Desde Roma

Cómo proteger la Amazonía, considerada el pulmón verde del mundo, y qué se puede hacer por los cerca de 400 pueblos indígenas que allí viven desde siempre, cuya existencia está en riesgo por el avance de las empresas petroleras, leñeras, agrarias y minerarias, fueron algunos de los temas que dos mujeres indígenas amazónicas y católicas hablaron en una entrevista con PáginaI12.

Las líderes indígenas Patricia Gualinga de Guatemala y la hermana Laura Vicuña de Brasil, ambas vicepresidentas de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) y le peruana Yesica Patiachi, vicepresidenta de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), participaron de un encuentro reciente con el público en Roma, organizado por la Pontificia Comisión para América Latina. Habían sido recibidas por el “Abuelo Francisco”- como los pueblos amazónicos llaman al Papa- en el Vaticano. Las tres además habían participado del Sínodo Amazónico organizado en el Vaticano en 2019.

“Es un honor para nosotros tener aquí a estas personas que llegan de nuestra América Latina”, dijo la secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina, la teóloga argentina Emilce Cuda, al inaugurar el encuentro. Agradeció también a reporteros y embajadores presentes por su ayuda al Santo Padre para “concientizar sobre la importancia de cuidar nuestro planeta, nuestra casa común”.

Yesica Patiachi Tayori es escritora, investigadora, pintora y educadora del pueblo Harakbut, Yesica Patiachi Tayori nació en la comunidad indígena de San José del Karene, en el departamento de Madre de Dios, en Perú. En 2015 publicó su libro “Relatos Orales Harakbut” y en 2019 “El gallinazo y el jaguar”. Ambos bilingües, en harakbut y castellano. Es profesora de secundaria en Puerto Maldonado.

La hermana Laura Vicuña Pereira Manso, indígena del pueblo Kariri, nació en Porto Velho, Rodesia, Brasil. Miembro de la Congregación de las Hermanas Catequistas Franciscanas, es licenciada en antropología, especialista en psicología social y tiene un máster en lingüística indígena. Ha estado presente en el Foro Permanente de los Pueblos Indígenas en la ONU de Nueva York y Ginebra, para denunciar directamente la violación de los derechos indígenas.

Patricia Gualinga Montalvo, proveniente del Pueblo Kichwa de Sarayaku, de la Amazonía Ecuatoriana, es una reconocida defensora de los derechos humanos y de la casa común. En 2012 fue testigo ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos de un caso histórico presentado en 2002 sobre los impactos de la explotación petrolera en su comunidad, el cual concluyó con la corte pronunciándose a favor del pueblo de Sarayaku.

Con el “abuelo” Francisco

Con el papa Francisco “hemos hablado como tema central del rol de la mujer, desde una perspectiva socio-ambiental, socio-educacional y socio-pastoral. Las mujeres, casi en el 90% de los casos, somos las que llevamos adelante la evangelización de la Iglesia en la Amazonía. Tenemos la vocación de llevar la buena noticia del Evangelio en estas zonas muy apartadas donde la Iglesia no logra llegar”, contó a PáginaI12 la hermana brasileña Laura Vicuña. Vestida muy simple, sin traje religioso, con un largo aro realizado con plumas hermosas de tierras amazónicas, contó además que con “el abuelo Francisco hablaron también de lo que está sucediendo en Brasil que es la violación de los derechos indígenas”. Días atrás, la Cámara de Diputados aprobó la ley 490, recordó, “ que va contra la Constitución Federal” y que de ser aprobada definitivamente, restringiría los territorios y los derechos indígenas. “Lo que está en juego ahí es la vida de los pueblos indígenas porque sin tierra no hay vida. Es una ley en contra de los derechos de nuestros pueblos”, subrayó. El presidente Lula, que no estaría de acuerdo con la ley, al parecer podría imponer un veto pero al no tener mayoría en el Parlamento todo se presenta más complicado.

“El Papa nos dio una muy buena acogida -dijo por su parte Yesica Patiachi-. Me gustó mucho su manera de tratarnos. Nos recibió tal como nosotras nos vestimos. Nos impresionó que respetara nuestra vestimenta. Le trajimos varios regalos, artesanías pero también dos cuadros. Uno pequeño con el Papa amazónico. Otro de tres metros que da una cosmovisión del mundo indígena, su pasado, su presente, su futuro”.

Los desafíos indígenas

“El poblador indígena existe porque existe su territorio -continuó Yesica contando lo que también habían hablado con Francisco-. Si les quitan sus tierras, los pueblos desaparecerán. Hay muchos intereses que vienen de Europa y de otras partes que han hecho que el ecosistema de los pueblos indígenas corran riesgo. Han traído nuevos modelos de desarrollo que son un peligro. Ellos dicen por ejemplo que van a construir una carretera, pero no saben que están destruyendo la vida de los pueblos indígenas. Esos modelos se imponen, no se consultan. No se tiene en cuenta la cosmovisión de nuestros pueblos. No conozco ninguna empresa petrolera, o maderera o minera que haya trabajado con los pueblos indígenas, y que haya dejado desarrollo. Sólo destrucción. Incluso han llegado a sobornar a dirigentes a lo largo de la historia”.

Y agregó: “Brasil ocupa más del 60% del territorio amazónico. Si en Brasil se aprueba definitivamente esa ley y los pueblos indígenas son desplazados porque van a ser despojados de sus territorios, va ha haber un genocidio de esos indígenas. Y eso será un precedente para otros países que podrían hacer lo mismo. Y sería la nueva forma para esclavizar y exterminar a los pueblos indígenas en pleno siglo XXI. Por eso es que estamos acá, alzando nuestra voz de protesta. No podemos quedarnos en silencio”.

“El mayor desafío que tenemos ahora es que se garantice el derecho al territorio -dijo la hermana Laura-. Otro reto que tenemos son los Estados nacionales que se alían a los grandes grupos económicos para explotar los territorios y matar la biodiversidad. Hay un tercer desafío que es la protección de los pueblos que viven en aislamiento voluntario. En la Amazonía hay más de 140 poblaciones en estas condiciones, que no han tenido ningún contacto con otra sociedad Si les quitan la tierra serán exterminados”

Qué se puede hacer por ellos

Las líderes indígenas contaron además que entre sus poblaciones no hay grandes diferencias entre hombres y mujeres. Que juntos trabajan por el bien del pueblo y en defensa de la Madre Tierra. Y dado que hay varias religiones protestantes en la Amazonía además de la católica, dijeron que no hay diferencias entre las mujeres católicas y no católicas. “Uno es libre sobre la religión que quiere profesar”, subrayó la hermana Laura quien aclaró sin embargo que “muchas veces las iglesias fundamentalistas difundidas en América Latina son patrocinadas por grandes corporaciones de América del Norte. Eso es una realidad. Pero la Iglesia católica ha llegado a rincones donde ninguna otra religión ha llegado. La Iglesia católica ha cometido muchos errores pero también ha hecho muchas cosas buenas a nivel de educación y de salud. Y ahora tenemos un Papa que es aliado de los pueblos originarios de todo el mundo. Tenemos una Iglesia que es aliada aunque hay algunos obispos que no están de acuerdo”.

Y ante la pregunta qué pueden hacer los gobiernos para ayudar a los pueblos indígenas, la dos líderes subrayaron: “respetar el derecho originario de los indígenas que es anterior a la constitución y a los estados. Pero también crear políticas públicas de fiscalización, de salud, de educación, de sostenibilidad para los pueblos indígenas y para la protección de los bosques y de los aborígenes que son amenazados de muerte por defender sus tierras”.

¿Y el Vaticano también tendría que hacer más? “De hecho si, como todos los gobiernos. Lo hecho hasta ahora no es suficiente. Es nuestro aliado pero siempre se puede hacer más”, respondieron.

El documental sobre la Amazonía

El encuentro organizado por la Pontificia Comisión empezó con un documental realizado por el director italiano Alessandro Galassi sobre los problemas que viven los pueblos amazónicos. Galassi vivió varios meses en la Amazonía y dos semanas en el pueblo de la indígena peruana Patiachi, para realizar su film. Yesica Patiachi, a quien había conocido durante el Sínodo Amazónico en el Vaticano de 2019, es una de las protagonista del documental.

Fue filmado entre fines de 2019 y marzo 2020, poco después que comenzara la pandemia. Fue durante el Sínodo Amazónico que Galassi quedó impactado por el tema.

“El periodo más importante de la filmación de este documental, el mas bello, fueron las dos semanas que pasé en el pueblo de Yesica, en la comunidad Araknud, que está entre Puerto Maldonado y Puerto Luz, en Perú. Estuve allí dos semanas. Fue una experiencia muy fuerte porque verdaderamente pude entrar en la dinámica de ellos. Y ahí cambio mi visión y mi relación con la Madre Tierra”, contó a este diario. 

“Aprendí que nosotros creemos que la Amazonía es algo demasiado lejos, sin embargo es una cosa que debemos aprender a tener dentro de nosotros. - continuó-. La defensa de la Madre Tierra es algo que tenemos que entender profundamente, y que debemos mirar incluso desde un punto de vista espiritual, ecológico. He cambiado transformándome en alguien que ahora entiende cuánto es importante la relación con la Madre Tierra y cuanto es espiritualmente regenerador”. “Y creo que éste es un proceso importante para cada uno de nosotros”, concluyó Galassi que está terminando otro documental que filmó en Brasil, Filipinas, Marruecos e Italia para demostrar que el cambio climático es una cuestión interrelacionada, que no se refiere solo al Amazonas.