Unos 30 trabajadores rurales migrantes, que serían de pueblos originarios, en su mayoría oriundos de la provincia de Formosa, se encuentran en condiciones de precariedad en El Tunal (190 kilómetros al sudeste de la capital salteña). El grupo está alojado en un lugar sin servicios básicos, no tienen abrigo y pasan hambre. Fueron traídos para la cosecha en una productora de limones en la localidad de El Galpón.
Según indicó un trabajador, la productora sería propiedad del empresario tucumano Pablo Padilla, presidente de la Asociación Citrícola del Noroeste, quien fue denunciado por una situación idéntica el año pasado. Padilla fue consultado por Salta/12, dijo que la información difundida es "incorrecta y mal intencionada", sin referir más nada.
El Ministerio Público Federal informó a Salta/12 que interviene el fiscal Ricardo Toranzos. En primera instancia intervino la policía ante el llamado de uno de los damnificados al 911, para solicitar ayuda ante las condiciones en que se encuentran, pasando frío.
La Policía de Salta indicó a Salta/12 que dieron intervención a la Fiscalía Penal Nº 1 de Metán, a cargo de Sergio Castellanos. Luego empezó a actuar el fiscal Toranzos. Desde el Ministerio Público Federal no dieron mayor información del caso.
Vecinos y vecinas de la zona contaron a Salta/12 que los trabajadores rurales "están a la deriva", y que los vieron juntar cosas de la basura, "para abrigarse o comer". Según refirieron, el hospedaje en el que se encuentran los cosecheros es propiedad de Adriana Córdoba, un lugar donde no tienen energía eléctrica ni agua caliente. Sería una vecina quien les estaría prestando la luz.
El diario El Tribuno consignó que un trabajador aseguró a la policía que llegó al lugar procedente de la provincia de Formosa, y contó que reside junto a un grupo de más de 30 personas, "las cuales trabajan en la cosecha del limón para la empresa propietaria de una plantación del citrus, y que la totalidad del grupo se encontraba en condiciones indignas e infrahumanas en el interior de una sola vivienda, con un solo sanitario, sin luz, sin abrigo y sin agua caliente siquiera".
Asimismo, otro entrevistado por los efectivos policiales denunció que había un hombre durmiendo a la intemperie y que los cosecheros se encontraban en condiciones deplorables. Una vecina dijo a Salta/12 que se enteró de la situación de los trabajadores, cuando fueron a pedirle pan a su casa la semana pasada. "Me dijeron que los trajeron para la cosecha de limones, que tenían solamente unas cuchetas, no tenían colchas", contó. Desde entonces les alcanza algo de comida y pan.
"No pueden tener a la gente así, están de remera, con alpargatas y zapatillas rotas. No tienen como pasar el frío. A esta hora hace un frío impresionante", expresó la vecina.
En tanto otra vecina de El Tunal dijo a Salta/12 que vio a los trabajadores "de remerita en pleno frío, sentaditos afuera", y tomó conocimiento por otros vecinos que están "sufriendo frío, hambre, en malas condiciones".
En el Galpón iniciaron una colecta solidaria para ayudar a los trabajadores rurales, que en su mayoría son jóvenes.
Salta/12 consultó a la delegación en Salta del Ministerio de Trabajo de Nación, el organismo informó que no intervenía en esta situación. El secretario de Trabajo de la provincia, Alfredo Batule, no respondió la consulta de este medio. Y la responsable de la Oficina provincial de Rescate y Acompañamiento a Personas Damnificadas por el Delito de Trata, Laura López Ahanduni, dijo que tampoco intervenía.
El año pasado trabajadores migrantes formoseños de las naciones Qom (o Toba), Wichí y Pilagá, también denunciaron condiciones de esclavitud laboral en las empresas Padilla Citrus y Dynamic Agroservices. En el lugar de trabajo no tenían baños químicos ni agua, en los alojamientos se encontraban hacinados y sin servicios básicos. Por esta situación intervino la Fiscalía Federal pero no se conocieron novedades de la causa.
Uno de los extrabajadores indígenas de Formosa, dijo a Salta/12 que ahora hay cosecheros originarios "de Las Lomitas" y otros lugares del interior de esa provincia en estas empresas.
Asimismo, un extrabajador de la productora de limones, residente del sur salteño, dijo a Salta/12 que una veintena de trabajadores fueron echados por reclamar mejoras laborales el año pasado y también por haber pretendido armar una lista sindical ante la falta de representación del delegado de UATRE. "Nos hicieron la liquidación pero no nos volvieron a ocupar más", afirmó. Señaló que sobre estas empresas "no hay control" de los organismos estatales y por ello se siguen violando los derechos humanos de los obreros rurales. Dijo que hicieron denuncias ante la Secretaría de Trabajo, pero no prosperaron a su favor, "el tema era el sueldo, la ropa de trabajo, y el maltrato laboral".