La Policía Federal de Brasil encontró en el teléfono móvil del teniente coronel Mauro Cid, antiguo asesor del expresidente Jair Bolsonaro, pruebas de los supuestos intentos por mantenerlo en el poder a pesar del resultado electoral de octubre pasado, a favor de Luiz Inácio Lula da Silva. Se desconoce si Bolsonaro sabía del plan o participó en el armado.
De acuerdo con la revista brasilera Veja, el documento de tres páginas encontradas en el teléfono del teniente coronel proporcionaba una guía sobre cómo bloquear la investidura de Lula Da Silva, utilizando a los militares como una "fuerza moderadora". Además, en el escrito detallaban acciones inconstitucionales por parte del poder judicial y los medios de comunicación para favorecer a Lula en las elecciones, justificando así una ruptura institucional.
El plan propuesto incluía el nombramiento de un "interventor" con poder sobre las fuerzas armadas y todos los organismos federales de seguridad pública de Brasil.
Además, se planteaba la investigación, destitución y reemplazo de los jueces considerados infractores del Supremo Tribunal Federal y del Tribunal Electoral Federal. Según consta en la planificación, el tribunal electoral "renovado" se encargaría de supervisar la celebración de nuevas elecciones, las que solo tendrían lugar una vez que los militares hubieran determinado que se había restablecido el orden constitucional.
Cid, que se encuentra detenido hace varias semanas, en el marco de la investigación por la falsificación de las cartillas de vacunación, incluida la del expresidente y su familia, para poder sortear las restricciones de viaje por la pandemia del coronavirus, tenía bajo custodia policial su teléfono móvil por estos hechos.
El teléfono contenía mensajes, audios y documentos sobre las supuestas maniobras golpistas, entre ellas el borrador de un decreto de Garantías de Ley y Orden, por el cual el presidente puede convocar a las Fuerzas Armadas en caso de no poder movilizar al resto de fuerzas públicas, reveló el diario local O Globo.
La difusión de estos documentos se suma a un creciente cuerpo de evidencia que sugiere que miembros cercanos al círculo íntimo de Bolsonaro estaban buscando formas de impedir que Lula Da Silva asumiera el cargo y debilitar a los principales tribunales federales de Brasil.
Ante estas revelaciones, el Ejército brasileño emitió un comunicado en el que dejó claro que las "opiniones y comentarios personales no representan el pensamiento de la cadena de mando ni el posicionamiento oficial de la Fuerza". Asimismo, aseguraron que cualquier conducta individual considerada irregular será tratada en los tribunales.