La información es clara y contundente en una década aumentó en un 300% el número de personas en situación de calle.

En efecto, ningún discurso puede ocultar la evidencia de lo que David Harvey llama acumulación de capital por desposesión.

Los tecnoburócratas buscan distraer la atención exhibiendo índices que solo cobran realidad en sus elucubraciones.

La realidad pura y dura es la del crecimiento exponencial de la pobreza en contraste con el enriquecimiento colosal de ganancias por exportaciones o el éxito del modelo extractivista minero, petrolero o gasífero.

Además, en las últimas semanas la represión fue la inmediata respuesta estatal en provincias como Salta y Misiones.

El ocultamiento mediático puede ser una coartada que brinda a la clase dominante cierto margen de maniobra para seguir especulando.

Las movilizaciones populares en la provincia de Jujuy expresadas en marchas multitudinarias con cortes de rutas incluidos no pudieron ser frenadas por la feroz represión estatal.

Queda en evidencia que más allá de las maniobras partidarias o las circunstanciales alianzas para judicializar la protesta social cuando el descontento es genuino se pueblan las calles de acciones solidarias y resistentes.

El refranero popular dice que no hay plazo que no se cumpla ni tiento que no se corte.

Y así es, más temprano que tarde el hartazgo colectivo se expresará y será imparable.

Carlos A. Solero