El desfile de hombres, mujeres, niños y niñas montados a caballo comenzó alrededor del mediodía y se prolongó hasta pasadas las 14. Horas antes caminaron frente al Monumento a Güemes sobre la avenida Uruguay 32 instituciones civiles. El acto del 17 abrió con niños y niñas de jardín de infantes y delegaciones civiles de Salta, Mar de Plata, Jujuy, Tucumán, La Rioja, Córdoba, Corrientes, Buenos Aires y Tierra del Fuego. Cuando llegó el turno de las fuerzas de seguridad (policía de la provincia, Policía Federal, Gendarmería y Ejército) un helicóptero de la sección de Aviación de la V Brigada del Ejército atravesó la Uruguay en vuelo rasante.
En el palco, entre los funcionarios y autoridades provinciales presentes se destacaron el gobernador Gustavo Sáenz, el vicegobernador Antonio Marocco, las diputadas nacionales Virginia Cornejo (PRO) y Pamela Caletti (FdT), el ministro de Educación de Salta, Matías Cánepa; la intendenta de la ciudad capital, Bettina Romero, y el presidente del Concejo Deliberante de Salta, Darío Madile. Si bien el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, estuvo la noche anterior en la Guardia Bajo las Estrellas y la mañana del 17 de junio durante el izamiento protocolar de las banderas de Salta y Argentina, no participó del desfile desde el palco principal.
Al mediodía, momentos antes de iniciar el desfile de gauchos y gauchas, Julio de los Ríos, presidente de la Agrupación Tradicionalista Gauchos de Güemes, tomó el micrófono y sobre el caballo enfrentó al puñado de docentes que se manifestaban. “Les pido que nos dejen realizar nuestro desfile en paz", los interpeló. El titular de las agrupaciones gauchas declaró a principios de junio que “salteño que protesta no es salteño”, por lo que sus declaraciones seguidas por la atenta mirada del gobernador desde el palco, confirmaron la posición de la dirigencia del gauchaje respecto a extender las manifestaciones que mantiene la docencia pública en Salta a un espacio y momento tan particular como el desfile del 17 de junio.
Con carteles alusivos a la lucha del sector, los y las docentes permanecieron hasta pasadas las 13. Portaron delantales blancos, banderas de Argentina y de los pueblos originarios, una bandera nacional llevó impreso en negro “Tartagal”, un paño blanco que indicaba la presencia de docentes del “Nivel Inicial de Colonia Santa Rosa" y un cartón corrugado con la leyenda: “Solidaridad Comunidades Wichí Misión Chaqueña y Carboncito”. También carteles de menor porte con mensajes dirigidos al palco principal con leyendas como “Docentes por salarios dignos” o el que pidió disculpas al Güemes porque el mandatario provincial “no sabe lo que hace”. Una caricatura en particular llamó la atención porque aludía a la represión a docentes del 24 y 25 de mayo.
Cada vez que se abrió un espacio de silencio entre marcha y marcha interpretada por las bandas oficiales de las fuerzas públicas, la docencia aprovechó para hacer notar con cánticos que aún no hay calma o paz social. Bettina Romero, jefa de la comuna capitalina, fue la única que respondió las consultas de Salta/12 sobre la manifestación de autoconvocados. “Creo en el diálogo y en la construcción de puentes para solucionar conflictos”, dijo al final del desfile. Matías Cánepa, que observó a la docencia que se manifestó ayer durante todo el tiempo que permanecieron tras el fuente vallado instalado sobre Paseo Güemes, optó por no realizar declaraciones.
Martín de los Ríos, ministro de Producción, Ambiente y Desarrollo Sustentable, y el secretario de Ambiente, Alejandro Aldazábal, fueron los dos únicos integrantes del gabinete que participaron del desfile a caballo. Se destacó también la presencia del cantante folcklórico Chaqueño Palavecino, que se ganó un aplauso y un saludo del gobernador de la provincia.
Los turistas y la guardia bajo las estrellas
La noche fría del 16 de junio, salteños, salteñas o turistas y sus familias que pretendieron ingresar al área de los gauchos con fogones encendidos, no lograron hacerlo. Lo impedía el fuerte vallado policial instalado sobre el Paseo Güemes y el pasaje Del Milagro.
Los efectivos policiales dispuestos en esa zona impidieron el paso de los transeúntes citadinos que buscaban el calor del fuego y las brasas bajo el Monumento a Güemes. La decisión de reforzar los retenes, que el año pasado solamente rodeó el pedestal de piedra que sostiene al héroe gaucho, se originó en las publicaciones de autoconvocados de educación principalmente, que llamaron a una marcha de antorchas la noche del 16.
Los y las manifestantes se encontraron con una pared de hierro justo a la altura de la Cruz que recuerda al Congreso Eucarístico Nacional de 1974. Sin embargo, pegaron carteles sobre las vallas dando cuenta una vez más de su descontento con la política salarial del gobierno provincial, también explicaron a los turistas las razones del vallado y sus acciones de protesta. Las medidas de seguridad para evitar cualquier acercamiento del colectivo docente al área de la Guardia Bajo Las Estrellas se extendió a distintas calles del barrio San Bernardo.
A medianoche, el gobernador y Rodríguez Larreta bajaron de la casa del Jefe de la V Brigada de Montaña (ubicada detrás del Monumento), donde habían participado de una cena protocolar. Luego compartieron con gauchos de algunos fortines los fogones por la muerte del general Güemes.
“¿Suelen ser así los fogones a Güemes?”, preguntó un turista a este medio. Con su familia, oriunda de La Plata, llegaron a Salta con la ilusión de aquello que alguna vez les contaron: guitarreadas hasta el amanecer con los gauchos que todavía hoy recuerdan al general salteño. Otros turistas se quejaron gritando a las fuerzas de seguridad sobre uno de los retenes del alto vallado: “No pagamos para ver esto”, “Es una vergüenza llegar de tan lejos para que nos traten así”, se quejaron. En la mañana y mediodía del desfile, las cosas no cambiaron mucho, porque fue imposible acercarse el predio del Monumento. Recién cuando el desfile terminó, la gente comenzó a ganar la calle y se acercó a Güemes. La zona permaneció cerrada parcialmente hasta últimas horas de ayer.