El presidente de la Nación, Alberto Fernández, llamó al fin de la violencia estatal en Jujuy, al tiempo que afirmó que instruyó al ministerio de Justicia para que evalúe si hay inconstitucionalidad en artículos de la reformada Carta Magna provincial.
El mandatario se expresó en la Casa Rosada ante los periodistas, en una breve declaración, en la que citó los repudios de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Human Rights Watch, Amnistía Internacional y las Naciones Unidas.
"Insto de manera definitiva al gobernador Gerardo Morales a cumplir con los derechos humanos, es el mundo el que reclama que se termina la violencia estatal en Jujuy", manifestó el jefe de Estado.
Añadió que "instruí al ministerio de Justicia para que se analice" si hay inconstitucionalidad en "artículos de la Constitución provincial que atenten contra la Constitución Nacional". Fernández resaltó, entre las críticas de los organismos internacionales, que la nueva Constitución jujeña limita el derecho a la protesta, consagrado en la Carta Magna nacional y en los tratados a los que adhiere la Argentina.
Destacó además la presencia del secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, que regresó a Buenos Aires para informar de la situación y regresó a la provincia norteña "para acompañar a las comunidades y a las personas heridas".
Fernández dijo que el gobierno jujeño debe superar "un conflicto que generó de manera antidemocrática", y que Morales cuenta con la Casa Rosada para el diálogo.
Resaltó que "a cuarenta años del regreso de la democracia es inadmisible que haya violencia estatal como respuesta a los reclamos" y expresó que "es imprescindible garantizar los derechos humanos en todo el territorio de la Argentina".
"Hoy en Jujuy defendemos los intereses y los derechos de la Argentina", dijo en el cierre. "El pueblo jujeño cuenta con el gobierno nacional y con todos y cada uno de nosotros, comprometidos con la libertad y el progreso".