Tras cerrar un acuerdo con la fiscalía, Hunter Biden, hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se declaró culpable de dos cargos por evasión de impuestos federales y uno por portación ilegal de un arma, según informaron los fiscales de la causa.

El hombre, de 53 años, aceptó los cargos del fiscal general de Delaware, David Weissen, en su contra y admitió no haber declarado al fisco los ingresos que recibió en 2017 y 2018 y no haber pagado por ellos. De esta manera, el exabogado y empresario convertido en artista obtendría la libertad condicional y evitaría ir a la cárcel.

Si el juez acepta las condiciones, quedará cerrado el proceso judicial que ya lleva cinco años y fue utilizado por los republicanos para criticar al presidente Biden. Hunter reconoció su pasado en el alcoholismo y consumo de drogas, en particular el crack, en un libro publicado en 2021.

"El presidente y la primera dama aman a su hijo y lo apoyan mientras sigue reconstruyendo su vida. No tendremos más comentarios", reaccionó la Casa Blanca en un comunicado, tras conocerse la noticia.

Su padre, Joe Biden, lo apoyó públicamente en varias ocasiones. Durante un acalorado debate con Donald Trump antes de las elecciones presidenciales de 2020, en las que obtuvo la victoria, dijo que estaba orgulloso de él. En su libro de 2021, Hunter también aclaró que ya había dejado atrás sus adicciones. Su hermano mayor, Beau, murió en 2015 de cáncer cerebral.

En tanto, el abogado de Hunter, Chris Clark, señaló en un comunicado que "la investigación iniciada hace cinco años está resuelta". "Hunter cree que es importante asumir la responsabilidad por los errores que cometió durante un periodo agitado y de adicciones en su vida. Quiere seguir con su recuperación y pasar página", agregó el letrado.

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