El precio de la harina común 000 a la salida del molino, es decir sin impuestos ni costos de traslado, aumentó 7,58 por ciento desde el miércoles, de acuerdo a lo establecido por la Secretaría de Comercio. El incremento se dispuso en el marco del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA). El FETA se utiliza para subsidiar el precio que pagan los molinos al adquirir la materia prima con el objetivo de subsidiar el precio de venta de la harina a las panaderías y mantener estable el principal insumo para la producción del pan. Así, en lo que va del año el FETA subió 34,6 por ciento, contra una inflación del 42,2 por ciento hasta mayo.
Desde el miércoles el valor de la bolsa de 25 kilogramos de harina 000 pasará de 1991 pesos a 2142, lo cual significa “un aumento del 7,58 por ciento que está en línea con los anteriores aprobados por la Secretaría de Comercio”, sostiene José Hernández, presidente del Centro de Industriales Panaderos Agrupados (Cipan).
El FETA permite regular el aumento del precio del pan que ronda entre 10 y 12 por ciento promedio por bimestre, señalan desde Cipan y esperan que esa tendencia se mantenga luego de la última suba. José Alvarez, presidente del Centro de Industriales Panaderos de Buenos Aires, fue más lejos y dijo que "no hay motivos para que aumente el precio del pan".
Según datos de Indec, en promedio el precio del pan francés aumentó 37 por ciento entre enero y mayo, por debajo de la inflación minorista. A su vez, existen diferencias entre las distintas provincias: por ejemplo, en Buenos Aires el pan subió 44 por ciento pero en la Patagonia aumentó 32.
En cuanto a los costos involucrados en la producción del pan, Martín Pinto, presidente del Centro de Panaderos de Merlo, advierte que “un 23 por ciento es lo que representa la harina (y cerca de la mitad es la proveniente del FETA), un 15 por ciento es el consumo de electricidad y 52 por ciento es el costo de la mano de obra”. En igual dirección, Emilio Majori, presidente del Centro de Panaderos Industriales de La Matanza, indica que existe un “acuerdo sindical que involucra subas del 10 por ciento mensual”. Respecto de la harina, afirma que “una panadería de barrio promedio necesita comprar por mes unos 300 kilos de harina para su producción”, es decir 10 bolsas de harina 000.