Llevás más de veinte temporadas en el Vélez; pasaron jugadores, entrenadores, dirigentes y títulos. ¿Cómo te sentís hoy, con este presente, siendo el único futbolista que vivió los tiempos gloriosos del club?
-Fuimos protagonistas durante mucho tiempo y el hincha se acostumbró a pelear por los primeros puestos y a jugar Copa Libertadores. Pero llegó un momento en que nos fuimos olvidando de eso y empezamos a pelear por no irnos al descenso; encima, con un plantel muy joven y con varios de nosotros que no estábamos habituados a mirar la tabla de los promedios. Por suerte, la temporada pasada pudimos superar el problema, aunque sabemos que hay que seguir peleándola.
-A los 38 años y en esta situación, ¿pensaste alguna vez en el retiro?
-Sí, pienso en el retiro. No por la situación de Vélez, me pasa más cuando veo partidos homenaje, como el de Cavenaghi hace poco y antes el de Milito. Ahí me agarra algo. Sé que el retiro va a llegar en algún momento, pero hoy me siento bien y tengo contrato por un año. No sé qué pueda pasar para adelante, pero la idea es seguir mientras esté bien, mientras esté apto para la competencia. No quiero estar acá si no juego o si el técnico no me tiene en cuenta.
-El retiro es muy doloroso. Te preparás toda tu infancia para lograr un sueño y cuando lo cumplís dura poco. El futbolista es un jubilado a los 40 años. ¿Cómo imaginás tu futuro?
-La verdad que no lo pensé, no sé qué voy a hacer. Hice el curso de técnico y podría empezar dirigiendo en juveniles para prepararme para la Primera. Un rol que me gusta mucho, pero que es poco común, es el de manager. En Vélez lo tuvimos a Bassedas y nos fue muy bien. Por fuera del fútbol, me ofrecieron participar de algunos programas como panelista y tampoco lo descarto. Cualquiera de esas tres opciones, estaría bien.
-Sos el jugador con más partidos en Vélez, ¿sentís el reconocimiento del hincha?
-Sí. Pero también siento que la gente siempre te exige. No importa los partidos que tengas ni lo que hayas logrado: la gente te exige de igual manera. Creo que incluso te exigen más, porque cuando las cosas no salen bien, para ellos los más grandes somos los responsables. Es algo histórico y pasa en todos lados.
-Cuando mirás para atrás, ¿cuál consideras que fue tu mejor momento en el club?
-Claramente la temporada 2010/11, cuando estaba Gareca de entrenador.
-Hubiese pensado que era antes, cuando incluso te pedían para la selección. Tenías además la exposición que te daba empezar a salir con Nicole.
-Ese fue un momento de mucho reconocimiento. A Nicole la conocí a comienzo del 2006 y a fin de año nos fuimos a México. Estuve en Tigres un año y medio y volvimos a mediados de 2008 porque Nicole había quedado embarazada de nuestra primera hija. Probablemente haya sido el momento de más exposición, pero creo que en el proceso con Ricardo fue el mejor.
-En la historia del futbol argentino hubo pocas relaciones de pareja entre jugadores y mujeres de la moda o el espectáculo que perduraran en el tiempo y que fueran provechosas para ambos, como la de ustedes.
-Sí, nuestras carreras se desarrollaron con total normalidad. La reacción de la gente hacia la pareja también siempre fue muy positiva. Es más, creo que nuestras carreras se potenciaron: el hecho de estar juntos nos favoreció. Tuvimos tres hijas, estuvimos diez añosjuntos y formamos esa familia que tanto deseábamos.
-El futbolista disfruta mucho de llevar a sus hijos al entrenamiento y de patear con ellos en la cancha, ¿te hubiese gustado tener un varón?
-No, lo compenso perfectamente con mis hijas. Juegan al hockey, les gusta el tenis, hacen danza artística. Siempre quise ser padre de nenas. Entre tres varones y tres mujeres, prefiero tres mujeres. En las reuniones sociales, frecuentemente termino charlando con el grupo de mujeres. No me preguntes por qué: soy de hacerme amigo de mujeres.
-Volviendo al fútbol, en tus años como jugador de Vélez han pasado varios entrenadores de renombre: Bianchi, Bielsa, Bauza, Gareca, Tabárez. ¿Qué te dejaron?
-De Bielsa destacó los sistemas tácticos y su forma de trabajar, muy intensa. De Bauza y Gareca el manejo de grupo, tenían un trato diferente y saber manejar un vestuario es clave.
-Hablaste del Patón. Yo lo tuve en Colón y me sorprendió mucho su ciclo en la selección, ¿a vos también?
-Conociéndolo, la verdad que sí. Lo que me llamó mucho la atención fue como declaraba. No sé si era una estrategia periodística o seguía un consejo del jefe de prensa, pero realmente fue muy distinto a lo que conocimos nosotros.
-Cambiaste muchas veces de posición, probablemente hayas sido uno de los jugadores más polifuncionales de los últimos tiempos. ¿Cúal es tu posición, Fabián?
-Creo que no tengo una posición. Fui cambiando por etapas. De mitad para atrás jugué en todas las posiciones. Con Bielsa y Falcioni jugué como stopper o líbero en una línea de tres. Con Bauza era volante central. Después vino el Maestro Tabárez y me puso de lateral derecho; hacía poco que se había retirado el Chino Zandoná y empecé a ocupar su puesto. Cuando me fui a México, terminé de lateral izquierdo. Después volví y con Gareca pasé a ser mediocampista por derecha, un típico número 8. En los últimos años y ahora con Omar (De Felippe), soy lateral derecho y, también, empecé a jugarde marcador central.
-¿Para qué está Vélez en este campeonato?
-En mi opinión, Vélez debe apuntar siempre arriba. Hay que mentalizarse en el objetivo de llegar a las copas. Después, con el correr del campeonato, vas viendo para que estás; pero de arranque debemos mirar arriba. Es cierto que hoy pelear el campeonato con los más poderosos es difícil, más para nosotros que venimos de una campaña irregular. Debemos ser inteligentes y saber para qué estamos, no prometerle a la gente ni hacerle creer que podemos pelear el campeonato. Saber que tenemos un buen equipo pero que vaa ser un campeonato difícil.
-Te pusiste serio con el mensaje para el hincha, pero yo te conozco y siempre fuiste un tipo muy jodón. Antes era fácil porque eras un pibe dentro del grupo histórico y otra es ahora que doblás en edad a varios de tus compañeros. ¿Seguís haciendo bromas?
-Ja ja ja. Sí, lo mantengo igual. Tengo ese niño adentro que no se va. Igual, hoy los chicos cambiaron, son muy diferentes. Hace un tiempo hacía una joda y se le bancaban. Ahora, no se aguantan nada, te la devuelven. Ya no es como antes.