El centro de la investigación del femicidio de Cecilia Strzyzowski está ahora en los restos encontrados en una de las márgenes del Río Tragadero. El lugar fue marcado por Gustavo Obregón, un asistente de Emerenciado Sena --líder de su propio movimiento social--, quien dijo que fue hasta la corriente de agua con César Sena y allí dejaron el cuerpo de la chica. Lo encontrado por los fiscales son huesos triturados --tal vez producto de los animales de la zona o tal vez porque no son huesos humanos-- y un dije de una pulsera. Todo tendrá que ser peritado. Desde ya que se pueden someter los restos a estudios de ADN. En paralelo, aunque todavía no se incorporó al expediente, se dice que el análisis de la supuesta sangre encontrada en la casa de los Sena dio negativo y no sería sangre humana. Era una prueba sobre la que había mucha expectativa. En las novedades de este martes, el propio Emerenciano pidió declarar y lo hizo brevemente ante los fiscales. Negó cualquier participación: “yo no estuve”, aseguró. Aún así, dejó dudas. Por último, empezaron los reconocimientos de la valija y la ropa, muy quemados, encontrados cerca del barrio Emerenciano Sena. Una llave es la clave.
Declaración y hallazgo en el río
Gustavo Obregón es una especie de asistente de Emerenciano y los fiscales lo imputaron por homicidio doblemente agravado, pero como partícipe secundario. O sea, un cómplice. Este martes pidió declarar y contó que fue con César y tiró el cuerpo de Cecilia en la margen del Río Tragadero. De inmediato se puso en marcha un rastrillaje y el resultado fue el hallazgo de huesos y el mencionado dije de pulsera. Como es obvio, el dije se le exhibirá a la madre para su reconocimiento.
Pero la prueba decisiva estará en los huesos, supuestamente triturados. Quienes conocen la zona afirman que la fauna es demoledora y puede terminar con un cuerpo en 24 horas: hay hasta yacaré overo y peces de dentadura muy fuerte. De todas maneras, el criminalista Raúl Torre sostiene que se pueden obtener muestras que permitan determinar el ADN.
Desde ya que hay que manejar la cuestión con cautela. En el caso, ya hubo varios episodios en los que los huesos resultaron de animales y la sangre no fue sangre.
Un rastro que era decisivo
La casa de los Sena fue allanada el 8 de junio. Se supone que es el escenario del femicidio. Aquel día se levantaron muestras de lo que parecía ser sangre. Fueron marcadas por perros y luego por reactivos. Pero, como ocurre muchas veces, los reactivos marcan positivos no sólo con sangre sino a veces con otro material.
Según los trascendidos, aunque todavía el análisis no se incorporó al expediente, el estudio de aquellos rastros dio negativo: no se trata de sangre sino de otro material orgánico.
Por esa razón, los fiscales giraron su hipótesis a un femicidio, no por arma blanca o un disparo, sino por estrangulamiento. César Sena tiene entrenamiento en artes marciales y, además, registraba marcas de rajuñones en el cuello.
Lo cierto es que se cayó una prueba a la que los fiscales le tenían mucha fe.
Declaró Emerenciano, pero la duda sigue
El padre de César pidió declarar ante los fiscales y lo hizo a primera hora de la tarde del martes. Asistido por su abogado, Juan Carlos Saife, que le aconsejó no declarar, Emerenciado dijo que él no fue, que en la mañana del 2 de junio, él no estaba en la vivienda. Su esposa, Marcela Acuña, también pidió declarar y lo más probable es que preste la indagatoria este miércoles.
A primera vista, no se explica por qué mantuvieron secreto hasta ahora. La pareja está detenida desde el 9 de junio, o sea hace 11 días, y la lógica indica que, si no tenían nada que ver, debieron dar explicaciones desde el primer día. De manera que, más allá de la indagatoria, las dudas subsisten.
La valija, la ropa y la llave
Este martes se empezaron a analizar los elementos encontrados en el barrio Emerenciano Sena: una valija, ropa, un buzo, todo muy quemado. Según hicieron trascender, un familiar de Cecilia dijo que lo hallado es de la joven. Los fiscales resolvieron que expondrán los elementos ante la madre para ver si ella los reconoce.
Sin embargo, lo que parece clave es que en el hallazgo se encontró una llave, en buenas condiciones. La prueba decisiva será ver si la llave abre la puerta de la vivienda o de la cafetería que administraban César y Cecilia o algún lugar al que la chica fuera habitualmente.
Todavía lejos del esclarecimiento
El equipo de fiscales --Jorge Cáceres Olivera, Jorge Gómez y Nelia Velázquez-- espera con expectativas las pericias de los restos encontrados en Río Tragadero. Ahí parece estar lo decisivo del expediente en este momento. Pero la clave estaría en que acepte declarar César Sena, principal sospechoso. Ya amagó con prestarse a indagatoria un par de veces. Hasta escribió una nota pidiendo hablar con el fiscal, mano a mano, algo imposible porque cualquier declaración requiere de la presencia de un abogado defensor. En la noche del domingo se dijo también que pidió la asistencia de un sacerdote. Para los fiscales, él es el femicida, pero por ahora mantiene el silencio.