Desde Roma
El Papa Francisco recibió este miércoles en el Vaticano al presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, que antes había sido recibido por el presidente de Italia, Sergio Mattarella, y en la tarde por la primera ministra, Giorgia Meloni, del derechista partido Fratelli d’Italia.
El martes Francisco había recibido al presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel y para hoy estaba previsto también un encuentro del Papa con el Equipo Nacional de fútbol de Argentina pero éste fue anulado, no se sabe muy bien por qué razón.
La de Lula es la primera visita oficial del presidente Brasileño al Vaticano desde que fue elegido para su tercer período presidencial en 2022. En sus gobiernos anteriores había viajado varias veces. La última visita de un jefe de estado brasileño al Vaticano había sido la de la presidenta Dilma Rousseff en 2015.
El encuentro privado con Francisco, que se realizó en el escritorio del Aula Paulo VI, empezó con un emotivo abrazo entre los dos mandatarios y duró unos 45 minutos. “Estoy todavía vivo”, dijo el Papa apoyado en un bastón cuando Lula estaba entrando y haciendo tácita alusión a la operación que sufrió al estómago hace algunos días. Después entraron a la audiencia la esposa de Lula, Rosangela Janja da Silva y otros funcionarios.
Durante el encuentro, Lula le extendió la invitación oficial al pontífice para que participe de la celebración del “Cirio de Nazaré” en honor de Nuestra Señora de Nazaret, que se realizará en octubre en el estado amazónico Belém Pará. Una región, la Amazonía, azotada por abusos minerarios, edilicios, agrícolas, entre otros, que el Pontífice argentino quiere ayudar y proteger. Entre los regalos que intercambiaron, como suele suceder en esas audiencias, la esposa de Lula entregó al Papa una imagen de “Nuestra Señora de Nazaret” y el Papa regaló a Lula un pequeño sobrerrelieve en bronce con una flor y una oración que recuerda que “la paz es una flor frágil”. “Estamos en tiempos de guerra, la paz es muy frágil”, comentó Francisco en ese momento.
“Agradezco al Papa Francisco por la audiencia en el Vaticano y por la bella conversación sobre la paz en el mundo”, escribió Lula en su cuenta de Twitter.
Por su parte el Vaticano, en un comunicado oficial subrayó que durante “los cordiales coloquios” ambos mandatarios expresaron satisfacción por las “buenas relaciones entre Brasil y la Santa Sede, subrayando la buena colaboración entre la Iglesia y el estado en vistas de la promoción de los valores morales y del bien común”. También fue positivo, continuó el comunicado, el “intercambio de puntos de vista sobre la situación socio-política de la región”, deteniéndose en algunos “temas de común interés como la promoción de la paz y de la reconciliación, la lucha contra la pobreza y las desigualdades, el respeto de las poblaciones indígenas”.
Lula sucesivamente se reunió con Monseñor Edgar Peña Parra, Sustituto para los Asuntos Generales de la secretaría de estado vaticana, dado que el secretario de estado, cardenal Pietro Parolin, estaba en misión en el exterior.
Con el presidente Mattarella
El encuentro con el presidente de Italia, Sergio Mattarela, se hizo en la mañana del miércoles en el Palacio del Quirinal, sede de la presidencia. Y luego Lula fue invitado a almorzar con el presidente.
''¡Benvenido presidente!'', le dijo Mattarella al recibirlo. “Su presencia en Roma es un honor para la República italiana y para mí un gran placer darle la bienvenida a usted y su delegación”. Mattarella recordó a su vez que no era la primera vez que Lula visitaba el Quirinal ya que lo había hecho en ocasión de sus presidencias precedentes.
“Mi relación con Italia es histórica desde que yo era dirigente del sindicato metalúrgico de la industria automovilística en 1975 -escribió Lula en su cuenta de Twitter- . Desde entonces empecé a tener relaciones con los movimientos sindicales italianos pero también con partidos políticos y movimientos civiles. Hoy vuelvo al país para fortalecer las relaciones y los acuerdos entre las dos naciones y también el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur. Actuaremos para acercar nuestras universidades y ampliar nuestros intercambios comerciales”.
Y añadió: “Presidente Mattarella, es una gran alegría volver a Italia y encontrar a Vuestra Excelencia. Sobre todo en verano. Hoy estoy experimentando el calor de Italia, que es tan fuerte como el de Brasilia”.
En días precedentes al viaje, fuentes oficiales brasileñas hicieron hincapié en los temas que el presidente Lula estimularía en los encuentros oficiales, entre ellos el acuerdo en discusión entre la Unión Europea y el Mercosur. Hoy el Mercosur está integrado por cuatro estados considerados “miembros”: Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay mientras todos los restantes países de Sudamérica son considerados “asociados” a excepción de Venezuela que fue expulsada en 2017.
Este tema estará presente muy probablemente también cuando Lula se encuentre el jueves en París, como está previsto, con el presidente francés Emmanuel Macron y participe de la “Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Global” del G77+China, el grupo nacido en 1964 e integrado originariamente por 77 países en vías de desarrollo o subdesarrollados con el objetivo de ayudarse y apoyarse. El grupo, del que forma parte Argentina, Brasil, Uruguay, Perú, Chile, Bolivia entre otros, está integrado hoy por 134 países.
Antes de entrar al Quirinal, Lula - en tanto miembro del Partido de los Trabajadores de Brasil que siempre tuvo relaciones con la izquierda italiana-, se había reunido con la secretaria del Partido Democrático (centroizquierda), la joven Elly Schlein . “Estoy muy contenta de haber podido encontrar por primera vez al presidente Lula -declaró Schelin-. Fue un encuentro muy positivo en el que hablamos de los desafíos comunes que tenemos como la democracia, el clima, la justicia social”.
Con la primera ministra Meloni
La primera ministra Meloni recibió a Lula en el patio interno de Palacio Chigi, sede del gobierno, en el centro histórico de Roma. Lo recibió con todos los honores militares mientras las bandas, siempre militares, entonaban los himnos nacionales.
Luego se trasladaron dentro del edificio. La reunión de Lula y Meloni duró poco más de una hora según informaron las agencias de prensa. Pero curiosamente no hubo ninguna otra información oficial sobre el contenido de ese encuentro. Sólo se difundió un video en el que Lula aparece saludando a Meloni y escuchando las bandas que tocaban los himnos.
Poco después de este encuentro, el presidente brasileño fue hasta el Capitolio, sede del Municipio de Roma, donde fue recibido con un gran abrazo por el alcalde y también exponente del Partido Democrático, Roberto Gualtieri.