El deshielo de los glaciares del Himalaya, que podría alcanzar el 80 por ciento de su superficie en el año 2100 --en un escenario de altas emisiones-- pondría en peligro la vida de un cuarto de la población del planeta por el aumento de los desastres naturales, así como por la desaparición de los ríos que dependen de esos hielos.

Esta es una de las conclusiones de un informe publicado este martes por el Centro Internacional para el Desarrollo Integrado de la Montaña (Icimod), que advirtió de los peligros del cambio climático en la región del Hindu Kush y el Himalaya (HKH) si las temperaturas siguen aumentando al ritmo actual.

Esta zona comprende un sistema de montañas con una superficie de 4,2 millones de kilómetros cuadrados que abarca parte de Afganistán, Bangladés, Bután, China, la India, Birmania (Myanmar), Nepal y Pakistán. En ella nacen los principales ríos que suministran con agua dulce a 2000 millones de personas, entre aquellas que habitan en las regiones montañosas y quienes lo hacen río abajo.

La disponibilidad de agua alcanzará su punto máximo a mediados de siglo, impulsada por el derretimiento acelerado de los glaciares. A partir de entonces, el caudal disminuirá progresivamente, según el estudio.

Aumento de desastres naturales

"Todavía hay tiempo para salvar esta región crítica, pero solo si los recortes de emisiones rápidos y profundos comienzan ahora. Cada incremento de un grado de calentamiento es importante para los glaciares aquí", advirtió en el informe la subdirectora general del Icimod, Izabella Koziell. El aumento de las temperaturas propició que los glaciares de esta región montañosa desaparecieran un 65 % más rápido entre 2011 y 2020 en comparación con la década anterior.

Además de la falta de agua, el deshielo de los glaciares aumentaría la incidencia de desastres como avalanchas, deslizamientos de tierra o inundaciones, reveló el estudio. Estas montañas albergan 200 lagos glaciares que se consideran peligrosos por el riesgo de inundaciones repentinas, que irán en aumento si no cesa el derretimiento del suelo congelado o permafrost.

El cambio en el clima ya ha empezado a ser notable en las cumbres más altas del Himalaya, donde los propios escaladores experimentaron un clima irregular y un aumento de las avalanchas en el Everest, y donde doce personas murieron y cinco desaparecieron esta primavera, el registro más alto en años. "Nunca antes habíamos visto que el clima se comportara de esa manera", declaró el guía de alta montaña Mingma G. Sherpa. Según el estudio, el turismo de montaña se verá muy afectado por estas consecuencias de la crisis climática, lo que supondrá un duro golpe para la economía de las poblaciones de la región que dependen en gran parte de estas actividades.