Tras dos finales perdidas de manera consecutiva, Quimsa de Santiago del Estero se sacó la espina y salió campeón de la Liga Nacional de Básquet tras imponerse con autoridad por 4 a 1 a Boca en las Finales.

El triunfo definitorio fue con baile incluido en el quinto partido de la serie al mejor de siete: 77 a 51 en el estadio Ciudad de Santiago del Estero para darle la segunda estrella liguera a La Fusión, que había conquistado su primera en la temporada 2014/15 con notables como Gabriel Deck, Penka Aguirre y Robert Battle.

“Hicimos un gran trabajo defensivo en toda la serie, ellos estaban muy desgastados. Los desgastamos con nuestra defensa. De a poco fuimos desgastándolo a Boca. Y bueno, jugar tres partidos en una semana no es fácil y nosotros estábamos mejor preparados para eso", consideró Leandro Ramella, el DT campeón, en declaraciones a TyC Sports.

Y estuvo en lo cierto el entrenador de Quimsa. Es que el elenco santiagueño hizo gala de su profunda rotación ante un rival que dependió en exceso de sus figuras. Sólo hay que ver los minutos por partido de cada jugador en las Finales: de los seis que más jugaron (arriba de los 27 minutos promedio), cinco son de Boca.

Quimsa utilizó 10 jugadores en su rotación, todos arriba de los 12 minutos; mientras que la rotación habitual de Boca se limitó a 7 jugadores para colmo bastante veteranos, como los casos de Leonel Schattmann y Marcos Mata (36 años), o el estadounidense Dar Tucker (35).

El MVP de las Finales fue el pivot estadounidense de Quimsa, Eric Anderson Jr., quien se lució con 25 puntos en el último juego. Sus promedios fueron de 16,6 unidades, 7,6 rebotes, 1,4 tapones y 54% de efectividad en dobles.

La Fusión también contó con los aportes fundamentales del multifacético interno Fabián Ramírez Barrios (9,8 puntos, 6,6 rebotes y 2,4 asistencias), el escolta yanqui Brandon Robinson (13,4 puntos), el capitán Mauro Cosolito (9,6 puntos) y el sexto hombre Franco Baralle (9 puntos, 2,4 asistencias y 1,6 robos).

Quimsa cerro así unos Playoffs de ensueño, con 10 triunfos en 11 partidos, para dejar atrás las derrotas en las Finales de 2021 y 2022, ante San Lorenzo e Instituto respectivamente.

Por Boca, que no llegaba a unas Finales desde 2007, se lució el tirador Schattmann como goleador de la serie con promedios de 18 puntos, 3,8 asistencias, 3,6 triples y 46% de efectividad.

El Xeneize sufrió en exceso la mala puntería de sus especialistas de larga distancia, como Franco Balbi (4 aciertos en 21 intentos, 19% de efectividad), Tucker (1 en 17, 6%) y Mata (6 en 21, 28%).