 4,5 por ciento.
YPF informó que a partir de las 00:00 hs del sábado 17 de junio aumentarán los precios de los combustibles 11 pesos por litro promedio país que representa un 4,5 por ciento promedio. Este ajuste contribuye a compensar la variación del tipo de cambio oficial, las diferencias en los costos logísticos y de operación, el achicamiento de la brecha entre grados de combustible y el aumento de precios de biocombustibles.
A mediados de abril de este año, el Ministro de Economía, a través de las secretarías de Energía y de Comercio- renovó el acuerdo de Precios Justos con el sector petrolero con una pauta del 4 por ciento mensual en los precios de la nafta y el gasoil desde el 15 de abril hasta el 15 de agosto. El acuerdo incluyó a las empresas YPF, PAE (Axion), Raízen (Shell) y Trafigura (Puma), que ya venían con un acuerdo desde diciembre del año pasado cuando el ministro de Economía, Sergio Massa, se entusiasmó con bajar la inflación a menos de 4 por ciento para abril.
Sin embargo, el impacto de la sequía cambió el escenario macroeconómico del país que impactó directo en los precios: la inflación mensual llegó a un pico de 8,4 por ciento en abril y se mantuvo en 7,8 por ciento en mayo, casi el doble de lo que habían acordado las Secretarías de Energía y de Comercio con la industria refinera. La tasa de depreciación del tipo de cambio tampoco acompaña y corre desde enero por encima del 6 por ciento mensual. En el acumulado de los primeros cinco meses de 2023, los precios de las naftas y gasoil aumentaron un 23 por ciento frente a una devaluación del 40 por ciento.
Es por este motivo que las petroleras aseguran que aumentarán por encima del acuerdo de precios. En el interior del país, si bien los precios varían según la posición geográfica de los distritos y otras variables ligadas al flete de los combustibles, la nafta súper cotizará a razón de los 231 pesos en promedio, en cambio la opción de mayor octanaje subirá a casi 290 pesos el litro. En provincias como Córdoba, el gasoil de menor valor trepará a 245,6 pesos el litro, mientras que la opción más cara de ese combustible aumentará hasta superar los 323 pesos la misma unidad.
El atraso en la actualización de los valores también generó que se mantuviera la brecha de precios con el resto de los países de la región. Por caso, mientras que el valor promedio del litro de la nafta súper en la Ciudad de Buenos Aires cuesta 0,78 dólares al tipo de cambio oficial (244 pesos), en Paraguay vale 1,02 dólares; en Brasil, 1,06 dólares; en Chile, 1,58 dólares, y en Uruguay, 1,80 dólares, según un informe del sector. Actualmente, las refinadoras compran la mayoría del petróleo a los productores argentinos a un valor de 62 dólares el barril, pero ese precio podría caer a 57 dólares dado el atraso en los precios en la nafta y el gasoil.
Los dueños de las estaciones de servicio apuntan que el atraso de los precios de la nafta rondará el 25 por ciento en agosto y que hay peligro de cierre de las bocas de expendio, por lo que la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de la Argentina (Cecha) se declaró en "estado de emergencia". Una medición del consultor energético Alberto Fiandesio en Todo Hidrocarburos muestra que el margen bruto de la nafta súper cayó 10,4% en abril hasta los 15,66 dólares por barril (unos $ 23 por litro) y es un 33,2% más bajo que hace un año; mientras que para el gasoil grado 2, el margen bajó 4,6% mensual a u$s 40,88 por barril (alrededor de $ 59 por litro) pero en términos interanuales subió 9,1%.
Las empresas saben que la ventana para intentar recuperar lo perdido contra la inflación y la evolución del dólar es cada vez menor. Es que quedan menos de sesenta días hasta las elecciones primarias por lo que quedaría solo junio como el último mes en que las petroleras puedan subir los precios en sus estaciones de servicios previo de los comicios. Los privados apuntarán a actualizar los precios también en julio, pero en caso de que el oficialismo no tenga una buena performance en las urnas la tentación de la política podría redundar en una prohibición de subir los combustibles, como le sucedió a Cambiemos tras la derrota en las PASO de 2019. De ahí la necesidad de las petroleras de poder conseguir ahora un aumento que no acentúe el deterioro real de sus ingresos.