El Festival Independiente Internacional de Clown Rojo, que se está transformando en un espacio de reunión de la actividad artística del clown de diversas procedencias geográficas y en un emotivo encuentro de los payasos con el público, arranca este sábado su segunda edición, que se desarrollará del 17 al 25 de junio y que propone diecisiete espectáculos gratuitos o a la gorra, dos talleres, una jam y la presentación de dos bandas musicales.

La segunda edición del Rojo se desarrollará en cinco sedes: El Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti (Av. del Libertador 8151), la Chacra de los Remedios (Av. Directorio y Lacarra, Parque Avellaneda), el Centro Cultural Resurgimiento (Artigas 2262), y en OiHoy (14 de Julio 426), en el barrio de Villa Ortúzar, donde se desarrollará la apertura este sábado 17 a las 21.30 con una Jam payasa.

El festival contempla en este segundo año de vida una nueva sección, Rojito, destinada a infancias y familia, compuesta por siete obras que se verán este sábado y domingo y el próximo, por compañías argentinas y de países limítrofes.

Elencos de Uruguay, Chile, Brasil, Salta, Córdoba, El Bolsón, provincia y ciudad de Buenos Aires tomarán parte de esta segunda edición del Rojo, que debutó en 2022 con una importante repercusión, tanto al interior del mundo del clown como en relación con el público que se acercó a las funciones.

"No quisimos hacer un festival de payasos por payasos y para payasos sino de payasos por payasos y para el público, por eso tomamos la decisión de estar en estos espacios, que son espacios conquistados por la gente y no lugares endogámicos de la comunidad clown; además porque creemos que el territorio del clown es lo popular, al clown viene a verlo la señora del barrio, las familias, no tiene esta cosa de teatro profundo o intelectual sino que es otro registro", cuenta Luis Levy, quien organiza e ideó el festival junto a Santiago Legón.

A lo largo del Rojo se asistirá al estreno en Buenos Aires de Llegar a una fiesta, de la payasa Marina Barbera, que se encuentra radicada en El Bolsón, que se verá el viernes 23 en el Centro Cultural El Resurgimiento, y No te entretengas con nada, donde dirige a un trío de payasas integrado por Camille Thomas, Natalia Manuel y Gabriela Greizerstein, que se verá este domingo 18 en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti con entrada libre y gratuita.

También se presentarán Indeleble, con autoría y actuación de Sandra Rojas; Mc Beth por una corona, del trío LAP; Tanga, homenaje a las cancionistas, con dramaturgia y actuación de Maia Lopardo; Niños Perdidos, con dramaturgia y actuación Lía Mayer con dirección de Santiago Legón y música de Mauri Mayer. Otras propuestas serán La normalidad, que llega de Salta con dramaturgia y actuación de Natalia Aparicio; Encarnación, un delirio artístico, que viene de Marcos Paz, con dirección de Yanina Frankel y actuación y dramaturgia de Gabriela Pascual; Àlö!, de Santiago de Chile, interpretada por Natalia Rammsy Sánchez y con dirección de Julia Muzio y Lucy Snit.

"Lo hacemos porque estamos locos", confiesa Levy. "Tanto Santiago como yo tuvimos experiencias como intérpretes y directores en otros festivales y de pronto caímos en la cuenta de que aún cuando hay este tipo de encuentros en distintos lugares del país no existía uno en Buenos Aires". Y agrega: "Un día empezamos a charlar, una charla que duró casi un año en que nos encontrábamos una vez a la semana, donde fuimos descubriendo por qué queríamos hacer el festival y cómo lo íbamos a hacer, porque el único recurso que teníamos era el aire. La idea fue poner en valor nuestra profesión, que a veces está bastante ninguneada y donde no se toma en cuenta que somos artistas escénicos como cualquier otro artista de teatro".

En relación con la idea de armar un festival a la gorra, Levy señala que eso surgió con la idea de "hacerlo lo más democrático posible, para que pueda venir el que quiera aún si no puede pagar la entrada de un espectáculo". Y respecto de la situación actual del clown remarca que "constantemente hay un crecimiento y un avance respecto del clown, tanto en relación con la producción de los espectáculos como con la técnica. Además creció en dramaturgia y empezó a generar espectáculos que se mezclaron con el teatro tradicional. Hay toda una generación que se propuso profundizar desde la dramaturgia que incorporó una poética muy potente al clown".

En cuanto a la sección Rojito, destinada a infancias y familias, contará con siete obras: Circo de los Faramburleros, de la Compañía Faramburleros de Tigre; Haciendo comunidad, del Dúo Diafurias de la ciudad de Buenos Aires; y Lo que el viento me contó, de la compañía porteña Churrinche, que se verán este sábado y domingo en la Chacra de los Remedios con entrada a la gorra.

Mientras que en el Centro Cultural Resurgimiento, sábado 24 y domingo 25 se verán Carpa Diem, de la Compañía Tengo una Idea de El Bolsón; Olha a Palhaça no Meio da Rua, que llega de Brasil; Opalalá, del Circo Único de Montevideo; y Todo terreno, de y con Mariana Brusse. "En la convocatoria para Rojito llegó material especialmente pensado para las infancias intentando armar una perspectiva no adultocentrista. En realidad, el lenguaje del clown es para todas las edades, por eso la diferencia entre un clown más para adultos y uno para infancias pasa generalmente por las temáticas que aborda y el modo de abordarlas".

Levy señala el espíritu "ultracolaborativo" del festival que en esta edición va camino a su consolidación: "Acá no nos banca nadie, esta es una gestión a pulmón", resume.