La red nacional de la agrupación H.I.J.O.S. denunció que entre les detenides durante la represión a las protestas que implementó hoy el gobernador Gerardo Morales en la capital de Jujuy esta mañana, y que provocó un herido de gravedad, figuran cuatro referentes de la regional provincial: María Eva Arroyo y su hija Ana Uro, Carolina Luna y Néstor Mendoza. Se sabe que los trasladaron al penal local y que Mendoza fue golpeado, aunque tanto sus familiares como sus compañeros de organizamos de derechos humanos que se movilizaron hasta el penal no pudieron verlos. Recién sobre el final día confirmaron que están en el penal Alto Comedero.
En los momentos previos a que le saquen el celular, Arroyo contó a Página/12 cómo fue la detención, en el marco de la participación de la agrupación de derechos humanos en las manifestaciones que organizaciones sociales, gremiales y originarias desarrollaron durante la mañana en los alrededores de la Legislatura provincial y que Morales ordenó reprimir con las fuerzas de seguridad.
Arroyo y Uro caminaban rumbo a encontrarse con el resto de sus compañeres en las inmediaciones de la Legislatura local. “Íbamos hacia Otero y 19 de abril cuando empezaron a volar las piedras. La Policía tiraba piedras, la gente también”, contó Arroyo a este diario. Ella propuso que no corrieran y se refugiaran en algún lado.
"Nos pusimos detrás de una traffic para protegernos de las piedras que volaban. Entonces viene un policía y dice estos son de H.I.J.O.S. Le dijimos ‘si, somos de H.I.J.O.S., de organismos de derechos humanos’ ‘Lenvántelos’, dijo. Al varón lo golpearon", denunció la referente de la regional local de la agrupación. Los subieron a un camión y los trasladaron al penal de mujeres y hombres.
El hecho se conoció a partir de la difusión de la red nacional de la agrupación a través de redes sociales, cuando repudiaron “enérgicamente la represión” que tuvo lugar en la capital esta mañana, instaron al “inmediato cese de la represión”, reclamaron “la vigencia de derechos y garantías para manifestantes y la prensa que trabaja en el lugar”, y exigieron “la inmediata libertad” de les detenides. “En particular, señalamos que Eva Arroyo y Ana Uro son testigos con protección en causas por delitos de lesa humanidad”, completaron.
María Eva Arroyo, que trabaja como docente en Jujuy y tiene 55 años, es hija de Juan Carlos “El Negro” Arroyo, militante del Peronismo Revolucionario desaparecido en octubre de 1976 cuando ella tenía ocho años, y de Sofía D’Andrea, detenida durante el gobierno de Isabel Perón. Su infancia y la de su hermana melliza estuvieron marcadas por detenciones constantes, que derivaron en la tortura y desaparición forzada de su padre y el exilio en Bolivia como refugiadas de ACNUR. Según un perfil que publicó la revista Haroldo, María Eva “formó una red familiar de mujeres para cobijarse de las secuelas de una vida marcada por el Terrorismo de Estado” y tanto ella como su hija tenían custodia permanente de la Policía Federal, en el marco de un programa de protección de testigos. Juan Carlos Arroyo estuvo secuestrado en el centro clandestino Cuatrerismo-Brigada Güemes. Su familia pudo recuperar y enterrar sus restos en el año 2009. Anoche, cuando la alcalde mayor de la cárcel de mujeres de Alto Comedero, Marcela Rocabado, leyó la lista de las detenidas las tres primeras eran Arroyo, Uro y Luna.