El gobierno de Jujuy volvió a reprimir a las organizaciones sociales, de pueblos originarios y de docentes que se movilizaron hasta los alrededores de la Legislatura provincial, donde el gobernador radical Gerardo Morales anunció la aprobación y jura de la cuestionada reforma constitucional que recorta los derechos individuales y colectivos y avanza sobre propiedades comunitarias. Mientras su policía avanzaba a fuego y piedras contra los manifestantes, el mandatario volvió a desafiar: "No nos van a torcer el brazo".
“Habiendo jurado la nueva Constitución los convencionales y los presidentes de los tres poderes del Estado y habiendo sido aprobada, la misma entrará en vigencia a partir de su publicación”, dijo Morales al cerrar la sesión, mientras en las calles el pueblo jujeño era nuevamente reprimido.
Con esta medida, el mandatario echó por tierra el diálogo que había anunciado ayer para calmar la gravísima situación que atraviesa la provincia, movilizada en cada vez más ciudades y localidades.
Mientras los constituyentes juraban y la reforma era sancionada, los grupos de manifestantes avanzaron sobre las columnas de policías hasta hacerlas replegar. Quitaron las vallas que rodeaban el edificio la sede del Poder Legislativo local, y algunos lograron ingresar.
A pesar del repliegue, las fuerzas de seguridad no dejaron de disparar balas de goma contra los manifestantes, que a su vez respondieron con piedras.
En principio, la jura estaba prevista para esta tarde a las 18.30 en las instalaciones del Teatro Mitre de la Ciudad de San Salvador de Jujuy, pero se adelantó a esta mañana, en medio de un clima de protestas en rutas y calles de todo el territorio provincial.
Morales se desentiende
Mientras todo esto ocurría, mientras las calles y rutas provinciales se llenan de familias y trabajadores contra la iniciativa del gobierno provincial, mientras los docentes vuelven a exigir un aumento que supere el magro salario básico que no llega a los 40 mil pesos, mientras las comunidades originarias siguen bajando desde el alto para sumarse a las protestas y mientras su policía reprime sin cesar, el gobernador Morales volvió a responsabilizar al gobierno nacional de lo que él mismo provocó.
En un insólito tuit, le echó la culpa al presidente Alberto Fernández y a la vicepresidenta Cristina Kirchner por “la extrema violencia que se está viviendo en la provincia de Jujuy”.
A su vez, anunció que no dará marcha atrás con las medidas que desataron el caos en su provincia: “Los violentos no nos van a torcer el brazo”, dijo y lanzó un llamado “a todos los argentinos a repudiar lo que está haciendo el kirchnerismo y el Frente de Izquierda en Jujuy”.
Un herido grave
Uno de los manifestantes fue herido en la cabeza y quedó tendido en el suelo, ensangrentado y prácticamente sin reacción. Fue llevado por varios a una de las calles laterales para que fuera atendido por una ambulancia, que llegó a los pocos minutos de que se diera el alerta.
Según las primeras informaciones, habría sido herido por la cápsula de un gas lacrimógeno que miembros de las fuerzas de seguridad dispararon hacia el sector en que él se encontraba.
Mientras tanto, en el interior de la Legislatura, los bomberos intentaban apagar el fuego que algunos manifestantes iniciaron en las oficinas que rodean el recinto.
En las calles, las fuerzas de seguridad se reforzaron con más personal de infantería y policías a caballo. Redoblaron la avanzada represiva contra la protesta, sin haber dejado nunca de abrir fuego contra las personas.